Proyecto de Reconversión Monetaria en Paraguay

Ariel Sternschein

por Ariel Sternschein

lunes, 13 de diciembre de 2010

El Banco Central del Paraguay (BCP) presentó recientemente un proyecto para suprimir tres ceros al guaraní, vigente desde 1943, y sus técnicos se encuentran llevando a cabo una campaña de difusión con el propósito de explicar las ventajas que esa medida implicaría.

Una modificación en el signo monetario de un país puede disponerse como parte de un programa para enfrentar una inflación elevada, intentando de tal modo alcanzar la estabilización monetaria, pero también puede responder a distintas necesidades y conveniencias, en un contexto de normalidad de precios.

Paraguay presenta la particularidad de tener actualmente en circulación billetes de seis o más dígitos, integrando así un reducido número de países con El Líbano, Armenia, Indonesia y Vietnam, entre otros. Sin embargo, de acuerdo a sus indicadores actuales, lejos está de padecer alta inflación.

En efecto, la meta porcentual de variación del IPC para 2010 se ubica en un 5% para 2010 y el BCP, de acuerdo a lo que publicó el pasado 5 de noviembre el Diario “La Nación”, de Asunción, incrementó levemente las tasas de interés para contraer una fracción del dinero circulante a fin de evitar una suba mayor del costo de vida. Las proyecciones de crecimiento para 2010 rondan el 6%, en sintonía con los niveles anteriores a la crisis financiera global.

Sin embargo, con el paso del tiempo se produjeron pérdidas en el poder adquisitivo del guaraní, entraron en circulación nuevas especies monetarias de mayor denominación, otras de denominación intermedia y fueron desapareciendo las de cifras inferiores. El BCP señaló que el poder de compra que tenían 1.000 guaraníes en 1950 equivale a 3.400.000 unidades de la moneda en la actualidad.

No obstante lo expuesto, Paraguay nunca registró procesos hiperinflacionarios, pero teniendo a la vista la evolución de los precios en 67 años de vida del guaraní, el BCP consideró que se ha tornado aconsejable reconvertir la moneda para facilitar la comprensión de cantidades muy grandes de dinero, simplificar cálculos aritméticos, lograr un empleo más eficiente de los sistemas de cómputo y registro contable y reforzar la confianza en el signo monetario.

Por otra parte, la existencia de cifras tan elevadas afecta una de las funciones del dinero como la de unidad de cuenta.

Se procura –además- armonizar las equivalencias con las monedas de la región, teniendo en cuenta las que circulan en Argentina, Brasil y Uruguay.

Según el Directorio del BCP, la puesta en marcha del programa no tendrá un costo extra significativo, dado que se recurrirá al sistema de reemplazo de billetes viejos por las nuevas denominaciones. Los costos necesarios obedecerán a la campaña de educación a la ciudadanía acerca de los objetivos y contenidos de la medida, las modificaciones en los sistemas informáticos de la entidad y la impresión de billetes y acuñación de monedas.

Una vez que el BCP determine la fecha de inicio del Programa, que sería en 2011, se abrirá un período de transición, en el que convivirán las dos series de billetes y monedas. El guaraní tendrá tres ceros menos y todas las operaciones relacionadas con la actividad económica, desde pago de bienes y servicios, cobro de salarios y pensiones, depósitos bancarios, libramiento de cheques, etc., se harán en nuevos guaraníes (NG).

Al finalizar la transición, solamente los NG servirán para realizar pagos y las autoridades publicarán los avisos correspondientes para que se vuelva a utilizar únicamente el término “guaraní”, de todas maneras el canje de billetes y monedas continuará en el BCP y las entidades que integran el sistema financiero del Paraguay.

Durante el transcurso del Siglo XX, se implementaron varios procesos de reconversión monetaria en diferentes países, aunque con resultados disímiles. Las experiencias históricas sugieren que el éxito de estas disposiciones dependió del marco económico en que fueron aplicadas, y del tipo de política fiscal y monetaria que acompañaron su puesta en práctica.

En la Argentina, por caso, se quitaron trece ceros a la moneda nacional entre 1970 y 1992, Brasil eliminó 12 ceros entre 1967 y 1994, en tanto que Perú sacó nueve ceros entre 1985 y 1991. En Europa, siempre se han destacado los casos de Alemania en 1924 y Hungría en 1946, que a raíz de sendos procesos hiperinflacionarios, removieron 12 y 29 ceros de sus monedas respectivamente.