por Eduardo Barreira Delfino
martes, 16 de noviembre de 2010
Se viene debatiendo el proyecto presentado por el diputado Héctor RECALDE, asesor de la CGT, sobre participación de los trabajadores en las ganancias de las Empresas, tanto del sector privado como estatal.
La iniciativa, a mi criterio, tiene un tinte meramente político y voluntarista, sin que exista verdadera vocación de distribuir las ganancias empresariales en beneficio de los trabajadores.
Además, comprende una serie de confusiones conceptuales y omisiones procedimentales, que hacen inviable el proyecto tal cual esta planteado.
Las incongruencias que surgen paladinamente serían:
En definitiva, el proyecto resulta totalmente inviable en las condiciones actuales del país, signado por el crecimiento de la inflación, la ausencia de proyectos y el lógico freno de las inversiones.
Yo intervine en un diseño de repartición de las utilidades en una empresa importante (1.900 trabajadores), durante los años 1974 y 1975, pero no pudo ser implementado por negativa de los sindicatos intervinientes, a quiénes solo les interesaba poder “cogestionar” la empresa y no que los trabajadores se vean realmente favorecidos por la distribución de las ganancias de la empresa. En este sentido, nadie puede dudar que los sindicalistas no están preparados para gestionar negocios ni les interesa, atento las responsabilidades empresariales y personales que ello implica. Su función institucional es otra: cuidar el trabajo existente y, principalmente, perseguir su incremento, de modo de incluir socialmente a aquellas personas de trabajo precario o en negro o sin trabajo (aproximadamente un 40 % de la población activa).
Creo que iniciativas de tales características, únicamente pueden provenir de cada empresa, en función de su realidad económica, financiera, productiva y de proyección en el mercado en el que actúa. Otro esquema no es viable, no es realista sino meramente abstracto y demagógico.
Téngase presente que el sindicalismo se nutre y tiene su razón de ser en la medida que existan conflicto entre la Empresa y sus trabajadores. Ergo, por simple instinto de supervivencia no le conviene que tales conflictos se diluyan y desaparezcan; todo lo contrario, hay que incentivarlos o crearlos para poder continuar siendo protagonistas.
Es menester “recordar” que desde el advenimiento de la democracia hasta el presente (27 años), nunca la Argentina sufrió la mayor destrucción de empleo y de fuentes de trabajo, como es de público y notorio.
Recibí info GRATIS en tu correo
¡Suscribite ya!
37,00% TNA
30 días
“No reclames que te dan de baja”
MARCELOBAINES opinó sobre Banco Galicia el 26/02/20
“irresponsables”
jimenap1989 opinó sobre Banco Galicia el 05/02/20
“Cautivo de este banco, pesimo! Rosario.”
aluvion85 opinó sobre Nuevo Banco de Santa Fe el 19/01/20
“Cooperativismo en el capitalismo!”
aluvion85 opinó sobre Banco Credicoop el 19/01/20
“Cobro incorrecto con previa consulta hecha”
Cpach opinó sobre Banco Supervielle el 14/01/20
más opiniones