Perú: Las Reservas Superan a la Deuda Externa y Restringen Capitales “Golondrina”

Ariel Sternschein

por Ariel Sternschein

lunes, 09 de agosto de 2010

Las Reservas Internacionales Netas (RIN) del Perú ascendieron a 37.108 millones de dólares en julio de 2010, cifra que supera a la deuda externa pública y privada del citado país en poco más de U$S 400 millones, según informó el diario “El Comercio”, que se edita en Lima, en su edición del 17 de julio pasado.

Este curioso e inusual dato surge de un informe del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), que señala que en el transcurso de 2010, las RIN experimentaron un crecimiento de U$S 3.973 millones, llegando a equivaler al 28% del PBI. Ello ha sido posible en virtud de una política de acumulación de reservas implementada en el actual período presidencial de Alan García (su primer mandato fue entre 1985 y 1990). En efecto, en julio de 2006, las RIN sumaban 14 mil millones de dólares.

La deuda soberana del Perú, tanto pública como privada, a marzo del corriente año, se ubicaba en U$S 36.646 millones. De allí se desprende la diferencia negativa de 462 millones en relación a sus reservas.

El concepto de Reservas Internacionales Netas (RIN), resalta la diferencia entre los activos y pasivos externos de un Banco Central. Las RIN actúan como indicador de liquidez y capacidad financiera en comparación con otros países, al tratarse de los recursos con los que se cuenta para afrontar el pago de obligaciones.

El BCRP inició su política de acumulación de reservas en base a un Portafolio de Referencia (o Benchmark), que se creó con sustento en índices de mercado. La manera en que se invierten las reservas se decide en función de parámetros tales como la duración, el riesgo bancario total, el riesgo crediticio y la solvencia de los emisores. Además, se consideran otros riesgos, como los de liquidez, cambiario y de tasa de interés.

Las reservas peruanas se componen principalmente de depósitos bancarios en el exterior, inversiones en valores y bonos extranjeros, tenencias de oro, efectivo y otros medios de pago de aceptación general.

El robustecimiento de las reservas del Perú no debería ser apreciado prescindiendo del contexto macroeconómico general del país, toda vez que no puede responder exclusivamente al acierto en la elección de los instrumentos de inversión. De acuerdo al Estudio Económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), de las Naciones Unidas para 2009-2011, se proyecta para la economía peruana un crecimiento del 6,7% para 2010, un guarismo que está en sintonía con los de otros países de la región, como la Argentina y el Uruguay (6,8% y 7% respectivamente).

Según cifras oficiales divulgadas por el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), símil del Indec argentino, la variación porcentual del PBI en el período 2004-2009 siempre fue positiva e incluso en un año globalmente recesivo como 2009, el Perú creció un 0,9%. También ha sido significativo, en ese lapso temporal, el crecimiento del comercio exterior. A principios de 2004, se exportaba por poco menos de 3.000 millones de dólares, pero a comienzos de 2009, las ventas al exterior treparon a 7.800 millones de esa moneda.

Por otra parte, se ha registrado recientemente un importante ingreso de capitales de no residentes o “golondrinas”, que siendo inversión de cartera, han empujado a la apreciación de la moneda local, que ha tocado un mínimo de 2,80 soles por dólar. A principios de año el billete estadounidense costaba 2,88 soles.

En consecuencia, el BCRP, considerando que estas entradas abruptas de fondos tienen efectos negativos, tanto en el sector financiero como en el real, ha puesto en práctica determinadas medidas, en conjunto con el Ministerio de Economía y Finanzas, que procuran reducir la liquidez en el mercado y aplacar la volatilidad en el tipo de cambio, mediante una mayor intervención cambiaria y una suba de encajes en moneda nacional y extranjera.

En el seminario “Movimientos Internacionales de Capital: Antiguos y Nuevos Debates”, organizado por el BCRP, el Reinventing Bretton Woods Committee y el Intergovernmental Group of Twenty-Four (G24) en la Ciudad de Cusco, el Presidente de la entidad monetaria peruana, Julio Velarde, sostuvo que la menor aversión al riesgo global y las perspectivas favorables de crecimiento de América Latina, han generado un importante retorno de flujos de capitales hacia la región.

Destacó que existen condiciones internacionales que podrían incrementar el riesgo de reversiones futuras de estos flujos, las que se vinculan con el grado de incertidumbre existente en los mercados financieros, los riesgos de desaceleración de la actividad económica global y los problemas de solvencia fiscal en algunas economías europeas.

Otros participantes como el vicegobernador del Banco Central de Turquía, Erdem Basci y el director ejecutivo alterno del Banco Mundial, Rogelio Studart, coincidieron con Velarde en la necesidad de tomar medidas preventivas para enfrentar hipotéticas reversiones de capitales. Resaltaron que el Perú fue una de las economías emergentes que enfrentaron con mayor éxito la reciente crisis financiera internacional, precisamente a raíz de las medidas preventivas dispuestas en el episodio anterior de la fuerte entrada de capitales, previa a la caída de Lehmann Brothers, en septiembre de 2008.

A su vez, el Jefe del Departamento Monetario y Económico del Banco Internacional de Pagos (BIS), Philip Turner, subrayó que el encaje es un instrumento de política monetaria que puede ser utilizado con éxito en momentos en que se observa a nivel internacional grandes flujos de capitales, fundamentalmente hacia las economías emergentes.