Gran Bretaña deja de aceptar billetes de 500 euros

Ariel Sternschein

por Ariel Sternschein

viernes, 11 de junio de 2010

El 12 de mayo último se resolvió retirar de la circulación los billetes de 500 euros en Gran Bretaña, mediante una decisión conjunta de la Agencia Contra el Crimen Organizado (Serious Organised Crime Agency), el Tesoro Real y el Home Office –órgano similar al Ministerio del Interior-, por su frecuente uso en actividades ilegales.

Una investigación realizada por la citada Agencia, que demandó más de ocho meses de trabajo, reveló que nueve de cada diez billetes de 500 euros que ingresaban en el Reino Unido, se empleaban en transacciones legalmente inadmisibles. En función del resultado obtenido en la pesquisa, se tomó esa drástica determinación.

Este país ingresó a la Unión Europea en 1973, no obstante no adhirió al proyecto de la moneda común, originado en el Tratado de Maastricht de 1991, conservando de tal modo, la libra esterlina como su signo monetario. El billete de 50 libras, que es el de mayor denominación de los emitidos por el Banco de Inglaterra, equivale en la actualidad a unos 59 euros.

En un artículo de los periodistas Mark Hughes y Rob Sharp, aparecido el 13 de mayo pasado en el diario “The Independent”, de Londres, se destaca que esta medida tiene algunos antecedentes. Richard Nixon, siendo Presidente de los EE.UU, prohibió la circulación del billete de 10.000 dólares en 1969, por su vinculación con el crimen organizado. En 2000, el Banco de Canadá, en el contexto de un programa contra el blanqueo de dinero, suprimió su billete de 1.000 dólares. Antes del surgimiento de la moneda común, cuando circulaban las monedas nacionales europeas, el billete de 1.000 florines holandeses era el preferido para esas actividades. Actualmente, el papel de 1.000 francos suizos, que rara vez se ve, es una opción valorada por quienes se embarcan en negocios espurios.

Un vocero de la Agencia Contra el Crimen Organizado declaró al periódico mencionado que “Hemos concluido que no hay un uso legítimamente creíble para el billete de 500 euros en el Reino Unido y que el mismo actúa como un facilitador de operaciones ilegales, permitiendo a los criminales trasladar grandes volúmenes de efectivo de manera exitosa”.

Hasta el mes de abril, añaden los periodistas, una parte significativa de los gángsters británicos acumulaba sus ingresos en billetes de 500 euros. Mientras que 1 millón de libras esterlinas pesan 50 kgs en billetes de 20 libas, el mismo valor pesa 2,200 kgs en papeles de 500 euros. Un paquete de cigarrillos resulta apto para esconder 20.000 euros. Si alguien pretendiera subir a un avión, ocultando de las autoridades migratorias, un millón de dólares en billetes de 100 unidades de esa denominación, en su equipaje de mano, debería comprar un boleto para viajar en primera clase, porque el peso de los billetes, cercano a los 10 kgs, excede el límite máximo permitido por las líneas aéreas para la clase económica. Sin embargo, si ese hipotético viajero convirtiera el millón de dólares en billetes de 500 euros, el peso del dinero apenas superaría 1,400 kgs.

Ian Cruxton, Vicedirector de la Agencia Contra el Crimen Organizado y responsable de la investigación cuyos hallazgos condujeron a dejar de aceptar el papel de 500 euros en Gran Bretaña, explicó a BBC News que, en oportunidad de rastrear los movimientos del billete, se detectó algo llamativo.

Una Casa de Cambio, que estaba en la mira de las autoridades, operaba a puertas cerradas y sin cartel identificatorio, solicitó a diferentes mayoristas de billetes (bancos de primera línea y reconocidos negociantes internacionales de billetes) que le remitiera 4 millones de euros en billetes de 500 durante un año. Esas órdenes de compra superaban la suma entera de moneda común comprada por particulares en las oficinas del correo británico, que conforman una red de 12.000 puntos para transacciones cambiarias en Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte.

A partir de su introducción, a principios de 2002, los expertos han advertido que, por su alta denominación, esos billetes generarían conflictos. Un informe que la Unidad de Inteligencia del Banco de Italia publicó en junio de 2009, señala que “(…)El efectivo es la herramienta ideal para efectuar pagos ilegales y para el movimiento de fondos. Los billetes de alta denominación simplifican la administración logística de grandes sumas de dinero(…)”

El Banco Central Europeo, con sede en Frankfurt, revisó las denominaciones de los billetes en 2005 y, por el momento, no prevé modificar la estructura de la moneda. Sin embargo, no son pocas las voces de organizaciones internacionales, como por ejemplo el GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional) y del ámbito académico, que aconsejan la eliminación de los billetes de elevada denominación.


El GAFI, en un documento emitido en 2005, afirmó que estos billetes pueden ser usados por contrabandistas de dinero para reducir sustancialmente el tamaño físico de las cantidades de efectivo que cruzan fronteras, dificultando severamente los ejercicios de detección.

Desde el comienzo de la circulación de la moneda común, el número de billetes de 500 euros se ha incrementado. Los papeles de 5 euros comprendían el 34% del circulante total en ese momento inicial, en comparación con los de 500, que representaban el 23%, según datos del Banco de Italia. En febrero de 2010, éste billete alcanzó el 36% del circulante, superando así al de 50, que abarca el 31% de esa masa monetaria.