¿El BCRA bajo presión?

Staff ZonaBancos.com

por Staff ZonaBancos.com

martes, 12 de febrero de 2008

El pasado 7 de febrero se publicó en algunos medios periodísticos la posible reunión entre altos funcionarios del Gobierno Nacional para tratar una agenda económica, trazando las pautas del comportamiento de distintas variables en el año 2008.

En torno al tema del costo de los créditos, en el que se busca presionar a las entidades para bajar la tasa de interés a la producción -a no más del 10% anual-, en forma desapercibida, se mencionaba que presionarían al BCRA para que baje el interés de las emisiones de letras y para que asista con redescuentos a las entidades financieras que presten a bajo costo.

Esta situación más allá de las buenas intenciones presenta algunas inconsistencias políticas, técnicas y legales.

Si avanzara esta movida, se estaría avasallando la independencia del BCRA, más allá que esta entidad, coherentemente, traza las políticas a su cargo en sintonía con el contexto nacional.

Por un lado, se debería cambiar la Carta Orgánica del Ente Rector, ya que los redescuentos, que son líneas de préstamos para las entidades con problemas de liquidez y solvencia, se otorgan cuando se dan ciertos requisitos y condiciones. En tal sentido, el espíritu de estos instrumentos no es financiar la producción o subsidiar a los bancos para que financien al sector privado.

En otro orden de cosas, el otorgamiento de redescuentos significa inyectar liquidez al sistema, ampliando la magnitud de los medios de pago, jugando en contra con el control de la inflación, (uno de los temas más cruciales a resolver en la economía) y que, va en contra con la misión del Central. (preservar el valor de la moneda: control de la inflación).

Por otro lado, bajar las tasas de los títulos emitidos por el Central, haría que éstos sean poco atractivos y no sean idóneos para retirar la liquidez excedente, alentando a mayor inflación. Asimismo, si la tasa de referencia baja, el interés de los plazo fijos tendería a la baja con un rendimiento desalentador (más lejos de la inflación real), empujando a que caiga el ahorro y se dispare el consumo.

Como se observa, la movida señalada al comienzo de la nota, trae varias consecuencias negativas que confluyen en mayor inflación. Que prevalezca la cordura.