La vida está en otra parte

Alejandra Trifoglio

por Alejandra Trifoglio

miércoles, 16 de mayo de 2007

(Consigna del mayo francés)

“En el fondo toda lucha por los derechos es una lucha contra pandilleros organizados.” Bertold Brecht.

Posiblemente sea un buen razonamiento defender a instituciones como el B.C.R.A del troglodita de turno. Y más cuando voces del congreso que normalmente hacen la plancha total, ostentando una ignorancia ( estudiada diría yo, estudiada), hablan con una prepotencia que dan ganas de adherirse a cualquier causa que los incinere. Pero la pregunta que me hago es: ¿Que el dólar siga alto a cuántos le interesa? Que lo defiendan los beneficiados, en todo caso, si tienen ganas de misiones tan poéticas. Desde que el Virrey Cisneros huyó con el primer tesoro público (que era bastante pobretón digamos), ya la gente dejó de interesarse por cualquier erario público. Se vio tan perfectamente posible dicha apropiación que el ciudadano común perdió interés en dejar sus vacaciones o un Boca- River, para resguardar algo tan públicamente ajeno. Y la moraleja en todo caso es: El éxito del modelo es el fracaso de todos nosotros. Suframos el fracaso pero de ninguna manera convalidemos el éxito. ¡Todavía nos falta eso!

Si estuviera Cavallo…

Pero Cavallo está como Profesor Invitado en la Universidad Stern de NY. Hecho que pasaría inadvertido si no fuera por un grupo de inadaptados de izquierda que están juntando firmas para enviarle una carta al rector de esa universidad… Y en caso que lo declaren persona no grata en todo EEUU y aledaños ¿a dónde creen que lo van a mandar?

Yo amaba a Cavallo. Lo amé desde el día en que por primera vez escuché un discurso de él, en una universidad de EEUU, en el cual un selectísimo público con varios títulos y master lo miraba cual si le hubieran dado una alta dosis de algo en las venas... Me dije ¡esto no puede ser verdad! El camarógrafo, siguiendo mis deseos, iba del inglés de Cavallo con gestos de napolitano, a la cara de los oyentes. Fue el descubrimiento de mi vida. Me dije ¿Y Sho? ¿Cómo es que sho no estoy ahí con mis 10 palabras en inglés embelesando a esta gente? Si total estaba ahí por decir que le sacó 4 ceros al peso (dicho sea de paso desde el primer billete de Roca ya andábamos por la quita numero 20) y que ataba el peso al dólar. No se en qué ahorraba el argentino antes de Cavallo. ¿En rublos? Y después de Cavallo ¿en qué ahorra? ¿En fideicomisos financieros? Luego supe cuánto le pagaban; ahí me convertí definitivamente. Ese es mi destino –pensé- tengo que ir a hablar a la Reserva Federal de los norteamericanos y al Banco Mundial y, cómo no, también al Fondo Monetario. Yo tenía que dar fe de las palabras de mi maestro y guía espiritual que concibió la primera Ley Fundamental de la Naturaleza Humana: Hay gente que cree que porque ha ido a la Universidad ya no tiene que pensar.

Y esa pasión que tenía Cavallo, nunca del todo comprendida; ese espíritu excesivo que, sin dignarse a persuadir al adversario lo aplasta de antemano a través del adjetivo.

No. No salí nunca de San Telmo. Y es más, creo que el barrio me queda grande. Pero el ánimo está.

Cuando los intelectuales de izquierda, de derecha y de centro y los que no saben no contestan, hagan un análisis político social de este período (hacen astillas del árbol caído, cuando sin el menor pudor fueron partícipes necesarios) con esas palabrejas de moda: Netocracia, consumariado, imperialismo, digitalización, neoliberalismo conspiración del poder, nepotismo, etc. No se olviden por favor de agregar, para beneplácito de la cultura popular, Nepo cachivache, Neo mamarracho y Ultra chapucerismo. Sabremos agradecer el gesto.

La idea moderna de democracia significa gobernar un país con arreglo a la ignorancia de las mayorías.

Hablando de licitaciones públicas… ¿por qué el argentino sigue diciendo coimas? No, discúlpeme, no son “coimas”, son “Lobby”. En EEUU hacen lo mismo, tiran algún billetito y aceleran los procesos y la buena cara y lo llaman LOBBY. Claro, vienen aquí, escuchan COIMAS y enseguida se ponen locos los extranjeros. ¿Cómo coimas? ¿Qué gente de principios y moral tan baja usa esa palabra tan desgraciada? ¡Terminemos con las coimas! (Perdón, con la palabra “coima” quise decir). Usemos LOBBY y nuestra imagen si no mejora al menos no despertará ninguna sospecha. ¡No vayamos a creer que la cultura del amiguismo y el billete la inventamos nosotros como al dulce de leche y al colectivo! Mientras se ajusticia lo devido o indevido, podrían continuar las obras que ya de todos modos pagamos y sabemos no hay devolución. ¡Necesitamos esas obras urgentemente! Y de paso terminen Atucha ¡y pónganlo en la misma cuenta! (¿A quién se le habrá ocurrido el nombre tan atinado de Atucha?).

Una nueva estrella rutilante en el horizonte capitalista reemplazará al fideicomiso financiero: el lobbycometa.

¿Cómo? ¿Usted todavía no tiene un préstamo personal? ¡Entrará en el Guiness!

Muy buena política la del Presidente Mundial del Citibank N.; se nota que vio tarde la película de Wall Street y se creyó Michael Douglas… A mis colegas –vendedores, nadie se crea que tengo colegas más arriba-, tengan fe y esperanza, ya les tocará otro buen loco en suerte. “ Si cada tanto no lo sorprende la naturaleza humana es porque no la conoce”. Stanley Bing.

Sí, no soy buena para dar ánimos.

¡Las Pymes a la Bolsa! ¡Vamos que se puede! ¡Deje esa inercia! ¡Usted tiene que estar en la bolsa de comercio! ¿Cómo? Un día se levanta temprano -pero con más ánimo que el resto de los días- se emperifolla, busca a su socio y lo arrastra bajo protesta de todo tipo a 25 de mayo. Ahí no más entra. Uno de seguridad lo para. Usted dice: “Voy al sector Pymes ¿me indica donde queda?”. Llega a la Oficina de Pymes (que encontrará después de varias volteretas) y golpea con energía (un buen desayuno acompaña esta parte) y ahí saldrá alguien y le pregunta: “¿Este es el Sector de Pymes?”, y agrega: “Bueno, yo tengo una Pyme y quiero estar en la Bolsa de Comercio”. Si escucha el mundialmente conocido “Espere que consulto”, téngales paciencia, están organizándose. A su socio, que en esa hora de protesta total puede desmoralizarlo con cosas como “¿Vos estas loco? ¡Nos van a sacar corriendo de acá! ¡Tenemos una toldería que se cae a pedazos! ¡Vergüenza pasamos acá! ¡Vergüenza!” usted le dice: “Déjame a mí que lo manejo yo, vos escúchame y aprende!” Ahí lo harán pasar, le preguntarán cuál es su inquietud (o algo así) y usted dice: “Yo quiero cotizar en la Bolsa de Comercio como dijo Alejandra Trifoglio que podía hacer” Si inmediatamente después de sus palabras ve unos ojos abiertos de asombro seguidos de “¿Quién es esa?” no se amedrente para nada. Diga: “Veo que tenemos algo en común. ¡ tampoco la conozco! Sólo dice que me pondrán en el Panel de las Pymes. ¡Al lado de los grandes! ¡Que harán cosas maravillosas por mi empresa!” (Nadie escapa al embeleso de un buen halago, halague sin asco ni pena). Y ahí no más pase a explicar qué empresa tiene, sin ningún tipo de tapujos ni vergüenzas ni nada. Usted no será Techint (sí, no es un ejemplo oportuno el mío) pero quién sabe sino llegara ¿eh? ¡Quién le dice! Y en todo caso se codeará con ellos cuando visite a su corredor y no andará transportando cheques como si fuera el che pibe por todo el microcentro. ¡En todo caso!

Las Pymes, los que conocen a las Pymes, los que negocian con las Pymes... hay un universo que tiene que estar en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.

A la propaganda de la AFIP que está muy creativa y muy digna, le agregaría algo, algo que la convertiría en un éxito total, al lado de los medicamentos prescriptos por la AFIP ¡no puede faltar el Valium! ¡Que lo pongan de distribución gratuita para todos los desgraciados que tienen que soportar, además de pagar, ser tratados como retrógrados! ¡Y doble ración para los que pagan siempre, no entran en ninguna moratoria y ni siquiera les dan las gracias!

¡Cariños para todos!

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