¿LAS AFJP NOS MIENTEN? ¿QUÉ AHORRO TENEMOS REALMENTE?

Staff ZonaBancos.com

por Staff ZonaBancos.com

lunes, 17 de octubre de 2005

Toda la población activa en relación de dependencia o cualquier cuentapropista está obligado por ley a realizar los aportes jubilatorios. Desde el comienzo del furor de las AFJP, allá por fines de 1993, estos fondos parecían ser la panacea para todo futuro jubilado, ya que su esfuerzo propio se vería reflejado en su propia cuenta de capitalización de aportes, que proyectada a lo largo de los años le aseguraba algo más del 82% móvil.

El negocio ha sido muy prolífero ayudado por Diputados y Legisladores de la época (que no se fueron todos), ya que en caso de no realizado la opción por continuar en el sistema vigente -de reparto- te incluían en alguna de las AFJP.

Cabe recordar un negocio marginal de las administradoras, por el cual una sembraba el mercado al inicio de las operaciones con compras o ventas de títulos y acciones sin identificar al verdadero comprador o vendedor de las mismas hasta tanto se produzca el cierre del mercado, para así, al fin del día realizar la registración a través del back office asignando las pérdidas a la administradora y las ganancias a la sociedad de bolsa o sociedades del grupo. Es decir si se compró barato o si se vendió caro, comparado con el precio de cierre del día, los títulos o acciones correspondían a compras o ventas realizadas por la entidad financiera o su sociedad de bolsa, y en caso de haberse comprado caro o vendido barato esos títulos o acciones le correspondían a todos, o sea los aportantes de la “prestigiosa” AFJP.

Si bien en el mercado fue conocida la actuación de esos directivos, ellos nunca fueron sancionados como mínimo, hoy en día existe un poco más de control sobre el movimiento de los fondos que hacen las administradoras pero, hacer un poco memoria, nos lleva a concluir que siempre se utilizaron los fondos del futuro para generar negociados de corto plazo, sabiendo que esas inversiones van a ser necesarias convertirse en líquidas más allá de los 30 años, en promedio.

Cuanto tenemos realmente

Ahora, el verdadero negocio pasada la crisis, es el de administrar esos fondos que continúan ingresando mes a mes, donde cada uno es testigo que buena parte de los fondos aportados en su cuenta de capitalización son destinados a comisiones y seguros.

Todos los meses las administradoras realizan numerosas operaciones en el mercado y por los montos operados crean demandas puntuales sobre ciertos títulos o acciones afectando sus precios, cuando de acuerdo a los estudios notariales no tendrían razones para estar movilizando continuamente esos fondos ya que, como señalamos anteriormente, no tienen requerimientos de liquidez de corto plazo.

Hoy en día son tantos los artilugios contables o contabilidad creativa que les permite aplicar la Superintendencia de AFJP a las administradoras, que se continúa engañando a los afiliados informando un monto de capitalización y rentabilidad que poco tiene que ver con la realidad, ya que a fin de evitar que se registren grandes pérdidas por la venta de las tenencias en títulos públicos y obligaciones negociables subordinadas, que no cumplen con la calificación mínima requerida, se aceptan que se mantengan en cartera a valores irreales, como así también, se les permite la valuación de los títulos públicos surgidos del canje a valores técnicos (Bonos Cuasipar, emitidos especialmente para las AFJP, que no cotizan).

Las AFJP tienen algo más de aproximadamente $ 500 millones de títulos provinciales y obligaciones negociables subordinadas de empresas privadas, que no cumplen con los requisitos de calificación mínima exigido por la Resolución 17/04 de la SAFJP que podrán mantener por más de dos años.

Lo más significativo es la tenencia de títulos públicos no negociables como los mencionados Cuasipar que ascienden a algo más del 32% de la cartera de las AFJP con $ 20.940 millones. El máximo alerta es que del total de $ 63.800 millones el 64% se encuentra invertido en deuda del Estado Nacional.

Solo algo más del 5%, unos $ 3.505 millones se encuentran depositados en el sistema financiero y tres entidades poseen el 56% de esos depósitos, según datos de la Superintendencia de AFJP, de ese total, $ 374 millones están colocados a rendimiento a tasa fija, $ 3.125 millones a ajustables por CER y $ 6 millones a rendimiento variable.

Al menos, la Superintendencia debería evitar que las AFJP realicen a diario operaciones -generando precios de títulos y acciones- y se las oriente a invertir parte de esos fondos en infraestructura (energía, autopistas, recupero de zonas productivas inundadas, etc.) y porque no, en metales preciosos (oro) que mostraron siempre un valor estable y seguro en el tiempo. Procurando asegurar una jubilación digna a través de la diversificación de inversiones evitando el riesgo de los gobernantes y mostrando independencia criterio. Habrá que recurrir individualmente a la Justicia para que ésta les ordene a los “expertos en inversiones” donde colocar los fondos y no aducir como en la pasada crisis que los títulos públicos les fueron impuestos.