Bancos, billetes, billeteras electrónicas y la solitaria batalla del Banco Central

lunes, 20 de febrero de 2017

Una pulseada silenciosa tiene lugar en la City. Por un lado, los bancos del sistema están muy cerca de empezar a cobrar a las empresas por los depósitos en efectivo que reciban en sus cuentas. Por otro, el Banco Central que conduce Federico Sturzenegger, a quienes se los responsabiliza por no hacerse de una solución para un problema insólito: el exceso de billetes que existe en la Argentina.

Ya no hay lugar para guardar billetes. Ni siquiera la incorporación del billete de quinientos pesos pudo ahorrarles el mal momento. Por eso, hay entidades que ya anticipan que comenzarán a cobrar una comisión. Hay quienes sostienen que incluso el problema no es nuevo, que se le advirtió hace meses a Sturzenegger a propósito de un crecimiento importante del stock de billetes, pero que el jefe del BCRA se negó a abrir una nueva bóveda para almacenarlos.

Sabido es que la cruzada del Banco Central -y del propio vicepresidente Lucas Llach-, es la promoción de la bancarización en el país. Es una batalla solitaria. Para mensurar el grado de aislamiento, ahí está la medida del lanzamiento de Precios Transparentes, que impulsó el Ministerio de la Producción a favor de quitarle a los precios el componente del costo financiero y reducir la cantidad de cuotas con las que se maneja la economía. Si se lo piensa, esta decisión ampliamente anunciada no hace más que estimular el uso del pago contado que, en la Argentina, tiene como correlato la mayor utilización del dinero en efectivo.

De todas formas, fuentes del BCRA señalan que la decisión de los bancos a cobrar comisiones podría promover un mayor uso de medios de pago electrónicos, ya que por cada depósito que reciba en efectivo una empresa, deberá ceder un porcentaje. Piensan que de aplicarse la comisión, podría generarse un incremento en el uso de pagos electrónicos, ya que esperan que las empresas pidan a sus proveedores que en vez de depósitos le hagan trasferencias bancarias, que son gratuitas y allí los bancos no tienen potestad de aplicar comisiones. Así y todo el viernes dieron el visto bueno a la intención de aplicar comisiones a depósitos en efectivo.

Pero esta pulseada silenciosa tiene más capítulos. Hace unas semanas, el BCRA lanzó un mercado de billetes para que las entidades que tuvieran sobrante pudieran vendérselos a otras entidades financieras que no tienen tanto flujo de efectivo y pudieran necesitarlo. Hay entidades que señalan que esa plaza de billetes "está verde", pero no por el dólar, sino porque no arrancó.

Es más: aquí y allá hay quienes se animan a plantear algunas dudas sobre la legalidad de poder vender o comprar un billete a otro valor que no es el nominal.

Si la intención del Banco Central es impulsar los pagos electrónicos, el problema parece alojado en la gran cantidad de efectivo circulante y en que el costo para los bancos implica el traslado y el guardado del mismo.

Como se dijo, se busca estimular la bancarización y el uso del dinero electrónico, por ello la posibilidad de sustituir parte de los pagos en efectivo por pagos electrónicos vía tarjeta de débito en los locales de pago rápido se advierte como una primera solución al problema que surgió entre estas empresas y los bancos por el costo del manejo de dinero en efectivo.

Esta posibilidad avanzó en un encuentro que mantuvieron representantes de bancos públicos y privados, empresas de cobro extrabancario, como Rapipago o Pago Fácil entre las más promocionadas, representantes de las redes Link y Banelco y las autoridades del Banco Central. Las reuniones se mantendrán de forma continua hasta encontrarle una solución al debate iniciado por los bancos tras decidir cobrar una comisión del 1% a las empresas que hagan depósitos en efectivo en las distintas entidades.

El problema se centra en la gran cantidad de efectivo circulante y en que el costo para los bancos implica el traslado y el guardado del mismo. Por ello anunciaron la decisión de cobrar una comisión del 1% a las empresas que tienen de clientes.

El planteo de las empresas extrabancarias se centra en que sólo cobran a cuenta de terceros y que, a diferencia de, por ejemplo, un supermercado que puede trasladar el costo a los precios, ese segmento no tiene margen de hacer lo mismo.

Tampoco tienen la posibilidad que hoy encontraron supermercados o distintas cadenas de entregar efectivo a clientes de tarjeta y de esa forma entregar parte del dinero que reciben. Por ello la posibilidad de avanzar en el débito para limitar el uso de efectivo es una de las vías de solución.

La última semana el vicepresidente Lucas Llach y el director del BCRA Horacio Liendo recibieron a autoridades de la AFIP, a banqueros y a dueños de empresas de cobranzas para tratar el costo del manejo del efectivo. Desde la entidad monetaria señalaron que una solución es que en el futuro se pueda bancarizar el pago de los impuestos que todavía se paga en efectivo, como el monotributo y de autónomos ya que sostienen que la bancarización servirá para reducir la economía en negro.

La solución del pago electrónico resolvería sólo una parte del problema porque estudios realizados por las empresas del sector muestran que de los clientes que usan los medios de pago fácil sólo el 40% están bancarizados. Es decir que menos de la mitad podría utilizar la tarjeta de débito o crédito para efectuar el pago.

El problema aseguran es más profundo en el interior del país donde el nivel de bancarización es aún menor.

Ahí es donde entran los desarrollos que buscan incentivar la utilización de las billeteras electrónicas, incluso para aquellos que no están bancarizados. En la Argentina funcionan varias. Una de ellas, la única reconocida por la poderosa GSMA, es un desarrollo denominado ?Sos Móvil?, que fue lanzado hace tres años en el norte del país y hoy acumula con éxito a varios miles de usuarios.

Después de haber mantenido reuniones con el BCRA, la Comisión Nacional de Valores y la Secretaría Pyme, Raúl Zarif, el titular de Sos Móvil, avanza en diversos acuerdos con cadenas comerciales. Con Sos Móvil, cualquiera puede bajarse la aplicación o entrar en la web, registrarse y utilizar el celular para realizar pagos de facturas, transferencias de dinero y recargas de celular.

También se utiliza para cargar la tarjeta SUBE, pero lo más interesante es que de un tiempo a esta parte ha incorporado un módulo para que los comercios puedan implementar la aplicación y ofrecérsela a sus clientes, incluso a aquellos que no se encuentran bancarizados.

De acuerdo con números del ministerio de Producción, que conduce Francisco Cabrera, la población económicamente activa de la Argentina es de 19 millones de personas, de las cuales sólo 6 millones trabajan en el sector privado, de manera formal, mientras que otros cuatro millones de argentinos se desempeñan en algún grado del espectro estatal (nacional, provincial o municipal); cinco millones son informales; y 3,5 millones son cuentapropistas; además de los desocupados, que son 1.300.000.

Eso significa que el 22,2 por ciento de la población activa formal ya utiliza aplicaciones móviles de bancos, por lo que las entidades tienen un largo camino por recorrer aún para incorporar a sus clientes a las nuevas tendencias.
 

Fuente: El Cronista