Los bancos, rumbo a un esquema de mayor competencia y más préstamos

martes, 31 de enero de 2017

De la mano de un alivio en la inflación y de la baja de las tasas de interés, la rentabilidad de los bancos comenzó a caer; las entidades se preparan para un año en el que, según prevén, el mercado buscará colocar más créditos, sobre todo en empresas.

Los bancos que operan en la Argentina se preparan para un año con mayor competencia y de despegue de su negocio tradicional, luego de años de una inflación alta que les posibilitó ganar dinero sin mucha necesidad de colocar préstamos en el sector privado, o bien mediante el cobro de tasas muy elevadas en relación con lo pagado por los depósitos.

Las proyecciones de los economistas de los bancos coinciden en que este será el primer año de crecimiento del país desde 2011. Y cada entidad se prepara para una disputa por captar depósitos y transformarlos en créditos de todo tipo. Esta vez, la novedad será que habrá una competencia fuerte en el segmento de préstamos para consumo, pero también en los dirigidos a empresas y, principalmente, a las pymes.

Será el resurgimiento del negocio tradicional de los bancos, también llamado de "intermediación financiera". En cambio, se espera una baja en operaciones como la inversión en las letras del Banco Central , que en 2016 les generó beneficios sin necesidad de competir fuerte en el mercado.

"Nosotros estimamos un crecimiento de 3,6% de la economía y proyectamos una inflación de 18%. Somos optimistas; va a haber más intermediación financiera este año", explicó Walter Ramírez, jefe de Research del Banco Supervielle.

"Las líneas a empresas van a estar más activas, no todo va a pasar por el consumo", comentó Ramírez, quien afirmó que "el sistema está tan bajo en la relación préstamos sobre el producto bruto, que no hay forma de no ir para arriba".

En el último semestre del año pasado la rentabilidad de los bancos empezó a caer, de la mano de un alivio en la inflación y de la baja de las tasas de interés que paga el Banco Central.

"Se terminó el negocio de colocar el dinero en Lebac, que siempre es mucho más fácil que prestarle al sector privado, porque es una sola operación con el Banco Central en lugar de miles de operaciones con empresas, donde siempre hay riesgos", explicó Miguel Arrigoni, experto en operaciones de financiamiento y presidente de First Capital.

En noviembre pasado la rentabilidad del sistema financiero fue de 2,9% sobre los activos (ROA), un índice que fue prácticamente la mitad que el del mismo mes de 2015. "En el acumulado de enero a noviembre de 2016 las ganancias nominales de las entidades alcanzaron casi $ 67.800 millones, con un crecimiento de 29% respecto de igual período de 2015, mientras que la rentabilidad en términos del activo fue de 3,7%, con una caída de 0,3 puntos porcentuales", explicó el Banco Central en su último informe sobre las entidades.

El presidente de la entidad, Federico Sturzenegger , celebra la menor rentabilidad en el sistema, porque lo considera el mejor incentivo para que salgan a prestar con mayor agresividad y a extender la bancarización.

Algunos ejemplos: el Santander Río ganó en el período de julio a septiembre $ 1324,7 millones, algo menos que en el trimestre previo ($ 1364,1 millones). El Banco Macro obtuvo beneficios por $1632,6 millones, un 10% menos que en el período que fue de abril a junio. Las entidades no informaron aún las cifras del último trimestre del año, pero todos prevén que se registrará una nueva merma en la rentabilidad, al menos en el dato promedio del mercado.

Los analistas vaticinan que los bancos van a salir a recuperar esa caída en las ganancias compensando el menor precio (tasas de interés) con mayor cantidad (más créditos). En los últimos tiempos, la inflación permitía cobrar tasas más altas mientras que al mismo tiempo se captaban depósitos a tasas negativas.

Buenas perspectivas

El panorama del negocio de los bancos se refleja en el mercado bursátil, donde los analistas recomiendan las acciones de estas entidades para 2017. La calificadora Moody's prevé mejores perspectivas para el sistema financiero argentino que para el resto de América latina.

"Están en un proceso de transición hasta un entorno más competitivo, impulsado por el mercado. Deberían beneficiarse a medida que los desequilibrios económicos del país se reduzcan y se produzca una recuperación de la economía y una desaceleración de la inflación", dice la agencia calificadora de riesgo.

"El negocio plantea un gran potencial de crecimiento para este año y para los próximos, al tiempo que las desregulaciones motivan la competencia en el sector. Todo esto nos lleva a un nuevo modelo de negocio, de mayores volúmenes con menores márgenes", coincide Martín Quinteiro, responsable de Análisis Macroeconómico del Galicia.

"El sistema financiero argentino es raquítico. Es el más pequeño de la región con la excepción del de Haití, mida como se lo mida. La escasa monetización y la falta de ahorro interno determinan niveles de apalancamiento casi inexistentes (no mayores a 15 puntos del producto bruto). Pero mayores volúmenes y menores costos de intermediación es lo que se viene", dice Luis Secco, jefe de asesores del Banco Nación.

Más allá del cambio reciente en la presidencia del Banco Nación , con la llegada de Javier González Fraga en reemplazo de Carlos Melconian la meta parece ser la misma: impulsar distintas líneas de crédito para competir con los bancos privados.

Para Secco, como para el resto de los expertos en el sector, no se puede no crecer en 2017 porque se parte de un piso muy bajo.

El último período de competencia fuerte de la banca en la Argentina fue el de comienzos del segundo mandato de Cristina Kirchner. Hubo una pelea por financiar el consumo -exacerbado entonces desde la política oficial- con préstamos personales o con tarjetas de crédito. Era el boom de los descuentos con los plásticos.

Esta vez, si hay, como se espera, una economía creciendo a tasas moderadas, las líneas de crédito que impulsarán los bancos estarán más repartidas, aunque las operaciones orientadas al consumo seguirán siendo protagonistas.

Según dicen en el Banco Central, con la inflación más controlada, los consumidores van a mirar más la letra chica y los intereses que les pagan a los bancos.

"Queremos que haya más competencia, con menos regulaciones pero con mucha transparencia; que el cliente decida", explicó un gerente de la entidad monetaria, sobre las desregulaciones que fue implementando la gestión de Sturzenegger durante el año pasado y su objetivo primordial: mayor competencia.

En este sentido se inscriben también todas las medidas implementadas para fomentar la banca móvil a través de la telefonía celular, y la entrada de nuevos jugadores al mercado de pagos como PayPal.

Otro punto fuerte es que los clientes comparen y obliguen a los bancos a competir por ofrecer los mejores precios. Es decir, mejores tasas.

"Desde el punto de vista de préstamos minoristas, las principales líneas que vamos a impulsar son los préstamos hipotecarios (otorgados en UVA, unidades de valor que se ajustan por inflación) que, si se cumple la expectativa de baja de inflación, van a tomar un volumen muy importante. Si prevemos un baja de inflación entendemos que las tasas también van a tender a la baja por lo cual los spread van a ser menores", explicó Nicolás Rojas, gerente de Productos de Banca Minorista del Galicia.

A eso hay que agregarle el crecimiento sostenido que viene teniendo la financiación en dólares a empresas, impulsada a partir de desregulaciones impulsadas por el Central y de la entrada de divisas producto del blanqueo. Según Arrigoni, "los bancos tendrán un año desafiante para encontrar alternativas de inversión para todos los dólares que ingresaron con el sinceramiento".

Indicadores del sistema

Nuevos tipos de préstamos podrían incentivar al sector

$ 2100
Millones

Es el monto que acumulan los préstamos en Unidades de Vivienda (UVA) ajustables por inflación, que promueve el Banco Central

$ 150.000
Millones

Son los intereses pagados por las Lebac; gran parte de este dinero fue captado por las entidades bancarias

2,4%
Rentabilidad

Es el nivel anualizado de ganancia del conjunto de bancos; el índice está en baja 

Fuente: La Nación