crisis financiera

Bancos tendrían que reunir u$s 1,2 billón para evitar un nuevo momento Lehman

martes, 10 de noviembre de 2015

La capacidad total de absorción de pérdidas debe ser 16% de los activos ponderados por riesgo en 2019 y 18% para el 2022. Y el ratio de apalancamiento, pasar de 6% a 6,75%.

Los colosos bancarios ahora saben qué costo tendrá para ellos contribuir a que el sistema financiero global no tenga otro momento Lehman. El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por su sigla en inglés), que creó el Grupo de los 20 luego de la crisis, dio a conocer su plan para lidiar con los bancos que se consideran demasiado grandes para quebrar.

Las entidades crediticias más importantes en el plano sistémico deben tener una capacidad total de absorción de pérdidas equivalente al menos a 16% de los activos ponderados por riesgo en 2019, lo que aumentará a 18% en 2022, dijo ayer el FSB. También se impondrá un ratio de apalancamiento que irá desde un 6% inicial a un 6,75%.

El déficit que enfrentan los bancos conforme a la disposición del 18% va desde 457.000 millones de euros hasta 1,1 billón de euros (u$s 1,2 billón), según el FSB.

Excluidos los tres bancos chinos de la lista de 2014 del FSB de las instituciones más importantes del mundo en el plano sistémico, el espectro va desde 107.000 millones de euros hasta 776.000 millones de euros.

El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, que encabeza el FSB, dijo que las reglas hacen que una quiebra bancaria sea menos probable. Con anterioridad, las "entidades crediticias, los acreedores no asegurados de un banco dependían de forma implícita y, en última instancia, también explícita, de que el Estado los respaldara, por lo cual no prestaban mucha atención a qué hacían las instituciones", dijo Carney a la prensa ayer en Bruselas. "Ahora forman parte del juego, por así decirlo, y ejercerán mayor presión de acuerdo con sus obligaciones fiduciarias, lo cual hará menos probable una quiebra".

Las reglas del FSB separan el pasivo necesario para mantener el funcionamiento de un banco de las deudas exclusivamente financieras, tales como pagarés emitidos para financiamiento. Mediante el "rescate" de los bonos, los reguladores apuntan a asegurar que una entidad crediticia en problemas tenga los recursos para recapitalizarse sin usar fondos públicos y seguir operando. Un cambio es que la deuda preferente queda expuesta de forma explícita a pérdidas. 

Fuente: El Cronista