política monetaria

El spread del blue: por qué es tan variable el precio de compra y venta

jueves, 10 de septiembre de 2015

En la city porteña operan "arbolitos" y cueveros, que establecen diversos valores entre las puntas de comercialización. ¿Qué condiciones genera que la distancia entre ofrecer o demandar un dólar en la calle llegue a variar desde los diez centavos hasta un peso?

El precio del blue se lleva toda la atención mediática, pero cada vez que se menciona el número se hace referencia al tipo de cambio vendedor de ese mercado informal. En cambio, raras veces se toma nota de la otra punta, es decir la del precio al cual las "cuevas" le compran los dólares a los proveedores.

Lo cierto es que, mientras el volumen de ese mercado ilegal crece en la medida que se recorta el monto autorizado legalmente para comprar el "dólar ahorro", la punta compradora del blue adquiere importancia. En definitiva, si el dólar paralelo baja es porque hay gente dispuesta a engrosar la oferta, ya sean turistas o mini-especuladores que quieren ganar con el "puré".

Muchos se ilusionan con la posibilidad de ganar 65% más que lo que se consigue en bancos y casas de cambio.

Para esos vendedores de billetes verdes, el tipo de cambio relevante no es el que sale en la tapa de los diarios, sino el tipo de cambio comprador. Y es allí cuando muchas veces se llevan una sorpresa, porque la diferencia (o spread) que existe entre las puntas de compra y venta de la divisa norteamericana puede fluctuar hasta hacerse muy grande.

Así, en las cuevas de la city porteña la distancia entre los extremos puede alcanzar hasta un peso, mientras que en el referente máximo oficial de dólar minorista, el Banco Nación, es de sólo 10 centavos entre el precio de adquisición del billete y de comercialización al público.

¿Por qué los vendedores ilegales "deprecian" tanto el valor del dólar a la hora de realizar una oferta para comprarlo, pero, en cambio, lo comercializan al precio más caro del mercado?

Vendedores

Para responder esta pregunta, cabe apuntar una aclaración fundamental: existen dos tipos de "dealers" en la plaza marginal, por un lado los "buscas" que se dejan ver por la calle y, por otro, las cuevas montadas en una oficina.

En el primer caso, los también llamados "arbolitos", están más expuestos en la vía pública y, por lo general, son intermediarios de los mayoristas del negocio.

Además, sus ventas son "al paso" y en pocas cantidades, por lo que están dirigidas a la compra de divisas a algunos turistas necesitados de cash a un mejor precio que el que pueden conseguir al tipo de cambio oficial ($9,30). O bien, a la venta a ahorristas que desconocen los "lugares estables" con mejores condiciones de compra.

En consecuencia, los valores de referencia de los "arbolitos" entre la compra y venta establecen una distancia (un spread) más amplia que en una cueva.

Esta diferencia puede llegar a ser de un peso en épocas de cambios abruptos en los precios por un nerviosismo en el mercado (como a fines de agosto cuando tocó los $16), o por los amplios controles de Gendarmería en la calle.

Es decir, toda condición que implica un mayor riesgo o rentabilidad para la transacción se "recarga" en el valor del billete para la venta.

En cambio, el valor de compra dependerá del "stock" de divisas que haya circulando en la calle y de los vaivenes que se registren en el precio, al considerar los picos alcanzados en su cotización.

"A principios de agosto, cuando el billete se encaminó a pasar los $15, al principio nadie quería vender dólares porque se pensaba que iba a seguir aumentando, como efectivamente pasó, por lo que el spread subió mucho por cobertura de precio", relata un cambista experimentado.

Por ejemplo, según se pudo comprobar en la calle Florida en una de esas jornadas, se ofrecía hasta un precio mínimo de entre $14,20 a $14,70 por billete, pero a la venta valía entre $15 a 15,20 pesos. Es decir, una diferencia de hasta un peso, lo que representa una ganancia de 7% en un pase de manos.

Y agrega el operador: "Días después, cuando se acercó a los $16, la oferta de papeles se hizo más evidente porque los vendedores consideraban que se había llegado a un nuevo techo y se desprendieron de billetes. Con la mayor cantidad de dólares y pocos compradores el spread bajó bastante y se normalizó".

Así, en una jornada cambiaria "normal", la distancia entre compra/venta que establece un "arbolito" es de entre 30 a 40 centavos, ya que parte de esta ganancia va al "mayorista" y la otra parte al propio vendedor, en la que considera el riesgo asumido ante el cambio constante de precio, la exposición que tiene ante las autoridades y el poco volumen operado. Por lo que la rentabilidad que solicita es mayor por operación para que le cierre el negocio.

Por mes, estos "vendedores ambulantes" pueden ganar un promedio de $15.000 mensuales, dependiendo el ritmo de la jornada. "Algunos se llevan hasta más del doble, depende mucho de la zona y contactos que se hagan", dicen en la city.

Cuevas verdes

En cambio, las cuevas funcionan en oficinas, o bien, escondidas en locales comerciales o departamentos privados, y para acceder a ellas, en muchos casos, se debe tener una recomendación para el acceso.

Estos ámbitos cerrados son organizados, tienen vendedores con formación universitaria y un administrador que se encarga de operar "la caja". Además están conectados a redes informáticas donde conocen la cotización del billete paralelo en el "minuto a minuto".

Otra característica de las cuevas es que mueven volúmenes más que interesantes. Por ejemplo, una mediana puede llegar a movilizar en un día hasta unos u$s500.000.

Justamente, esta comercialización por cantidad es lo que genera que los precios que ofrecen al público, tanto para compra como para venta, sean los más atractivos dentro de la plaza paralela.

Por lo que el spread entre compra y venta es más chico, y orilla entre los 10 a 15 centavos, que cubre la ganancia que obtienen. En caso de volatilidad, se amplía a unos 30 centavos.

Es decir, salvo excepciones, en este caso la distancia (o spread) es muy similar a la que tiene el mercado oficial. 

Fuente: iProfesional