Judiciales - tarjetas de crédito

Cliente le ganó un juicio a banco privado por "daños y perjuicios"

martes, 13 de enero de 2015

En primera instancia el tandilense logró un fallo por 25.000 pesos. La contraparte apeló y el resarcimiento ascendió a 80.000 pesos.

En una sentencia poco habitual, el cliente de un banco se impuso en un litigio judicial por incumplimiento contractual y daños y perjuicios, tras quedarse sin saldo en Europa, donde había realizado un viaje junto a su mujer.

El vecino de Tandil le ganó el juicio al Banco Galicia, en dos instancias, con una particularidad: primero reclamó 50.000 pesos, el juez de primera instancia le otorgó 25.000, la entidad crediticia apeló, y la Cámara aplicó un resarcimiento aún mayor, de 80.000 pesos.

La reciente sentencia fue emitida por los doctores Ricardo César Bagú y Esteban Louge Emiliozzi, magistrados de la Cámara de Apelaciones Departamental -Sala I-.

El banco había solicitado a la Alzada la deserción del recurso, pero terminó perdiendo en todos los campos.

Todo comenzó cuando el cliente denunció "un deficiente asesoramiento brindado por la entidad demandada que le produjo inconvenientes con la utilización de su tarjeta de crédito en un viaje en el exterior", concretado en septiembre de 2012.

Antes de partir, el vecino pidió una extensión del límite de la tarjeta, atendido en las oficinas del Galicia por un oficial de negocios y pymes, quien le explicó que sólo se le podría otorgar una ampliación acotada, que no resultaba útil frente a los gastos previstos para el viaje, entre otras cosas porque las certificaciones y constancias de sus ingresos obrantes en la carpeta respectiva, no permitían habilitar márgenes mayores.

No obstante, el empleado jerárquico le sugirió como solución el depósito de dinero en efectivo en la misma cuenta, para de tal modo contar con un saldo a favor que le permitiera la utilización de la tarjeta hasta el límite del depósito, con más el crédito habitual que ya disponía. También se le informó que en el caso de no llegar a gastar el total, la devolución sería automática, a su solo requerimiento. Entonces el cliente concretó dos depósitos de 10.000 pesos cada uno.

SORPRESA

La sorpresa llegó en el viejo continente, donde el cliente empezó a recibir el rechazo (denegado) con la lógica zozobra que tan inexplicable situación le generaba, además de los inconvenientes de no disponer de posibilidad de pago.

Ahí sobrevino una "interminable serie de llamadas telefónicas a su costo y remisiones de mails a la sucursal local durante varios días, recibiendo como respuesta que era ´imposible´ que ello ocurriera dado que en la pantalla aparecía gráficamente el saldo a su favor, por lo que el funcionario del banco seguía insistiendo en la supuesta disponibilidad del margen para gastar".

Luego una telefonista de Visa le respondió que "en Tandil deberían haber sabido que las tarjetas de crédito no se utilizan como cajas de ahorro o cuentas bancarias, por lo que el uso que pensaba darle fue imposible siempre".

Al regreso intercambiaron cartas documento, y hasta se produjo la visita de un escribano en el banco, para constatar que de los 20.000 pesos sólo le devolvían 12.200 pesos ese día, y el saldo 12 días después.

En su réplica, el banco indicó que el cliente "realizó los depósitos en la cuenta VISA por su propia voluntad a fin de sortear el cepo cambiario imperante en la materia, puesto que así como no podía acreditar mayores ingresos frente a su mandante a fin de obtener la ampliación del límite de la tarjeta, tampoco lo podía hacer frente a la AFIP a fin de conseguir la autorización que le permita comprar un mayor monto en divisas extranjeras".

La Cámara de Azul desestimó el planteo de deserción del recurso interpuesto por el Banco Galicia, y confirmó la sentencia del Juzgado Civil 3 elevando el monto de condena a 80.000 pesos, más intereses. También los jueces propusieron que las costas sean soportadas en un 20 % por la actora y en un 80% por la demandada. 

Fuente: La voz de tandil