mercado bancario

La devaluación permitió a los bancos compensar regulaciones y caída del crédito

lunes, 29 de diciembre de 2014

La ganancia extraordinaria de enero les permitió armar un colchón de utilidades que compensó la menor intermediación financiera que se produjo por la recesión, peores expectativas económicas y suba de tasas tras el salto cambiario. También ayudaron las compras de Lebac, que implicó una duplicación del stock en los bancos privados, tras el salto de su rendimiento. Las tasas máximas sólo hicieron canalizar el crédito hacia los deudores menos riesgosos. También cayeron los depósitos

Se va un año de regulaciones que afectaron las tasas de interés de los préstamos, de los plazos fijos, las comisiones y la capacidad de inversión en activos dolarizados, también de recesión y malas expectativas económicas, pero que los bancos pudieron sortear obteniendo ganancias en sus balances. Los ayudó la devaluación de enero pasado, que les dejó una utilidad extraordinaria, que a su vez les permitió compensar el menor rendimiento que dejó el negocio principal de las entidades, otorgar préstamos.

El mejor trimestre para el sector fue el primero porque tenía, en promedio, el 70% del patrimonio posicionado en dólares y la devaluación les generó una ganancia extraordinaria. El Banco Central (BCRA), al mando de Juan Carlos Fábrega, reaccionó obligándolos a vender el excedente de activos dolarizados hasta el 30% del patrimonio y más tarde al 20%. Pero a su vez subió la tasa de las Lebac del 16 al 28%, aunque luego la bajó a 27%, y los bancos pudieron volcar la liquidez excedente en las letras con las que se financia la entidad monetaria.

Porque la demanda de crédito privado se desaceleró por la baja de la actividad económica, las expectativas de desempleo y el encarecimiento de los créditos tras el alza de las Lebac. Y hubo un leve incremento de los deudores incobrables (menor a un punto porcentual).

En junio, el gobierno les impuso las tasas máximas, atadas a las de Lebac, para los créditos personales, prendarios y con tarjetas de crédito para estimular el financiamiento al consumo. La respuesta de las entidades fue otorgar financiamiento a los clientes menos riesgosos y, para mantener los márgenes, bajar las tasas de los plazos fijos, hasta que la Badlar cayó a niveles del 20%.

Mientras tanto, el mayor financiamiento al Central y la caída de los préstamos a los privados -del 18% en términos reales, a pesar de los programas de estímulo que creó el gobierno-duplicó la exposición de los bancos privados al sector público (21,3% de sus depósitos).

Así se llegó al último trimestre del año, en que el nuevo presidente del BCRA, Alejandro Vanoli, puso un piso a las tasas de los plazos fijos minoristas, también atada a las Lebacs. Y está analizando un parámetro para atar los aumentos de las comisiones bancarias.

Pero hasta noviembre los depósitos a plazo fijo habían caído en términos reales (9%) por primera vez en cinco años y el número de cuentas sueldos se contrajo por el menor nivel de empleo.

"La devaluación fue one shot, de una vez y para siempre; generó un colchón para aguantar el resto del año. Pero el negocio core, la intermediación financiera, no crece como debería, en su potencial", explicó una de las cámaras.

Por devaluación, la ganancia respecto del activo saltó al 3,8% en el primer trimestre y en septiembre, el último dato que provee el BCRA, había acumulado el 1,6%. El resultado por intereses, producto de la intermediación financiera, se redujo de 5,9 a 5,7% en la comparación anual de los primeros nueve meses. El total fue de 4,6%, 1,5 punto más que en 2013.

"En algunos bancos, los resultados están enmascarados por la ganancia de enero por la devaluación; fue todo lo que hicieron en el año. Si se desafecta la ganancia extraordinaria, el negocio core de los bancos ha disminuido mucho", coincidió Valeria Azconegui, analista del sector bancario de la calificadora Moody?s.

"El objetivo de la regulación era fomentar a los sectores productivos, cuidar a los deudores, pero la reacción por parte de los bancos fue cuidar sus balances y, finalmente, el objetivo inicial quedó desdibujado: los bancos no prestaron más, sino que en consumo incrementaron los requisitos de los deudores para tomar préstamos y en las corporate y pymes buscaron cumplir cada semestre con las líneas productivas pero seleccionando cuiadadosamente a quiénes les prestan. Y el nivel de actividad no genera necesidades de crédito", explicó.

"Se trata de un sector que, a pesar de las vicisitudes, encontró la manera de mantener sus márgenes de ganancias", dijo Juan José Vázquez, analista senior de Research de Cohen sociedad de bolsa.

Según explicó, la relación entre el precio de la acción y las utilidades por acción (price/earnings) muestra que tienen bastante recorrido por delante: Macro (7,5), Galicia (7,6), Frances (8,5), Santander (6,77), Patagonia (4,67), Hipotecario (10,19) mientras los pares latinoamericanos arrojan 12,1.

Lo mismo en las utilidades sobre el patrimonio (ROE), hoy del orden del 36,3% que empata a la inflación, mientras que el de los regionales es de 19,2% y el de EE.UU., 11,5%, con índices de precios de un dígito.

Moody?s espera que en 2015 no se repitan las utilidades de este año. "La ganancia por devaluación no se puede repetir por la reducción de inversión en moneda extranjera. Y si el negocio core se redujo, la expectativa es que los resultados sean bajos", dijo Azconegui, porque prevé otra caída de la cartera de préstamos. 

Fuente: El Cronista