políticas monetarias

Intentarán trabar la aceleración y evitar default total

lunes, 25 de agosto de 2014

Nuevo agente de pago es clave para frenar a bonistas

A partir del 30 de septiembre, cuando se cumplan 60 días del default sobre los bonos Discount, los inversores podría pedir una aceleración de los pagos de la deuda, con lo que podrían exigirle a la Argentina que pague al contado el 100% del capital en vez de esperar los plazos de las reestructuraciones, hasta 2038. Este escenario haría caer los canjes de 2005 y 2010, con lo que sería necesario volver a renegociar la totalidad de la deuda.

"Sabemos que nos van a acelerar. Los estamos esperando", señaló el ministro Axel Kicillof la semana pasada. Se estima que ya hay inversores comprando bonos Par (los que tienen el valor nominal más bajo) para pedir la aceleración de la totalidad de la emisión. Esto se puede conseguir con un 25% de la serie, con lo cual podría lograrse con unos u$s 625 millones. La probabilidad de que se acelere la deuda es, por lo tanto, bastante alta. Pondría bajo serio riesgo los canjes de deuda y obligaría a ofrecer nuevos bonos a los inversores. En esta condición quedaría la totalidad de la deuda argentina emitida con legislación extranjera, por un monto cercano a los u$s 29.000 millones.

La elección de Nación Fideicomisos para reemplazar al Bank of New York como agente de pagos de los bonos internacionales está directamente relacionado con el peligro de una aceleración de la deuda. Sucede que los bonistas de "segunda generación" que se presenten con los títulos reestructurados para pedir la aceleración de la deuda deberán hacerlo ante la entidad argentina. "Lo más probable es que Nación nunca termine de confirmar que se juntó el 25% de los títulos, por lo que nunca daría lugar a la aceleración de la deuda". Además la designación está incluida en el proyecto de ley que el Gobierno envió al Congreso, que además cambia el domicilio de pago de los bonos (en forma voluntaria) y considera lo actuado por el Gobierno en materia de deuda "de orden público". Sin embargo, esta institución no podrá pagar la deuda bajo legislación Nueva York, el mismo problema que el BoNY.

Esta situación dejaría a la deuda argentina en un verdadero limbo, con una parte de deuda en cesación de pagos, al tiempo que un grupo de bonistas reclamará nuevas condiciones para los bonos que tienen en su poder. Tampoco está claro que la Argentina pueda correr en forma unilateral al agente fiduciario, es decir el BoNY, sin la aceptación expresa de los bonistas. Por lo tanto, también la entidad podría hacerle juicio al Gobierno por haber violado el contrato que une la relación entre ambos.

En las próximas semanas habrá varias fechas importantes en relación con el futuro de la deuda. El 18 de septiembre, la Cámara de Apelaciones neoyorquina debe definir qué sucederá con los bonos emitidos con ley local, pero que no cotizan en el mercado local. Thomas Griesa autorizó el pago del Discount con ley argentina, pero aclaró que sería "por única vez". Por eso, el Gobierno busca eliminar incertidumbre respecto de los futuros vencimientos en esas condiciones. El 30 de septiembre vencen los intereses del bono Par. En caso de aprobarse el proyecto de ley el dinero dejará de depositarse en el BoNY y pasaría a Nación Fideicomisos.

En la primera institución todavía están congelados los u$s 539 millones que el Tesoro depositó para pagarle a los bonistas bajo ley neoyorquina, pero los fondos nunca llegaron a destino. Además, el 3 de octubre cae otro vencimiento clave de intereses, el del Boden 2015. Si bien se trata de un bono emitido con legislación local, aún no hay seguridad que pueda girarse el dinero a los tenedores que se encuentra fuera de la Argentina, a través de Clearstream.

Fuente: Ambito