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Brasil inyecta más fondos para sacar su economía a flote

jueves, 21 de agosto de 2014

El Banco Central libera R$ 10.000 millones con el fin de facilitar el financiamiento de vehículos

Los paquetes que anunció ayer el gobierno brasileño buscan evitar que el crédito bancario se desacelere por debajo de la expansión prevista por el Banco Central (BC) para este año, de 12%, al incentivar especialmente al crédito consignado y el financiamiento de vehículos.

Pero el desempeño del mercado dependerá de la demanda de crédito de las familias, según fuentes de bancos oficiales consultadas por Valor.

El conjunto de medidas contempla la liberación adicional de R$ 10.000 millones en depósitos compulsorios para que los bancos apliquen en préstamos y un alivio de R$ 15.000 millones en el encaje bancario para incentivar la expansión de los créditos. Incluye además cambios en la legislación.

El nuevo paquete se anunció dos semanas después de que los principales banqueros del país pidieran, en una reunión con el ministro de Economía, Guido Mantega, que se flexibilicen las reglas bancarias para evitar una desaceleración más fuerte del crédito, uno de los principales factores que sostienen la débil demanda agregada.

El gobierno brindó especial atención a los préstamos para la compra de vehículos, que lideraron el ciclo de expansión de crédito en los últimos años, pero venían achicándose desde 2013.

Una de las medidas anunciadas por el BC ayer permite la liberación de los depósitos compulsorios solamente para aquellas instituciones financieras que amplíen al menos un 20% la concesión de préstamos para vehículos. Hasta entonces, el beneficio contemplaba a todos los bancos, independientemente del crecimiento de sus carteras. "El objetivo es que aumenten las operaciones en relación a lo que se contrató en el primer semestre", dijo el jefe del Departamento de Operaciones Bancarias y Sistemas de Pagos del BC, Daso Coimbra.

La autoridad monetaria quitó el castigo aplicado a los bancos que financian vehículos con plazo superior a los 60 meses de contar con más capital. La euforia del mercado de crédito hasta 2010 fue traccionada, en gran parte, por la oferta de crédito para la compra de autos con pago en un plazo de hasta 100 meses.

Por otro lado, Economía encaminó una propuesta para cambiar la legislación que permitirá quedarse más rápidamente con los automóviles cuando el cliente no pague las cuotas. La expectativa es que en esos casos el plazo para quedarse con los vehículos, que hoy es de 18 meses, caiga a cerca de tres o cuatro meses. La alta insolvencia y la dificultad para recuperar las garantías fueron los dos factores por los cuales los bancos se alejaron del mercado de autos.

Pero el BC insistió que el segmento de financiamiento de vehículos se mantiene débil no solo por la falta de oferta, sino por la ausencia de demanda. Los recortes impositivos que dio el gobierno para estimular la compra de autos llevaron a los consumidores a adelantar sus compras.Fuentes de bancos oficiales reconocen que la falta de demanda es un problema, pero indican que las primeras señales son buenas. La búsqueda por financiamientos habría aumentado ligeramente en julio. Los índices de confianza de los consumidores registraron una pequeña reacción en los últimos dos meses, y la caída de la inflación contribuyó a aumentar la renta real -dos factores vinculados con la demanda por préstamos.

En el área de crédito consignado, el BC concedió dos alivios importantes para los requerimientos de capital de los bancos. Uno fue extinguir el pedido más alto de capital, de 150%, para las operaciones con plazos remanentes superiores a los 60 meses. Otro fue reducir de 75% a 50% las exigencias de capital para crédito consignado en los casos de empleados públicos con estabilidad, un grupo que incluye básicamente a los empleados federales.

Efecto limitado

Pero las medidas de estímulo al crédito anunciadas ayer tendrán un efecto limitado en la expansión de los préstamos, y en consecuencia, de la actividad económica, según analistas y ejecutivos de bancos.

Los principales efectos se concentrarán a mediano plazo, aunque asociaciones vinculadas a la industria automotriz cuenten con un aumento de la oferta de crédito de vehículos a partir del momento en que se publiquen oficialmente las acciones.

Los economistas evalúan que el impacto de los estímulos tiende a abreviarse por la demanda débil de crédito, que sigue deprimida por el escenario económico incierto.

"¿Son medidas de estímulo? Teóricamente, sí. ¿Son relevantes para alimentar el crédito? No", afirmó Carlos Kawall, economista jefe del Banco J. Safra, quien recordó que el problema del escaso crecimiento no es la falta de liquidez de los bancos, sino la búsqueda reducida.

Kawall dijo que, por eso, las medidas no pueden leerse como una acción de política monetaria, ni como señales en relación a los próximos pasos del BC. "Aunque haya una intersección entre macro-prudenciales y política monetaria, el BC dejó claro que el anuncio no es una señal de que la tasa de interés puede caer ni una sustitución de una eventual reducción", afirmó.

"No existe el espacio para que el crédito aumente de forma repentina. Los bancos grandes dejaron atrás ahora un período de ajuste de balance y creo que es baja la disposición para aflojar la aprobación del crédito", señaló la economista de Tendencias Consultora Integrada, Mariana Oliveira. La especialista no cambiará su proyección sobre el avance del crédito para este año, que es de 11,2%. "Las medidas tienen potencial a mediano plazo", agregó.

Los bancos también esperan levantar resultados en el mediano plazo. Domingos Abreu, director vicepresidente de Bradesco, cree que el impacto de los anuncios recién se sentirá dentro de uno o dos años. En un evento en San Pablo, Abreu dijo que la demanda por financiamientos mejoró en los meses de julio y agosto.

Otro ejecutivo de Bradesco, Octavio Lazari Junior, cree que las medidas que anunció Economía para el crédito mobiliario tienden a agilizar la concesión de financiamiento. De acuerdo a sus cuentas, las medidas reducen en hasta 20% el plazo para liberar el dinero. Lazari Junior también preside la asociación de crédito inmobiliario (Abecip). Hoy el plazo es de entre 20 y 45 días para procesos sin problemas.

"Vemos muy bien todo ese andamiaje (de medidas). No resolverá los problemas de confianza y de recuperación del crédito en el cortísimo plazo, pero genera una perspectiva más favorable para los próximos meses y para 2015", dijo el director de relaciones con inversores de Daycoval, Ricardo Gelbaum.

Para la agencia de clasificación de riesgo Fitch Ratings, las medidas impactarán positivamente en las carteras de crédito de los bancos públicos. Sin embargo, en ese caso el crecimiento más significativo no necesariamente llegaría por el efecto de expansión de la liquidez, y sí "como parte de la agenda de política económica en general", según la agencia.

En relación a los bancos privados, Fitch afirmó que el BC enfrentará el obstáculo de la baja disposición para prestar de esas instituciones l 

Fuente: El Cronista