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Bancos y buitres siguen negociando, pese a la inflexibilidad argentina

lunes, 11 de agosto de 2014

La pelea por la deuda en default En público, el Gobierno dice que no pagará más que lo que les pagó a los bonistas. En privado, deja hacer. Qué se discute hoy.

El último enojo del juez Thomas Griesa con el Gobierno argentino, que podría llevar al magistrado de Nueva York a declarar en “desacato” a los funcionarios, no empeoró (pero por supuesto, tampoco mejoró) el clima ni el ritmo de negociaciones que mantienen bancos internacionales con los fondos buitre. Se trata de darle forma a un acuerdo que lleve, en última instancia, a reponer la cautelar, sacar a la Argentina del default y despejar el camino para una regularización completa de la deuda soberana.

Lo que se sabe y ya es público es que los bancos JP Morgan, Citi, HSBC y Deutsche mantienen conversaciones con los abogados de los fondos buitre que tienen en sus manos una sentencia firme por 1.650 millones de dólares.

Lo último que se filtró es que los bancos comprarían (junto a un grupo de empresas) una parte del juicio, con la opción de vendérselo nuevamente a los buitres –aunque a un precio menor al que estarían pagando hoy– si no llegan a un acuerdo con la Argentina a partir de 2015, es decir, cuando el país pueda negociar libremente sin la amenaza de la cláusula RUFO.

Clarín tomó contacto ayer por la tarde con una fuente directamente vinculada a las negociaciones, que le resumió el estado de situación.

–Las negociaciones van lentas. Los abogados son muy cautelosos. Se discute qué porción del juicio comprar, a qué precio, y quiénes y pondrían los fondos.

La fuente confirmó lo que ya se hizo público estos días: que el empresario Eduardo Eurnekian está metido en el tema y prometió traccionar a otros empresarios locales para hacer un aporte de dinero. “El problema es que no es mucho el dinero que se puede juntar en la Argentina”, relató la fuente. “Por eso no descartamos intentar involucrar en la movida a los fondos de inversión que tienen bonos del canje, a ellos les va a interesar que sus bonos levanten el precio cuando se reponga el stay”.

-Hay señales del Gobierno para que avancen con la negociación?


-Sí. Pero igual es difícil. Porque en definitiva salimos a ofrecer un negocio en el que invitamos a los inversores a perder plata. Seguramente vamos a pagar 100 por algo que luego el Gobierno nos va a pagar menos. Pero en conjunto se ganará, porque subirán los precios del resto de los bonos, de los activos, de las empresas ...

El economista Gabriel Rubinstein se preguntó por qué el Gobierno no sale a buscar un “waiver” (perdón) entre los bonistas del canje para anticipar la caída de la cláusula RUFO, ¿será que sigue pensando en no pagar nunca 100% a NML y compañía?

Estos dilemas son los que hoy marcan los límites de una muy difícil negociación, que se sigue con atención en todo el mundo. 

Fuente: Clarín