políticas monetarias activas

Bancos privados analizan reducir créditos prendarios y refinanciaciones

lunes, 16 de junio de 2014

La decisión del Gobierno de fijar un tope a las tasas de interés que cobran las entidades bancarias para los préstamos personales y prendarios fijado por el Banco Central la semana pasada será puesta a prueba a partir de hoy en la city porteña. Varios bancos privados de primera línea ya comunicaron extraoficialmente a sus gerentes y ejecutivos que “analizen” mas minuciosamente las refinanciaciones de créditos y los préstamos ofrecidos a los clientes que no tengan cuentas “premium”.

Los banqueros sostienen como argumento central para el bloqueo en la oferta de créditos al efecto de caída en los depósitos que sufrirán a corto plazo para no quedar desencajados, ya que con tasas activas controladas, deberán reducir las tasas pasivas para no quedar desencajados, reduciendo así el atractivo de plazos fijos que le ganen o empaten a la inflación. “Sin tasas activas que al menos le ganen en un 30% a las tasas pasivas no hay negocio para los bancos”, confió a BAE Negocios un banquero que hace mas de 30 años que transita las calles de la city.

Sin embargo, para los clientes de los bancos, la regulación de las tasas de interés, que rigen para los créditos nuevos y señala que las techos de las tasas debieran ubicarse entre el 35 y 41 por ciento, podría no solo afectarlo en la reduccion de oferta, sino particularmente en las refinanciaciones de deuda. Así, si los bancos optan por racionar el crédito, serán los que tienen tasas de mora más elevadas (es decir los sectores bajos y medios) los que mas podrían verse perjudicados. Con esta idea es que el ministerio de Economía sigue muy de cerca las tasas que se cobran para refinanciaciones. En ese sentido, Emanuel Álvarez Agis, el viceministro de Economía, recalcó el jueves pasado que “los límites rigen para nuevos créditos o para aquellos préstamos ya otorgados pero que tengan refinanciaciones”. Poco antes, el ministro de Economía, Axel Kicillof, había criticado que “la actividad bancaria” se haya “concentrado exclusivamente en el crédito” para el “consumo”. Kicillof señaló que “no me interesa que los bancos pierdan plata, lo que me interesa es que no ganen de más a costilla de la gente porque, cuando los bancos se exceden en las comisiones y en las tasas de interés, ya empiezan a trabajar como un obstáculo al consumo”. Desde los bancos, en tanto, creen que la medida podría terminar afectando precisamente al consumo. Pero acaso el mayor temor es que la reducción de tasas termine por recalentar el mercado cambiario y fogonee al dolar “blue”, agrietando aún más la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el informal, que ya llega al 44 por ciento.

En el Gobierno no disimulan su intención y apuntan que la medida intenta reducir las ganancias extraordinarias de los bancos. Un buen ejemplo del gran negocio lo remarcó el economista Ernesto Mattos, del Centro de Investigación y Gestión de la Economía Solidaria (Ciges). Mattos muestra en un informe que los préstamos al consumo representan el 40% del crédito total, mientras que los prendarios son el 17 por ciento, en tanto que la suba de tasas en el primer caso pasó de 33% en 2001-13 a 45% en los últimos meses, mientras los prendarios están al mismo nivel del lapso de 2002-03, cuando la Argentina vivió la peor crisis financiera en décadas. “Sin regulación de la tasa, por cada $100 depositados el banco ganaba entre $30 y 50, mientras devolvía por depósitos un máximo de 20″, finaliza Mattos. 

Fuente: DiarioBAE