políticas monetarias

El Central los ve pasar: se impone el "dólar shopping" y cada comercio usa un tipo de cambio a medida

viernes, 27 de diciembre de 2013

Quienes llegan al país con moneda extranjera saben que vale más que la cotización oficial. En tanto, los comerciantes pugnan por hacerse de esas divisas. Algunos, hasta ofrecen promociones pensadas para sacar rédito de la brecha cambiaria

La estrategia del Gobierno de incrementar el recargo al dólar tarjeta y evitar un desdoblamiento formal del mercado cambiario tiene, a ojos de los analistas, algunos pros y contras.

Como aspecto positivo, destacan que el no haber desdoblado, se evitó el descontento de organismos internacionales, aquellos con los que se busca hacer buena letra para que en algún momento habiliten la ventanilla de dólares.

Como lado negativo, hacen referencia a una mayor presión alcista sobre el blue, a la mayor dificultad para cerrar la brecha y también a la menor oferta de divisas, ya que muchos particulares que estarían dispuestos a vender sus billetes -pero a un precio mayor al oficial- no encuentran un mercado alternativo para hacerlo.

Y en este grupo se ubican los turistas que llegan al país, que buscan sacar rédito del activo que tienen en sus manos, evitan las casas de cambio e impulsan los llamados "dólar conserje" y "dólar shopping".

Cabe recordar que hasta antes del cepo el turismo era un rubro superavitario y quienes llegaban del exterior volcaban sus divisas a bancos y casas de cambio, al no haber brecha. Hoy día, eso ya no es así.

"En la actualidad, más del 40% de los dólares que traen se van al circuito marginal, no los recibe el Banco Central, lo que termina siendo otro obstáculo para sumar fondos", afirma Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de la consultora Ecolatina.

De este modo, en lo que va del año, cerca de u$s1.000 millones se volcaron al blue frente a los u$s1.800 millones que fueron a las arcas del Banco Central.

Dólar shopping

El abanico de cotizaciones que se puede observar al ir de shopping es amplio y va desde el valor oficial a casi los $9.

Los expertos explican que las diferencias entre los distintos comercios también forman parte de una "pelea" entre las marcas por captar a los turistas, algo que cobra suma relevancia en los tiempos que corren.

Al caminar por un centro comercial, resulta fácil apreciar que muy pocos negocios exhiben el cartel en vidriera que indica a cuánto toman el dólar. Para saber qué cotización consideran los turistas deben ingresar al local y preguntar.

Existe una diferencia muy marcada.

• Las grandes cadenas de electrodomésticos o algunas firmas internacionales son las que bajan una línea más clara a los empleados y encargados. En general, por cuestiones de administrativas y de control, refieren al oficial.
• Los dueños directos de comercios chicos o casas de ropa nacionales se mueven con mayor elasticidad. "Se fija el valor según la procedencia del turista y la mayor o menor necesidad que tenemos de vender el producto", reconoce el titular de una casa de cuero y marroquinería.

Una grata sorpresa se llevan aquellos que, dólares en mano, se acercan a comprar a comercios del primer piso de Alto Palermo, ya que allí -claramente- "valoran" el pago en divisa extranjera.

En efecto, en una de las marcas líderes de ropa femenina, las vendedoras muestran entusiasmo ante la posibilidad de pactar la operación en dólares.

"Lo tomamos a $9,00", afirman. Inclusive, señalan que se trata de un "beneficio exclusivo" pensado para quienes abonen en cash.
Incluso, dentro de un mismo centro comercial el dólar va adquiriendo diferentes "cotizaciones" de acuerdo con el comercio al que se ingrese y -por insólito que parezca-, caminando apenas unos pasos los extranjeros pueden incrementar su poder adquisitivo en más de un 30%.

En el segundo piso de ese shopping, por ejemplo, una de las principales firmas de lujo -especializada en la venta de carteras- también busca captar billetes verdes con una "original" promoción.

"Lo tomamos a $6,50, pero hacemos un 30% de descuento en el producto a todos aquellos que paguen con moneda extranjera", afirma la encargada.

Según Fabián Castillo, de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), "a muchos dueños de locales los incentiva el hecho de hacerse de algunos dólares".

"Lo tomamos a $8,50", contesta el encargado de un local de ropa que apunta al segmento adolescente, ubicado en el primer piso de Alto Palermo.

En tanto, desde un negocio de indumentaria para mujeres una de las vendedoras afirma que lo reciben a ese mismo precio.

En los shoppings a "cielo abierto", como el que funciona en cercanías a Plaza Serrano, en Palermo, el panorama es similar. "Lo tomo a $8,00", responde un comerciante de bijouterie.

Un caso distinto es el de una conocida marca de zapatos que tiene una sucursal ubicada en la avenida comercial Santa Fe, donde prefieren optar por un tono "celeste" más "lavado". En este caso, el "dólar mostrador" vale $7,50.

Como puede observarse, los turistas se encuentran frente a un amplio abanico de opciones a la hora de tener que "soltar" sus billetes.

Al respecto, Castillo, de la CAME, explica que la cotización "depende de la necesidad de cada comerciante".

En buen romance, lejos de haber un patrón de referencia, cada empresa tiene un "valor a medida", dependiendo del mayor o menor interés por liquidar stock.

Los que no aceptan

Como contraposición a aquellos comercios que ofrecen un precio elevado -ya sea por la cotización o a través de promociones- están los que, directamente, prefieren no aceptar el pago en divisa extranjera.

La explicación que dan los analistas es que para determinadas empresas -sobre todo las grandes firmas- aceptarlos les genera más inconvenientes que beneficios.

Por un lado, puede dar lugar a conductas especulativas por parte de los empleados o encargados de comercios. Por otro, pueden ser objeto de quejas ante cualquier "desvío" en la cotización. También para no quedar bajo la lupa del fisco y, claro está, por las propias restricciones legales.

Es así que "ciertos locales optan directamente por no recibir los dólares", afirma Castillo.

Uno de los aspectos que "hace la diferencia" en cuanto al valor al que se toma el dólar es la ubicación de los comercios y la mayor o menor afluencia turística.

Los espacios que se transforman en grandes oportunidades para aquellos turistas con dólares contantes y sonantes son los shoppings a "cielo abierto", que en el último tiempo han tenido un fuerte crecimiento en el país.

Es el caso, por ejemplo, de Plaza Serrano, Avenida Aguirre, Avenida Córdoba y las ya tradicionales avenidas Corrientes, Cabildo, Santa Fe y la zona de Palermo Viejo.

Qué dice la ley

Si bien son varios los comercios que eligen "a dedo" cuál es el precio al cual aceptan los codiciados dólares, la ley es clara sobre cuáles son los puntos que deben respetarse.

Y el castigo por tomarse oficiar de casas de cambio no es nada leve: tanto la Ley Penal Cambiaria como la Ley Penal Tributaria prevén penas de prisión de hasta ocho y nueve años, respectivamente.

La reglamentación vigente explicita que las facturas respaldatorias de una transacción deben contener esta leyenda: "Las operaciones en moneda extranjera que no tengan un tipo de cambio propio debidamente autorizado se convertirán al tipo de cambio vendedor del Banco de la Nación Argentina, al cierre del día anterior (...)".

En este marco, la Ley Penal Cambiaria plantea que serán reprimidas las siguientes conductas:

• Toda negociación de cambio que se realice sin intervención de una institución autorizada.
• Operar en cambios sin estar validado a tal efecto.
• Toda falsa declaración relacionada con las operaciones cambiarias.
• La omisión de rectificar las declaraciones producidas y de efectuar los reajustes correspondientes si las transacciones reales resultan distintas de las denunciadas.

Por otra parte, dentro de los negocios se pueden dar cuatro situaciones diferentes:

• Factura en pesos y cobro en pesos.
• Factura en dólares y cobro en dólares.
• Factura en dólares y cobro en pesos.
• Factura en pesos y cobro en dólares.

"Las dos primeras situaciones son totalmente legales", señala el consultor tributario Alberto Romero.

"El tercer caso está admitido y no implicaría una operación de cambios, puesto que el vendedor acepta cobrar en moneda de curso legal una operación pactada en moneda extranjera", explica el experto.

Por último, el escenario descripto en el cuarto ítem es el que reviste el carácter de infracción porque, implícitamente, "hay una operación de cambios ilegal", afirma.

Lo cierto es que, más allá de lo que establece la norma, el turista que hoy va de compras con dólares tiene un amplio abanico de opciones en cuanto al tipo de cambio.

Así, el "dólar shopping" se impone en los mostradores, mientras el Banco Central los ve pasar y no puede hacerse de una gran cantidad de billetes que traen en sus billeteras quienes visitan la Argentina. 

Fuente: iProfesional