judiciales internacionales

Los bancos deberán seguir apartando cifras millonarias para pagar litigios

jueves, 31 de octubre de 2013

La envergadura de las sanciones que afrontan UBS y Deutsche es también un reflejo de la postura cada vez más agresiva que tomaron los reguladores frente a los delitos bancarios

Los grandes bancos de Europa pasaron gran parte de los últimos cinco años tratando de escapar de los fantasmas del pasado. Con las evidencias de esta semana, quedó claro que se sentirán perseguidos por algún tiempo más.

La sorpresa más desagradable del día estaba reservada para UBS, que reveló que el regulador suizo Finma le había ordenado elevar 50% el capital reservado para litigios, cumplimiento de las regulaciones y riesgos operativos, lo que fue un revés para los planes del banco de incrementar la rentabilidad y devolver dinero a los accionistas.

Su par alemán, Deutsche Bank, también tenía malas noticias; en el tercer trimestre apartó 1.200 millones de euros, más de lo esperado,para enfrentar costos de litigios, una medida que sumada a las previsiones anteriores coloca el total en 4.100 millones de euros.

Que los bancos todavía tengan que tomar previsiones tan elevadas tanto tiempo después de supuestamente haber cometido sus pecados originales es en parte un reflejo de la escala y complejidad de los casos.

La mayor parte del dinero que reservó Deutsche Bank, por ejemplo, irá a las investigaciones relacionadas con hipotecas que alcanzan a casi 20 bancos en Estados Unidos. Los analistas de Morgan Stanley estiman que Deutsche podría arreglar por hasta u$s 1.300 millones.

También sería multado en relación con las complejas investigaciones internacionales ligadas al escándalo por la manipulación de la tasa Libor, un caso que podría también causar más problemas a UBS.

Sin embargo, la envergadura de las medidas que enfrentan UBS y Deutsche es también un reflejo de la postura cada vez más agresiva que tomaron los reguladores de todo el mundo en relación a los delitos menores que comenten los bancos.

La multa de u$s 5.100 millones que sufrió JPMorgan este mes por sus supuesta venta engañosa de títulos valores respaldados por hipotecas fue muy superior a lo inicialmente previsto. También lo fue la sanción de u$s 1.000 millones que acaba de aceptar el banco holandés Rabobank por su rol en el escándalo de la tasa Libor.

Los analistas sostienen que las medidas enérgicas de los reguladores probablemente no se detengan acá.

"Stuart Gulliver tenía razón cuando dijo, después de que HSBC fue multado por lavar dinero en México, que los bancos iban a tener que enfrentar el hecho de que durante los próximos años las previsiones para litigios no serán una excepción", contó Christopher Wheeler, analista de Mediobanca.

"Esto no va a terminar pronto, porque los gobiernos, que tratan de hacer limpieza tras la crisis financiera, se han dado cuenta de que los bancos tienen mucho dinero. Hay olor a sangre en el aire".

Kinner Lakhani, analista de Citi, opina similar. "Tal como hemos visto en los bancos estadounidenses, el clima en torno a los arreglos de ligitios se está volviendo cada vez más duro. El avance de los reguladores se está observando en varias jurisdicciones", agregó.

Este accionar es fuente de alta frustración para los ejecutivos de los bancos, especialmente porque eclipsa los esfuerzos que hizo el sector en el último año para adaptarse a modelos de negocios más prudentes. 

Fuente: El Cronista