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En busca de inclusión financiera, un banco llega a la villa

martes, 15 de octubre de 2013

El Banco Ciudad abrió una sucursal en Los Piletones, con productos especiales

Leonor Montesinos fabrica artesanalmente zapatitos para bebes y los vende por paquetes de seis pares. En la sucursal bancaria del barrio donde vive, Los Piletones, la asesora Gabriela Rébora intenta convencerla de las bondades de usar la caja de ahorro gratuita, que ya tiene abierta, para que los compradores le depositen allí el dinero. Ella reconoce la ventaja y se entusiasma, porque eso le permitiría volver al barrio sin el temor de que le roben el dinero que logra con su esfuerzo. Más aún: quiere también su Posnet móvil, para cobrar con tarjeta en cualquier lugar donde haga sus ventas, una opción que evalúan otros emprendedores de la zona.

Clienta de la primera sucursal del Banco Ciudad en una villa de emergencia, Leonor estuvo entre los vecinos que se movilizaron para defender la apertura del local, ubicado debajo de la autopista AU7, cerca de Villa Soldati. Hubo grupos que en su momento se opusieron y el banco tuvo que idear una estrategia para frenar las pedradas que amenazaban la construcción. "Yo lo veo como un progreso para el barrio", dice Leonor, sobre la llegada del banco. Y recuerda que antes, para cobrar una jubilación o prestación social, los vecinos debían hacer un trayecto en remise, hasta el banco más cercano.

La sucursal de Los Piletones es la primera en la Argentina de un banco en una villa. Comenzó a funcionar un año atrás y hoy tiene más de 800 cajas de ahorro abiertas. Hay productos pensados para la realidad social del lugar. El plan del banco en cuanto a lo que sus directivos llaman la "inclusión financiera" es más amplio: la próxima apertura será en la villa 20, con una sucursal más grande, sala de usos múltiples y un polideportivo.

Los microseguros de vida, a un costo mensual de $ 5,50 y con coberturas adicionales, y la entrega de una tarjeta de crédito contra el requisito de cobrar cualquier plan social son algunos de los productos ofrecidos. Con las tarjetas de crédito o débito se accede a los mismos descuentos y beneficios que cualquier cliente, como el de obtener entradas gratuitas para obras en el Teatro San Martín o en el Colón, al que la entidad sponsorea .

"Me siento muy bien por la oportunidad que me dan", dice con una sonrisa Viviana Cheusquepil Bravo, que con un crédito hipotecario se mudará a un departamento en Villa Lugano. Hace 15 años que vive en Los Piletones y trabaja en la asociación civil Avanzar, que da microcréditos a los vecinos. Para acceder a los préstamos para vivienda se debe depositar previamente, durante seis meses, dinero en un plazo fijo. En el escalón más alto, si ese ahorro mensual es de $ 4500, el préstamo llegará a $ 300.000. Con un plazo de 15 años, el interés es de 16% anual y se reduce dos puntos para los monotributistas. "Un banco que está en la villa conoce la situación, porque algo que es fácil para unos no lo es para otros", define Viviana.

En el local no hay personas que oficien de cajeros. De los tres empleados, uno se ocupa de orientar al cliente y los otros, de la apertura de cuentas y la venta de productos. Cuenta Silvia Villalva, coordinadora de Inclusión y Educación Financiera del Ciudad, que los que allí trabajan tienen especial interés por temas sociales. Rébora trabajaba antes en microfinanzas de la entidad y sus compañeros, Emiliano Lo Viscovo y Santiago Sánchez, fueron elegidos entre los egresados con mejores promedios de colegios públicos de la zona. El lugar tiene dos cajeros automáticos, dos terminales de autoservicio, un teléfono para atención al cliente y una PC (para home banking).

"A la mayoría hay que enseñarles todo en cuanto a conceptos financieros. Estar acá no es como trabajar en otras sucursales; festejamos cada préstamo que se otorga", dice Rébora.

En unos días más, el Ciudad comenzará a otorgar microcréditos -hasta ahora actúa en esa área sólo como entidad de segundo piso- a través de una empresa constituida para esos pequeños préstamos. Se ofrecerán en toda la ciudad y serán, afirma Villalva, otra forma de acercarse a los que más necesitan. La premisa, agrega, es la de igualar oportunidades. 

Fuente: La Nación