política monetaria

Los depósitos se desaceleran y ponen al crédito bajo presión

lunes, 09 de septiembre de 2013

Agosto mostró uno de los crecimientos más bajos del año en el fondeo de los bancos; prevén otra suba de tasas

El escenario parece ahora bastante más áspero para los bancos privados. Los excesos de liquidez que les permitieron alcanzar en estos años uno de sus períodos de bonanza más largos de la historia argentina empezaron a evaporarse y a poner sus negocios bajo presión. En agosto, el crecimiento de los depósitos fue de los más lentos registrados en el año y volvió a reflejar que los argentinos son cada vez más reacios a dejar inmovilizados sus pesos cuando no es a cambio de retornos que se acerquen a la inflación.

En cajas de ahorro y cuentas corrientes, en donde las entidades no ofrecen ningún tipo de resarcimiento a los depositantes, el stock apenas subió un 1,1% en el mes; y en plazos fijos, en los que el "premio" siempre fue visiblemente más bajo que la inflación, el avance fue de apenas un 4,7%.

Los depósitos volvieron a mostrar de esta manera una pobre evolución frente al crecimiento sostenido que están teniendo los préstamos (en gran parte, por el impulso de las líneas obligatorias que exige el BCRA). El impacto empezó ya a verse en las tasas de interés de casi todas las líneas, que subieron entre 100 y 300 puntos básicos sólo durante el último mes. Y en el sector descuentan que este efecto se profundizará aún más en los próximos meses, con nuevos ajustes, recortes de cartera y un aumento en las condiciones que exigen a los tomadores de los préstamos.

Sucede que hoy, además, el mayor dinamismo que muestran los plazos fijos frente a las cuentas a la vista refleja también el mayor costo que deben afrontar los banqueros por la captación. La tasa con la que deben tentar a los ahorristas aumentó del 14% al 18% anual desde marzo hasta hoy y redujo los márgenes que obtienen por el negocio de la intermediación.

Los banqueros atribuyen la desaceleración a los menores niveles de emisión que se ve obligado a convalidar el Banco Central. Esto porque, con el cepo cambiario, el organismo oficial perdió desde el año pasado la posibilidad de mantener la expansión monetaria en los niveles de siempre. Principalmente, porque se ve impedido de inyectar dinero mediante la compra de dólares en el mercado cambiario (el sector privado no está dispuesto a deshacerse de sus divisas al precio que pretende imponerle el Gobierno).

Esta menor cantidad de pesos en la economía golpeó a tal punto el poder de los bancos para captar dinero que el ratio de liquidez de este sector pasó del 17,6% al 10,5% en sólo un año (ver infografía). El indicador, que en junio quedó en un 12%, representa el dinero que las entidades pueden volcar a la colocación de préstamos y está dado por el cociente entre la "tenencia de Letras y pases" y los "depósitos en pesos". 

Fuente: Ambito