directorio del BCRA

Comienza intensa puja por el recambio de directores en el Banco Central

miércoles, 21 de agosto de 2013

Kicillof intentaría sumar más personas a la mesa chica de la entidad que debe renovar tres puestos en septiembre. Pero Marcó del Pont quiere gente propia en el directorio, algo que no tiene. Se inicia lobby entre funcionarios del equipo económico para acercar nombres a Cristina

El resultado electoral aceleró lo que iba a ser un simple recambio en el Banco Central. La derrota en las primarias, ahora con el partido final en octubre y mirando hacia el 2015, hace que la puja interna entre los funcionarios del área económica sea mayor.

La primera disputa ya comenzó. En los papeles, en poco más de un mes (este 24 de septiembre) vencen los mandatos de tres directores del Central: Carlos Pérez, Carlos Sánchez y Gabriela Ciganotto. Trascendió que el viceministro de Economía, Axel Kicillof, quien ya desembarcó en la entidad actuando como nexo entre el Palacio de Hacienda y el Central, querrá colocar más gente propia en dos de los tres puestos que quedarán vacantes.

No es novedad la intención de Kicillof. A inicios de julio obtuvo el beneplácito oficial y logró que le designen a Pablo López en el directorio del Central. La injerencia de Kicillof en la entidad, cuentan fuentes allegadas al funcionario, "debería ser mayor". Por eso la intención es ir por dos de los tres puestos en discusión. "No importa lo que pase en las elecciones nosotros tenemos que seguir apostando por el modelo", agregó la fuente.

Kicillof ya había ganado cierto peso en las líneas medias del BCRA, colocando jóvenes economistas, que desde hace tiempo empezaron a llegar al Central. "Hasta su desembarco como nexo de Economía y la designación de López, lo de La Cámpora era anecdótico dentro del Central. Ahora parece que van por más", se afirma.

Las miradas estarán posadas sobre el Central no solo por el recambio de directores y la lectura que se pueda hacer de las nuevas caras, sino por el hecho concreto de que el 12 de septiembre se deberán pagar u$s2.000 millones por el Bonar VII. "Hay que ver cómo se maneja políticamente. Porque habrá que poner gente nueva que tendrán que mostrar credenciales con reservas de 2 mil palos abajo. El dato no es menor", indicaba un operador político afín al kirchnerismo.

Quiénes se van y quiénes vienen

Sucede que tanto Pérez como Sánchez tienen las horas contadas en el BCRA. A ninguno de los dos se les renovará el mandato. Pérez es un hombre ligado a Martín Redrado pero respetado dentro la entidad; mientras que Sánchez tuvo un cruce muy fuerte con Mercedes Marcó del Pont cuando intentó permitir el giro de utilidades de los bancos. Esa pelea hizo que en marzo del 2011 lo desplazaran de la estratégica Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias.

El tercer sillón del directorio que no estaría en pugna sería el de Ciganotto. Cristinista pura, ex diputada de Santa Cruz y ex presidenta del Banco Nación, es amiga personal de CFK. Según trascendió, ya habría manifestado su voluntad de quedarse en el Central. Se presume que si esa decisión es firme, contaría con la venia de la presidenta.

Pero Kicillof no juega solo. Cuentan en los pasillos oficiales que Marcó del Pont también tiene la intención de sumar tropa propia en el directorio. Carece de esa clase de lealtades, con la excepción de Matías Kulfas (que iba a ser director pero terminó como Gerente General cuando echaron al boudouísta de Benigno Vélez).

"Si le abren el juego ella puede poner gente. Eso siempre está. O se consigue", dicen allegados a la funcionaria. Si bien se cree que Marcó del Pont no tiene tropa propia como sí posee Kicillof con La Cámpora, la ex Banco Nación trataría de pulsear a su favor.

Claro que dentro de la entidad monetaria nadie descarta sorpresas. Guillermo Moreno nunca mostró sus cartas ni intenciones de sumar referentes propios en el BCRA. Claro que la presión de Moreno hacia los bancos viene desde la informalidad (léase llamados para que suscriban BAADE, cedines y frenen el dólar libre).

De ahí que las intenciones del secretario de Comercio serían mucho menos ambiciosas, por lo menos en la exposición pública.

Sea como fuese, y más allá de la danza de supuestos candidatos que los distintos funcionarios quieran fogonear, la última palabra la tendrá (como siempre) la presidenta. Reza un viejo refrán en los pasillos de Gobierno que dice "los funcionarios se enteran de los cambios, ascensos, despidos y demás, 20 minutos antes de que salga publicado en Télam".

Así, con ese nivel de hermetismo, comenzó la pelea por ocupar sillones en el Banco Central, la entidad que tendrá que financiar de aquí a 2015 los pagos de deuda y la asistencia en pesos al Tesoro. Algo para nada despreciable.

Fuente: Infobae