Quieren subir tasas por morosidad

Alerta en bancos ante el mayor control del Central

viernes, 12 de julio de 2013

ABA pidió a Marcó del Pont que revisara la medición de las tasas y alertó en un informe sobre pérdidas en el sector

El plan del Gobierno de limitar y regular los costos financieros que cobran los bancos en sus préstamos al consumo, y los esfuerzos oficiales para obligarlos a colocar líneas a empresas a tasas bajas pusieron en estado de alerta a las principales entidades del sistema financiero.

La asociación que agrupa a los bancos extranjeros, y que preside Claudio Cesario, envió hace meses una nota a Marcó del Pont en la que le reclamó que revisara el cálculo que realiza sobre las tasas de interés y el costo financiero total que cobran a los clientes. Fue luego de que, en reuniones internas, la misma entidad empezara a trazar un panorama tan peligroso como desconocido para el sector: un informe propio, presentado ante decenas de banqueros de la asociación, que estimó que en la segunda parte de este año la rentabilidad financiera va a crecer por primera vez por debajo de la inflación (el llamado ROE, que mide los beneficios que obtienen con sus financiaciones, aumentará ahora menos del 20%); que en 2014 ya habrá al menos seis entidades del sistema financiero que arrojarán pérdidas en sus balances y que en 2015 este mismo perjuicio podría recaer sobre una quincena de bancos.

Es el efecto que, según presumen, provocarán en sus ganancias los últimos (y los próximos) avances del Banco Central sobre las comisiones y servicios que cobran a sus clientes. El organismo tiene previsto lanzar una nueva normativa que avanzará sobre el costo financiero total de los préstamos, y que buscará eliminar (o limitar) los cargos adicionales que muchas entidades añaden sobre las tasas de interés de sus créditos: el costo de un resumen electrónico, del seguro de vida, del trámite por ventanilla, entre otros.

Preocupados por este tema, algunos meses atrás todos los bancos extranjeros de ABA firmaron y enviaron una nota al Banco Central en la que le pidieron que modificara la forma de computar el "costo financiero total". Consideran que, actualmente, el Central tiene una forma errónea de calcular las tasas de interés que ellos cobran en la práctica: la "tasa efectiva" que establece la normativa vigente, dicen, es diferente a la "tasa nominal".

"Se va a hacer bolsa el patrimonio: por un lado nos suben los requisitos para pagar dividendos y nos exigen solvencia; por otro lado, nos ponen un techo de tasas activas en un momento en que hay tasas pasivas en alza", se quejó ayer un ejecutivo. Consultados por este diario, en la asociación de bancos se negaron a hacer comentarios. En ADEBA, en cambio, admitieron preocupación, pero advirtieron que aún esperan los detalles de la normativa.

Desde el Central consideran "sano" que en los últimos meses se haya achicado la brecha entre las tasas de interés (las "activas", que cobran por los créditos, y las "pasivas", que pagan por sus depósitos) y que se haya reducido, por la misma razón, el tamaño de la ganancia que obtienen por sus negocios. "No tienen por qué trasladar a los créditos al consumo el costo que pierden con las líneas que están obligadas a volcar a la inversión productiva. Está bien que se achique la rentabilidad", opinó una fuente oficial. La diferencia planteada por los bancos es, a esta altura, casi ideológica: consideran que el esfuerzo oficial por imponer montos de préstamos y limitar las tasas terminará provocando una pérdida de eficiencia. Volcar dinero a empresas en exceso, por un lado, genera proyectos de inversión que son improductivos; poner topes o eliminar cargos adicionales en líneas al consumo, por otro lado, estimula una reducción del stock que se destina sobre esos segmentos. "Si no se ajusta por precio, se ajusta por cantidad: ahora se privilegiará al tomador ABC1", reflexionó un gerente. La nueva normativa que diseña el Central saldrá a la luz la semana próxima. Y prevé prohibir el cobro de aquellos cargos que consideran que no forman parte de la actividad financiera. 

Fuente: Ambito