tarjetas de crédito

Tope a tasas y cuotas, para revivir el consumo

miércoles, 10 de abril de 2013

Los bancos buscan, además, frenar la ofensiva sobre el sector

Los bancos anunciaron ayer una serie de acciones destinadas a reanimar el consumo con la idea de apuntalar los intentos del Gobierno en ese sentido y desarticular la ofensiva que, con apoyo de supermercados, lleva adelante el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, al recortarles comisiones.

Los bancos nacionales, tanto públicos como privados, acordaron reducir a un máximo de 30% anual la tasa que cobran por financiar los consumos con tarjetas de crédito no cancelados el mes siguiente. "Esto es para el que compra con una tarjeta de crédito bancaria y pagaba un 40%", dijo por la mañana, en una entrevista radial, Jorge Brito, presidente del Banco Macro y de Adeba, cámara que agrupa a los bancos privados nacionales.

Por su parte, las entidades de capitales extranjeros restituirán en los próximos días los planes de pagos en cuotas y a tasa cero, o lanzarán una serie de promociones que, aunque restringidas a las compras de alimentos, alcanzarán a todos los poseedores de esos plásticos y no sólo a los que financian parte de ellas.

La premisa sobre la que trabajan en la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), cámara que agrupa a los de capital extranjero, es que quien "tenga una tarjeta de crédito obtenga un beneficio directo en todas sus compras de productos alimenticios básicos", según especificaron esas entidades en un comunicado difundido anoche.

"Es algo que debe alcanzar a todos los clientes; tanto los que financien su pago como los que no", explicó el presidente de esa asociación, Claudio Cesario, quien anunció que esos planes se definirían hacia el próximo fin de semana o "al comienzo de la próxima". "En nuestra base de clientes, apenas un 20% financia parte importante de sus compras, con lo que aliviar la tasa sería concederle un beneficio a un universo muy acotado", justificó al explicar por qué no se sumaban a la medida que el resto de los bancos había anunciado más temprano.

El anuncio, que todo el sector presentó como un esfuerzo de "autorregulación", llega tras la ofensiva con que Guillermo Moreno intentó imponerles a los bancos una rebaja del 3 al 1% en las comisiones que cobran a los supermercados y cadenas de electrodomésticos para financiar de esa manera una prórroga en el plan de congelamiento de precios con que busca domesticar las expectativas inflacionarias.

Ese fracasado intento derivó en la instrumentación en ciernes de la Super-Card, una tarjeta limitada a consumos realizados en este tipo de establecimientos, que se fondeará con aportes de las compañías de seguros y promete financiar parte de esas compras con una tasa de interés que no supere el 22 por ciento anual.

La reacción de los bancos fue genuina, según logró establecer LA NACION de numerosas consultas con referentes del sector y banqueros, pero se apresuraron por un reclamo desde el Gobierno para que aporten a un plan que ayude a reanimar el consumo.

Ocurre que, a pesar del promocionado "congelamiento" y los esfuerzos oficiales por impulsar la demanda, el motor más importante que tuvo la economía en la década kirchnerista no termina de repuntar, lo que los economistas adjudican a la coexistencia de "precios nuevos" con "salarios viejos".

De esta forma, aluden a los sostenidos ajustes alcistas en tarifas, impuestos y precios, a lo que se agrega la creciente presión tributaria sobre los salarios por actualizaciones insuficientes en el mínimo no imponible de Ganancias, en momentos en que las discusiones para la actualización de los salarios, salvo excepciones, siguen empantanadas.

EL TRASFONDO

En el Banco Central (BCRA) valoraron el anuncio, aunque no descartan apuntalarlo con alguna medida que ayude a reducir "un poco más los costos" de financiación.

Vale recordar que la última reforma a la Carta Orgánica de la entidad la facultó a regular "las condiciones del crédito en términos de riesgo, plazo, tasas de interés, comisiones y cargos de cualquier naturaleza", según reza el inciso R del artículo 14 de esa norma, que es el que fija las atribuciones del directorio.

El trasfondo de la pelea que el sector mantiene con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y la incidencia que esta situación tuvo en los anuncios de ayer se dejó ver en los dichos de Jorge Brito.

El banquero aceptó una entrevista en la que destacó que el tope a las tasas busca "beneficiar a la gente", pero a la vez reclamó que las "transferencias" de ganancias entre "distintos sectores de la economía" se discuta "entre privados", en clara alusión a la intervención de Moreno en favor de los supermercados.

"Con la Super-Card se buscó una transferencia [de la ganancia] de los bancos a los supermercados, lo cual no parece muy razonable porque si hay que hacer un esfuerzo, es para que lo perciba la gente. Ésa es una discusión que tiene que ser entre los privados", insistió el referente de la banca privada nacional. 

Fuente: La Nación