sistema bancario

Percy Bayley: "Los bancos queremos acompañar el crecimiento del país"

martes, 19 de marzo de 2013

El gerente de Comercio Exterior de Banco Galicia habló sobre el impacto de las nuevas normas y el financiamiento de la producción y la infraestructura

Aunque los números son para ellos herramientas cotidianas de trabajo, difícilmente olviden el 2012. Las nuevas reglas para operar en el comercio internacional no sólo cambiaron la vida de empresarios y despachantes. Los bancos vieron cómo se incrementaban el trabajo y las responsabilidades. "Ante todo fue una gran responsabilidad porque todo el mundo cambiario de alguna manera relaciona al banco con el clientes y lo hace corresponsable en lo que es la penal cambiaria. Depende del segmento al que pertenezca el cliente, por su dimensión interna y su capacidad de digerir la normativa, espera del banco un rol más de educador y de protección", dice Percy Bayley, gerente de Comercio Exterior del Banco Galicia.

"Lo primero fue saber de qué se trataba. Después ver el impacto en los clientes y en la base de datos que administra el banco -ya sea en conexión con la AFIP como con el Banco Central-, y entonces diseñar un servicio que los acompañara en esta situación que recién empezó a acomodarse pasada la mitad de 2012", recuerda.

-¿Cuáles son las principales preocupaciones que les transmiten los operadores de comercio exterior?

-Los cambios del año pasado hicieron que el banco tomara contacto directo con el sector aduanero de las empresas. El despachante es quien de algún modo nos concilia a todos en lo que es la DJAI (Declaración Jurada Anticipada de Importación) o la DAPE (Declaración Anticipada de Pagos al Exterior ). Lo que pasa desde el punto de vista aduanero tiene consecuencias en el flujo del dinero. Conciliar esos dos mundos fue bastante complejo. Una vez que entró en ritmo, fuimos aprendiendo cómo tenían que ser interpretadas las cosas. Fue particularmente complejo conciliar los anticipos de exportación con los despachos porque la norma implicaba 10 años de revisión. Fue como armar un rompecabezas.

-¿Aumentó la nueva regulación los costos operativos para el banco o sus clientes?

-Para nosotros el mayor costo fue la cantidad de horas que tuvimos que invertir. La nómina de personal no cambió. Pasamos muchos fines de semana trabajando. Para los clientes, el asesor externo hoy tiene un peso diferente. Ordenar todo el tránsito del comercio exterior implica más manos y un mayor detalle. Las novedades incrementaron el gasto.

-¿Por qué la Argentina no tiene un banco como el Bndes en Brasil para financiar competitivamente industria e infraestructura? ¿Es responsabilidad del Estado o del sector privado?

-Desde fines de 2011 hubo un gran bolsillo que tenía que ver con los depósitos en dólares que se utilizaban casi exclusivamente para financiar al comercio exterior en el corto plazo. Los bancos tenían casi un único uso de los dólares: prestarle a los exportadores o encajarlos en el Banco Central por la Comunicación 4015. Había alrededor de US$ 11.000 millones que financiaban ese circuito. Cuando a fines de octubre de 2011 empiezan las novedades sobre los depósitos en dólares y el dólar en general, los dólares se fueron de los bancos. El Bandes es un fenómeno bien observado porque cubre una brecha que tiene que ver con en el mediano largo plazo y acá esa figura está bastante ausente. Tenemos el BICE, que lo vimos financiado a 3, 4 y 5 años en el último tiempo, pero los clientes dicen que es complejo armar la propuesta para calificar.

-En líneas generales la región tiene un déficit de infraestructura importante. Reaparece el tema de financiamiento. ¿Analiza el banco proyectos de ese tipo?

-Cuando el comercio exterior empezó a crecer en 2003 había una gran capacidad instalada ociosa que por efecto de la devaluación se puso a trabajar. Hoy el recalentamiento en infraestructura está al mango y el punto es, nuevamente, cómo financiamos con depósitos a la vista inversiones de mediano y largo plazo. Creo que parte de eso lo responde la línea productiva. Estamos muy bien, en el segundo tramo, con proyectos de inversión que tienen una duración de dos años y medio y el banco ha extendido un poco más el plazo para líneas de leasing. Pero para la infraestructura que el exportador necesita para llegar al puerto y la operatividad de los puertos, el banco está como un observador más de la economía. Me encantaría responder que podemos invertir en un puerto a 30 años.

-¿Hoy no están dadas las condiciones?

-El marco de cómo originás los recursos para hacerle frente a una inversión de esa categoría está explicado simplemente por cómo los bancos nos financiamos. La misma pregunta puede surgir sobre por qué los inversores no dejan en el banco la plata más de 30 días.

-¿Por qué?

-Por una situación que tiene que ver con la historia del país, un tema de confianza.

-¿Cuál es el grado de madurez del sistema financiero argentino actual? ¿Cómo imagina los próximos cinco años?

-Quienes estamos en el sistema financiero argentino -no importa en qué lugar de un banco- tenemos la experiencia para operar en cualquier mercado. Argentina nos educó en los últimos 10 años en muchas cosas que tienen que ver con la historia de cómo el país ha crecido y ahora que no crece tanto, cómo nos vamos adaptando. Es un país que en los próximos 5 años tiene todo para seguir en la senda positiva que venía. Como empresa de servicios, si al país le va bien, a los bancos en general nos va a ir bien. Los bancos tenemos ganas de acompañar el crecimiento del país. Estamos comprometidos con eso. Veremos cómo van ocurriendo los hechos para ver de qué modo y en qué oportunidades acompañamos.. 

Fuente: La Nación