deuda externa

Defender el prestigio de un banco, un tema clave que juega a favor de la Argentina en su pelea con los “buitre”

lunes, 04 de marzo de 2013

Primero ni un peso, ahora ofrecerle a los holdouts una cancelación similar a la de los que habían entrado al canje. Del otro lado también hay más flexibilidad. De una posición reacia, los jueces ahora piden una propuesta de pago. El acercamiento entre partes y las cuestiones de fondo

La audiencia del pasado miércoles en la Corte de Apelaciones de Nueva York por el juicio que le iniciaron a la Argentina los fondos buitre que no ingresaron al canje de la deuda, sigue dejando "bonos para cortar".

Los resultados inmediatos de estas exposiciones no fueron para nada alentadores ya que, un día después, el mercado dio su veredicto: algunos papeles se desplomaron en la bolsa más del 7%, los inversores estimaron en un 80% la posibilidad de un default y el riesgo país tocó los 1.231 puntos básicos, casi el doble que el de Venezuela.

Pero el temblor se detuvo el pasado viernes, cuando sobrevolaron noticias alentadoras tanto a nivel local como internacional.
Es que, desde el exterior, más precisamente desde Nueva York, llegó la sorpresiva notificación de que la Corte de esa ciudad emplazaba a la Argentina para que presente un plan de pagos a los holdouts antes del 29 de marzo.

En el plano local, la propia Presidenta de la Nación, Cristina Kirchner, comunicó en su presentación anual ante la Asamblea Legislativa en el Congreso que la intención del Gobierno es pagarle a los fondos buitre, aspecto que tranquilizó al mercado.

La propuesta informada por la primera mandataria fue la de aplicar una mecánica similar a la que aceptaron quienes habían ingresado en los canjes de deuda de 2005 y 2010, que sumaron el 93% de adhesiones.

Ambas noticias disiparon -al menos por el momento- los malos augurios para el país respecto al posible fallo de la corte estadounidense ante la presentación realizada el pasado miércoles.

Jugar con fuego en el exterior

Tras las declaraciones oficiales desafiantes, vertidas en el último tiempo, el ex presidente del Banco Central (BCRA) Javier González Fraga afirmó que "el Gobierno negoció mirando a la tribuna local" en lugar de concentrarse en la disputa en Nueva York, en torno a la deuda por u$s1.330 millones que reclama un grupo de holdouts.

"La Argentina subestimó a los bonistas y salió a decir que no se les pagará un peso, eso enfureció a los jueces. Quedó así ubicada a nivel internacional en el rincón de los chicos malos, a los que el mundo disfruta al imponerles sanciones", subrayó González Fraga.

El miércoles pasado, el Gobierno nacional había solicitado a la Corte de Apelaciones de Nueva York una solución "factible" para terminar con el juicio que impulsan los "fondos buitre".

Para el ex titular del BCRA, "la Corte de Nueva York no tiene una buena mirada de la Argentina".

No obstante, este economista admitió que la decisión del juez de primera instancia, Thomas Griesa, de ordenar el pago del 100% de la deuda a los bonistas que no entraron a los canjes de 2005 y 2010 "no fue lógica".

Son varios los especialistas que afirmaron que "tiene razón el Gobierno en cuestionar al magistrado", aunque aclararon que en lugar de aferrarse a esta cuestión, la Casa Rosada se empecinó en decir que no iba a pagar "ni un peso".

Es decir, se optó por confrontar con los holdouts, en lugar de darles la posibilidad de que entren en el canje, algo que, en definitiva, tuvo que terminar convalidando la jefa de Estado.

"Estamos comprometidos a pagarle a los fondos buitre pero no en mejores condiciones que los que apostaron por Argentina, porque estaríamos cometiendo un delito, estafando y defraudando a los que creyeron en el país", señaló la Presidenta.
Además, Cristina Kirchner se ocupó de enfatizar que el Gobierno está "pagando regularmente sus deudas" y que ha cumplido "rigurosamente con todo lo que se ha comprometido".

"Lo que no le perdonan a la Argentina es que se haya desendeudado y ahora nos quieren endeudar de nuevo", sentenció.
Asimismo, la mandataria sostuvo que este canje y enfrentamiento con los fondos buitres representa tanto "un leading case" económico como político.

La propuesta del pago

Uno de los abogados que representa al Estado argentino, Jonathan Blackman, explicó durante la audiencia del miércoles que la nueva fórmula de pago que plantea el Gobierno "es que se tomen en cuenta los bonos reestructurados".

Blackman aseguró que la Argentina cambiará la legislación vigente (ley "cerrojo") que impide ofrecer un nuevo canje a los que no se adhirieron previamente, que suponían quitas de más del 70% sobre los montos originales.

La demanda de quienes no participaron fue liderada por el fondo NML, propiedad de Elliot Management (del millonario financiero Paul Singer), que puja para recuperar el 100% de los títulos en su haber.

No obstante, pese al atisbo desafiante de los funcionarios K, el tribunal estadounidense decidió abrir una puerta en la negociación y pidió que la Argentian especifique:

Cómo y cuándo se propone pagar los bonos que han quedado pendientes.

La tasa y los plazos que plantea para abonar estas obligaciones.

Qué seguridades y garantías puede ofrecer para implementar la propuesta.

La Corte aclaró, además, que "si alguna otra de las partes" de la demanda "requiriese una respuesta de la Argentina", se emitirá otra orden en tal sentido.

Por qué la Corte de Nueva York hizo este nuevo pedido

La sorpresiva solicitud que llegó desde Estados Unidos fue considerada por los analistas como positiva y como una "nueva oportunidad" para el país para resolver el conflicto.

El economista Eduardo Levy Yeyati, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, sostuvo que, con esta nueva solicitud la Corte estadounidense avanzó un paso en la negociación, pues ahora "pide que la Argentina presente un propuesta en concreto para su consideración, cosa que aún no hizo".

"Con esta decisión, la Corte no hace otra cosa que empujar al Gobierno a que reabra el canje", sostuvo el economista Tomás Bulat.

"Si la Corte le dice a la Argentina que presente un plan, debe verse como algo positivo, porque entiende que tiene intención de pagar y le pide que proponga algo aceptable", señaló Claudio Loser, ex director del Hemisferio Occidental del FMI.

"Es un elemento constructivo desde el punto de vista de la Argentina. Lo que hay que ver es cómo se propone solucionarlo", señaló el ex funcionario del Fondo.

En la misma tónica razonó el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado: "Con el pedido de la Cámara se presenta una buena oportunidad para el país: reabrir el canje de deuda sin darles ninguna ventaja a los fondos buitre".

En tanto, el ex ministro de Economía, Remes Lenicov, justificó a los magistrados de Nueva York: "Los jueces piden precisiones para poder finiquitar el juicio".

"Se habían quedado con la posición de máxima de que no íbamos a pagar nada y ahora tenemos que ir con la racional", añadió.

La decisión del viernes ofrece una oportunidad para una negociación abierta con los acreedores "rebeldes", algo que no ha ocurrido hasta ahora.

"Es raro que la Cámara de Apelaciones haga esto. Le está dando una muy buena oportunidad a la Argentina, ya que en la presentación que hizo no había quedado claro cómo iba a pagarle a los buitre", destacó Daniel Marx.

Simplemente pide -añadió- que el país informe sobre las condiciones en las que les acordaría con los holdouts.

La pregunta que quedó flotando en el mercado es por qué primero el Gobierno quiso cerrar las puertas a todo tipo de acuerdo y ahora las volvió a abrir.

Rubén Pasquali, analista de mercados de Mayoral, consideró que esta jugada fue un "artilugio judicial para remarcar que si obligaban al país a pagarle a los buitres, atentaban contra el derecho de propiedad de los bonistas que vienen recibiendo el pago a través del banco de Nueva York, porque se les iba a embargar el dinero".

¿Cuál sería la mejor solución, según los expertos? La lógica es que se imponga una negociación extrajudicial.

"Sería lo mejor para la Argentina, ya que de mantenerse en la postura rígida de no acordar, los bonos se desplomarían, el riesgo país se iría aun más arriba y caería la inversión y el financiamiento a empresas. Todos saldrían perjudicados", resumió Pasquali.

El ámbito bursátil también tomó de forma positiva las noticias del viernes. El Merval subió 1,67% y los títulos públicos ascendieron hasta un 5 por ciento.

La economista Marina Dal Poggetto, directora del Estudio Bein, destacó que "los mercados mejoraron porque se pensaba que era inminente un default técnico y ahora se amplió el plazo".

"Nos da aire. En diciembre la posición de Argentina era ´nada´ y ahora es la de dar las mismas condiciones que a los otros bonistas", finalizó Dal Poggetto.

El prestigio de un banco, en juego

Al finalizar el viernes, un rumor comenzó a circular muy fuertemente en los ámbitos bancarios y judiciales de New York sobre el desenlace de la causa.

De concretarse esta versión, significaría un abrupto giro de timón en relación a cómo se ha venido manejando la disputa en los ámbitos tribunalicios.

Según fuentes calificadas, el Procurador General de Justicia de Estados Unidos habría recibido instrucciones, desde el más alto nivel de su Gobierno, para que se arbitren los medios necesarios que eviten que el inminente fallo sumerja a la Argentina en un default técnico.

"La intención sería la de alcanzar una salida política para evitar esa circunstancia, pero no por una cuestión de simpatía o de cortesía por parte de Washington", le comentó una fuente al portal Cuarto Intermedio.

Y amplió: "Su objetivo es mucho más cercano. Simplemente se busca salvar el prestigio del Bank of New York y de la plaza financiera norteamericana misma", agregó.

Un prestigio que, incluso, fue cuestionado por el ministro de Economía argentino, Hernán Lorenzino, quien calificó que "un fallo como el de Griesa pone en duda que Nueva York sea una plaza adecuada para el sistema financiero".

De hecho, si la sentencia fuera adversa para el Gobierno argentino, surgirían dudas sobre la credibilidad del agente pagador (Bank of New York), dado que aquellos que compraron bonos a través de esa entidad no habrían sido debida y oportunamente advertidos de los riesgos que les podría implicar realizar inversiones sobre los títulos públicos de una economía emergente.

En tanto, fuentes cercanas al fondo de cobertura Elliot, que administra u$s20.700 millones en activos, dieron a entender de que están dispuesto a negociar con el Gobierno nacional. Los representantes de NML y Aurelius aún no realizaron comentarios públicamente.

Más allá de los rumores y declaraciones, por el momento se calmaron las aguas en el conflicto con los holdouts y todo indica que para la resolución del mismo se apuntará a una postura intermedia.

Por lo pronto, la tormenta no sería fuerte para la Argentina, si bien aún falta conocer la decisión de la Corte antes de que finalice marzo. 

Fuente: iProfesional