Sistema financiero

Promoverán que los bancos presten más al sector público

martes, 05 de junio de 2012

El Banco Central bajará a cero los requisitos de capital para los créditos al Estado

En un momento en que las finanzas nacionales y provinciales se deterioran, el Banco Central (BCRA) tiene previsto dar más alicientes para que los bancos aumenten su financiamiento al sector público.

Según confiaron fuentes del mercado, la entidad que preside Mercedes Marcó del Pont está planeando bajar a cero las exigencias de capital para los créditos que los bancos otorguen al Estado. Cada vez que una entidad financiera da un préstamo, debe integrar una porción de capital, y hoy las exigencias son prácticamente las mismas si financian al sector privado o al sector público. Con lo cual reducir los requisitos para los créditos al sector público haría que financiar al Estado sea para los bancos una operación menos costosa que prestarle al sector privado.

Consultados en el BCRA admitieron el proyecto, pero esgrimieron que el cambio estaba en línea con la intención de la entidad de adecuar las normas del sistema financiero a las previstas por "Basilea 2.5". Los Acuerdos de Basilea son un conjunto de recomendaciones que hicieron originalmente en 1974 los gobernadores de los bancos centrales del G-10 (el grupo de los 10 países más industrializados), para fijar el capital mínimo que debe tener una entidad bancaria en función de los riesgos que enfrenta. Los primeros acuerdos se fueron reviendo y hoy en el mundo ya existe un Basilea III.

"Las adecuaciones que eventualmente se hagan estarán en línea con las exigencias de las normas de «Basilea 2.5» respecto del riesgo de crédito", aseveraron desde el BCRA.

En la City, no obstante, temen que el BCRA se escude en las normas de Basilea para promover el financiamiento al sector público y oxigenar así las deterioradas cuentas fiscales. Ayer, sin ir más lejos, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) anunció que la recaudación avanzó en mayo 20,5%, menos que la inflación, mientras que varias provincias vienen alertando que podrían tener dificultades para pagar sueldos y los aguinaldos de mediados de año.

"Cuando sacaron la normativa que impedía que los bancos paguen dividendos dijeron que estaban yendo a la normativa de Basilea, pero la realidad es que no querían que se fueran los dólares del país. Acá usan el mismo argumento de Basilea, pero el objetivo final también parece ser otro", opinó un especialista en el sector financiero, que pidió no ser identificado. "Es un riesgo, porque en definitiva incentivan los préstamos al sector público. Y si los bancos se van a dedicar a prestarles a las provincias, va a ser lo mismo que tuvimos en el pasado."

Después de la crisis financiera de 2001, en la que algunos bancos llegaron a colapsar con una exposición al sector público de más del 80% de sus activos, en la Argentina las entidades financieras tienen límites mucho más estrictos para prestarle al Estado que los previstos por las normas internacionales. Hoy, a diferencia de lo que está establecido en Basilea II, las normas vigentes tratan en forma similar el crédito al sector privado y al público, aunque existen distintos requisitos de capital en función de si se trata de un préstamo a una provincia o a la nación, si es financiamiento directo o vía un bono, entre otras condiciones.

De ahí que, en promedio, el sistema financiero tenga en la actualidad una exposición al riesgo público mucho más baja que la que le permiten las normas. Según la regulación vigente, los bancos pueden destinar hasta el 35% de sus activos brutos al sector público. A marzo de este año, sólo sumaban el 9,5% del activo, de acuerdo con los datos del último Informe de Bancos difundido por el BCRA.

El problema, admitió un banquero, que también pidió no ser identificado, no sería en principio que los bancos aumenten levemente su exposición al sector público, sino que, bajo un esquema normativo más flexible, será difícil que banqueros puedan negarse a dar más financiamiento, si son presionados por las autoridades.

"No creo que pretendan que los bancos privados presten", evaluó el banquero. "Pero cuando hay normas de por medio, es más fácil que quienes tienen que tomar una decisión de no prestar, las cumplan; cuando queda al criterio de cada uno, es más complicado, las presiones son mayores. Y en esto entran tanto los bancos privados como los públicos", deslizó. 

Fuente: La Nación