La oposición porteña cuestionó la gestión del Ciudad por sus sistemas obsoletos

miércoles, 08 de junio de 2011

La falta de renovación de sus sistemas informáticos impidió a la entidad, que lidera Federico Sturzenegger, abrir nuevas sucursales. La autorización dependerá de las inversiones que haga según establece la normativa del Banco Central.

La veda regulatoria para que el Banco Ciudad abra nuevas sucursales debido a la obsolescencia de sus sistemas informáticos desató ayer una catarata de críticas de la oposición porteña al macrismo.

Tras la publicación del dato en BAE, voceros de la entidad insistieron en que las inversiones para poner a punto los sistemas ya están en marcha y que la restricción dispuesta por la Superintendencia de Bancos “se va a superar hacia fines de este año”, cuando se hayan terminado de instalar todas las actualizaciones y los equipos necesarios.

No obstante, ex directivos de la entidad también acusaron a la gestión de Federico Sturzenegger de haber abandonado los planes de modernización que se habían iniciado antes de la caída del gobierno de Aníbal Ibarra, en 2006.

ABANDONOS. “El Ciudad ganó $613 millones en 2010 y no invirtió en nada. Lo más grave es que no actualizó sus sistemas y encima fue quitando todos los servicios que daba a los porteños, como el cobro de servicios públicos, que no permiten más”, opinó ante este diario el legislador Gonzalo Ruanova, miembro de la Comisión de Presupuesto y candidato a renovar su banca por Nuevo Encuentro.

Según el legislador, “el banco abandonó los dos mandatos principales que tiene por carta orgánica y por la Constitución porteña, que son potenciar el crédito hipotecario y desarrollar las pymes”.

Además, Ruanova cuestionó que “cuando vino el proyecto de Presupuesto para 2011, el macrismo quería tomar del Ciudad $413 millones de ganancias para mandarlos a Rentas Generales, y como no pudieron lo intentan hacer ahora mediante otro proyecto de ley”.

DEL 3 AL 4. Martín Hourest, legislador por GEN y vicepresidente de la Comisión de Presupuesto, destacó que “la nota se la bajaron al Ciudad en esta gestión y no se la bajaron artificiosamente sino teniendo en cuenta indicadores del banco”.

La calificación que tiene el Ciudad en sistemas es “4”, la más baja dentro de las que tienen permitido seguir operando. Cuando asumió Sturzenegger era un “3”. “El banco tiene un problema serio porque la expansión se hizo sin tener en cuenta del todo cómo se iba a sostener.

Pero lo fundamental es que su política crediticia no está siguiendo la línea que le marca la Constitución en materia de desarrollo económico ni de crédito social. Y encima (el ministro de Hacienda, Néstor) Grindetti dijo que los porteños no queremos un banco más grande, y eso es mentira”, agregó Hourest.

PROCESOS. Eduardo Hecker, quien fuera presidente del Ciudad durante la gestión de Ibarra, rechazó que la situación de abandono de los sistemas sea una “herencia de gestiones anteriores”, como plantea el equipo de Sturzenegger. “Cuando yo asumí había un proceso en marcha y se estaban cambiando los sistemas. Había problemas y por eso hicimos un monitoreo permanente.

Lo curioso es que todas esas decisiones las aprobaba Grindetti, que estaba en el directorio”, recordó. “Nosotros estábamos reconduciendo la renovación de aplicativos centrales. Pero cuando se tuvo que ir Ibarra todos interpretaron que cambiaba el gobierno y nosotros también nos fuimos.

Asumió con (Jorge) Telerman como presidente Julio Macchi, pero Grindetti siguió en ese directorio”, detalló ante BAE. El vocero del Ciudad, Jorge Velázquez, aclaró que “para marzo del año que viene el banco va a tener completo el proceso de renovación total de sus sistemas”.

Destacó que ya fue instalado un sistema I-power de IBM, un hardware Stratus nuevo y el software Emerix, que también usan otras entidades bancarias. Hecker insistió en que la baja de la nota se debió a un déficit de gestión y en que los directivos actuales no pueden deslindar responsabilidades ni aducir desconocimiento. “En los dos años que yo estuve abrimos diez sucursales nuevas.

Fueron 4.500 metros cuadrados de sucursales. Si no hubieran estado a tono los sistemas no nos lo habrían permitido hacer desde el Central”, aseguró.

Fuente: DiarioBAE