Un caso emblemático

Ratifican una sanción a un banco por variar cláusulas

miércoles, 06 de abril de 2011

Cambió contratos de tarjetas y sólo avisó a los clientes en la Web

La Justicia confirmó una sanción que la Dirección Nacional de Comercio Interior le había impuesto al HSBC Bank por modificar cláusulas en contratos suscriptos con sus clientes y sólo haber notificado esas alteraciones por Internet.

La decisión la adoptó la sala III de la Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal mediante una sentencia en la que confirmó una multa que Comercio Interior le había impuesto a ese banco por no haber notificado "de manera fehaciente y efectiva a sus usuarios de la modificación de las cláusulas contractuales", que fueron consideradas abusivas.

El HSBC modificó cláusulas del contrato de tarjeta de crédito, según denunciaron varios de sus clientes ante la Dirección de Comercio Interior, argumentando que no habían sido correctamente informados sobre la nueva situación.

Tras constatar la infracción, esa dependencia le impuso al banco una sanción de $ 20.000 por infracción al artículo 38 del decreto 1798/94, reglamentario de la ley de defensa del consumidor (24.240).

Larga pulseada

La entidad bancaria recurrió esa decisión y se excusó diciendo que había publicado las modificaciones introducidas a los contratos en su sitio web. Pero el organismo ratificó la sanción considerando que aún se encontraba pendiente la efectiva notificación a sus clientes de las nuevas cláusulas contractuales.

El banco entonces apeló esa decisión ante la Justicia buscando mostrar, con la impresión de la pantalla, que había informado a todos los clientes los nuevos contratos.

Pero la Cámara laudó en favor de lo dispuesto por la dependencia pública al sostener que no todos los clientes de la entidad eran usuarios de Internet ni accedían a una computadora, de modo que la notificación no estaba cumplida. Además, destacó que faltaba el consentimiento de los clientes a dichos cambios, por lo que juzgó infringida la ley aun sin demostrar un daño concreto.

La controversia al respecto se había iniciado en 2003.