En un año electoral, el Gobierno reactivó el Fondo Fiduciario para financiar a las provincias

miércoles, 06 de abril de 2011

El fondo se creó en 1995 para ayudar en la privatización de bancos provinciales tras el efecto Tequila. El Banco Nación prestará $12.000 millones a las provincias que firmen acuerdos con el Gobierno.

En un año electoral, el Gobierno reactivó el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial (FFDP) para prestar ayuda financiera a las provincias. De acuerdo con la información publicada por el diario El Cronista, el Banco Nación les prestará $11.870 millones mediante este instrumento destinado a programas de de desarrollo y aumentos de presupuesto, entre otros objetivos.

La medida fue dispuesta ayer a través de la resolución 86 de la Secretaría de Hacienda, dependiente del Ministerio de Economía, y a cargo de Juan Carlos Pezoa. El Banco Nación podrá emplear fondos propios o los del Tesoro nacional que le sean transferidos en el marco del presupuesto nacional del ejercicio 2010.

El Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, administrado por el Banco Nación, se constituyó a instancias del decreto 286 del Poder Ejecutivo de 1995, para promover el desarrollo económico y las reformas del sector público, durante la privatización de los bancos provinciales que tuvo lugar luego del efecto Tequila. A través de este mecanismo, las provincias -que previamente hayan firmado un acuerdo con la Nación- pueden obtener fondos frescos.

Mediante la aplicación de la ley 25.917, el Gobierno nacional también fue facultado para disponer programas de apoyo financiero a las provincias vinculados a la deuda que presenten las jurisdicciones provinciales. Para ello, los distintos gobiernos provinciales deben cumplimentar una serie de "pautas de comportamiento" en materia fiscal y financiera, además de cumplir con los compromisos asumidos por las provincias con organismos multilaterales de crédito.

Hasta el momento, el FFDP asistió los procesos de privatización de 19 entidades financieras en 16 provincias. Los préstamos otorgados a cada provincia fueron para financiar capítulos previamente definidos en convenios bilaterales, destacándose los gastos propios del proceso de privatización.

En el año 2000, las provincias de Catamarca, Chaco, Chubut, Formosa, Jujuy, Neuquén, Río Negro, Tierra del Fuego y Tucumán firmaron convenios con el mencionado Fondo Fiduciario para adherirse al Programa de Saneamiento Fiscal. Los préstamos sirvieron entonces para extender los plazos y reducir las tasas de interés del endeudamiento provincial.

Como contrapartida, las provincias se comprometieron a desarrollar un proceso de saneamiento de sus finanzas públicas para lograr el equilibrio presupuestario. En 2001, este mismo programa se replicó con la incorporación de Buenos Aires, Misiones, San Juan y Corrientes.

 

Fuente: Clarín