Inversiones

Dólar, bonos, oro y plazo fijo: es hora de repensar las inversiones

jueves, 24 de febrero de 2011

Ser menos ambicioso con la rentabilidad que se espera bien puede ser, en 2011, uno de los mejores negocios para los inversores. Se quedaron a mitad de camino aquellos que pronosticaron un año financiero sin sobresaltos para el inversor de a pie.

Sin ceder terreno al alarmismo, parece que llega la hora de cerrar el libro de recetas utilizado en 2009 y 2010. El escenario cambió. Y nada ha sido escrito todavía.

Estados Unidos se demora en comunicar noticias sobre su esperada recuperación económica y sí, en cambio, reconoce que, incluso devaluación mediante, tiene serios problemas para reducir su tasa de desempleo. China el culpable se cansa de subir las tasas de interés, preocupada por el aumento de precios, mientras que Brasil anuncia que hará todo lo posible para devaluar su moneda enojado por la jugada del dólar. Japón ya no es lo que era y, salvo Chile y Brasil, de moda y considerados premium, los mercados de América latina se reparten entre sus cotizantes activos considerados emergentes  y de frontera por el resto del mundo, lo que en el actual contexto es mala palabra. La gota que rebalsó el vaso, fueron los problemas en Egipto y Libia, que impulsaron el precio del petróleo por encima de los u$s 100: esto podría provocar, en breve, una ola inflacionaria global aún más severa que la que se vive actualmente, lo que podría sumar una nueva ronda de ajuste de tasas, otra mala palabra para acciones y bonos. Por el mismo motivo, y porque Europa será la primera en ajustar el costo del dinero hacia arriba, el dólar en el mundo tiene poco resto: una mayor tasa del Banco Central Europeo pondría mayor atractivo en los bonos europeos y alimentaría la demanda de euros: de los u$s 1,37 a los que cerró ayer, hay quienes lo ven 10 centavos arriba.

Metales como el oro y la plata siguen su camino alcista (el primero tocó u$s 1.410 la onza ayer), el petróleo se agenda una escalada que da miedo y llega a los u$s 100 por barril, el dólar pierde, el euro y el franco suizo ganan y hasta el bono del Tesoro ha vuelto a ser demandado lo que ha reducido su rentabilidad a 3,49% anual la emisión a 10 años.

Por su lado, los mercados de acciones y bonos ya pusieron reversa a tanta suba: el aumento de la aversión al riesgo clausuró mercados, activó ventas masivas, cerró las compuertas de la renta fija emergente. Sólo ayer, los bonos argentinos perdieron hasta 8% de su valor. Y el Merval no se cansa de hilvanar recortes en sus precios que ya preocupan. Esto ha puesto interrogantes: por un lado, hay empresas que ganan buen dinero: los bancos, por caso, registraron resultados récord en 2010. Por otro, y producto de controles por parte de la UIF, el volumen parece haber perdido vigor en la city lo que hace más difícil que se registre un precio justo.

Adiós plazo fijo, adiós

Más allá de las milanesas para todos que constituyen una buena inversión de hasta 30% anual si se cuenta con freezer espacioso los bonos argentinos ofrecen mejor literatura: como el precio se mueve en forma inversa al rendimiento, y cómo las caídas se han profundizado, los títulos domésticos ya pagan, de nuevo, tasas en dólares por encima del 10% y subiendo... El Boden 2015 y el Bonar X son algunos de los elegidos. Pero nada garantiza su valor de mercado, ergo, hay que tenerlos hasta el vencimiento si se quiere sacar partido.

Pero todo lo que tenga que ver con tasas en la Argentina está en capilla: el peso argentino dólar, por sus siglas en inglés ha despertado de su siesta 2010. La paridad ya se movió cinco centavos hasta 4,05 y va por más. Esto habilitó no sólo una fuerte suba de los contratos a futuro, que ya cierran por encima de los $ 4,50 para fin de año. También le dio lugar a la expectativa de devaluación que se fue de 5 al 12% en vuelo non-stop. Además, las tasas de interés también resultaron perjudicadas. La expectativa es hoy que las tasas que ofrecen los bancos en sus plazos fijos empiecen a subir lentamente para retener al ahorrista promedio y vayan más allá del 10% de tasa promedio que pagan. Volviendo al dólar, en la entidad que dirige Mercedes Marcó del Pont, señalan que no han celebrado ningún matrimonio con los $ 4,20 que figuraban en el presupuesto nacional como valor de referencia para el dólar en 2011.

Si bien no están dispuestos a retrucar con valor alguno, sí se reconocen comprometidos con el modelo. Ergo, esta historia continuará.
 

Fuente: El Cronista