FUERON PATROCINANTES Y COMPRARON PALCOS PARA VER LA COPA CLARO

El sector financiero apostó al tenis para "mimar" a sus mejores clientes

lunes, 21 de febrero de 2011

El Standard Bank y la casa de cambio Giovinazzo fueron sponsors del ATP de Buenos Aires, el torneo de tenis más importante que se hace en la Argentina. Raymond James, HSBC, BNP Paribas, Deutsche Bank y Facimex Bursátil compraron palcos para sus clientes. Una estrategia para cuidar la relación con el cliente en tiempos en que no es tan fácil marcar la diferencia.

El contacto con el cliente es vital y los bancos lo saben. No sólo para hablar de negocios, aunque ése sea, al fin y al cabo, el propósito último. Allanar y trabajar ese vínculo es casi una tarea artesanal. Pero a veces los comerciales sienten que se quedan sin excusas para hacer el llamado de rigor. Ese que mantiene el contacto fluido y la presencia fresca. El deporte, en estos casos, puede ser la llave mágica. Y cosechar lealtades duraderas.

Vamos a tener un palco para ocho personas en la Copa Claro, el torneo de tenis más importante de la Argentina. Así que armen un listado para invitar a sus clientes actuales y potenciales más importantes, cuenta haberle dicho a sus empleados el gerente de ventas de un banco.

Pero no fue un caso aislado. De hecho, fueron varias las entidades del sector financiero que tuvieron un palco para poder ver a David Nalbandián y compañía y mimar a sus clientes más preciados.

El Standard Bank y la casa de cambio Giovinazzo fueron sponsors, mientras que compañías como Raymond James, HSBC, BNP Paribas, Deutsche Bank y Facimex Bursátil fueron algunas de las que pagaron entre $ 20.000 y $ 30.000 por un palco, si bien el preferencial costaba aún más caro, por estar más cerca de la cancha, casi al lado de los jugadores.

Además, el palco brindaba acceso a la carpa del sector VIP, un espacio ideal para comer algo mientras se hace sociales.
El HSBC, por ejemplo, compró dos palcos para poder invitar a alrededor de 200 clientes, ya que cada día había dos turnos: la sesión diurna y la nocturna.

En tanto, Laura Borsato, Head of Personal Banking de Standard Bank, explicó que para este evento desarrollaron un programa de hospitalidad para fidelizar a sus principales clientes de las distintas líneas de negocios: Exclusive Banking (personas de altos ingresos), Business Banking (Pymes y Comercios) y Corporate Banking (empresas corporativas).

Ellos fueron recibidos en el espacio exclusivo del banco y acompañados a los palcos preferenciales que adquirimos por ser sponsors de la Copa, señaló Borsato.

Una de las empresas que fue patrocinante del torneo tuvo que salir de apuro a comprar más entradas por la cantidad de pedidos que le hacían sus clientes. Es que estás muy expuesto, entonces muchos se arriesgan a ver si consiguen un lugar, confiesa un directivo de esa compañía.

En cambio, los que tienen palco no tienen ese grado de exposición, por lo tanto no reciben pedidos, sino que pueden administrar ellos a quiénes invitan.

En la sesión diurna por lo general eligen a los mandos medios, mientras que reservan la noche para los altos directivos, aunque hay algunos que prefieren estar con su familia temprano después del trabajo, entonces optan por ir a la tarde.

Para aprovechar al máximo cada una de las invitaciones para los palcos, algunas compañías no les mandan las entradas con anticipación a sus clientes, porque si luego no pueden ir por algún motivo la silla queda vacía.

Lo que prefieren hacer, entonces, es invitar al contacto con una semana de anticipación, e ir reconfirmando su presencia día por medio.
De este modo, si no pueden ir, hacen una lista de reserva para tener a otro para invitar. Y las entradas las retiran directamente el día del partido en la entrada del sector VIP del Lawn Tennis.

En tiempos en que la competencia es feroz entre las entidades y que diferenciar la oferta se vuelve cada vez más difícil en el mar actual de promociones, descuentos y beneficios, los eventos deportivos pueden ayudar a afianzar la relación con clientes claves. La famosa fidelización que le dicen.

 

Fuente: El Cronista