El Banco de Córdoba se obliga a ganar plata y a reinvertirla

jueves, 17 de febrero de 2011

El Central aprobó ayer su plan de saneamiento. Tiene 5 años para integrar un capital mínimo que hoy debería ser de $900 millones. La Provincia ratificó que aportará $100 millones a ese proceso.

Después de trajinar durante 15 años prácticamente al margen de las exigencias básicas de la norma que regula a las entidades financieras, el Banco de Córdoba obtuvo ayer la aprobación de su plan de saneamiento, una verdadera bisagra para la operatividad de la institución.

El reencuadramiento avalado por el Banco Central es fruto de un trabajo de normalización iniciado en 2006 y que tuvo numerosas etapas y también obstáculos (entre crisis propias y ajenas) que dilataron los tiempos originales.

En 1995, el Banco de Córdoba quedó bajo el incómodo paraguas del artículo 34 de la Ley de Entidades Financieras, a raíz de una serie de incumplimientos. Con capital insuficiente, préstamos excesivos y sin garantía a los gobiernos de turno, activos inmovilizados y exceso de personal, la entidad sobrevivió bajo la lupa del Central.

“El plan de saneamiento es una promesa a futuro, que básicamente impone cumplir con los capitales mínimos en un plazo largo: esa promesa no puede estar en el aire, está sustentada en una realidad auditada. Al Central le llevo dos años para saber si estábamos en capacidad de hacerlo”, dijo el presidente de la entidad, Mario Cúneo, quien ayer agradeció el esfuerzo de todo el personal para lograr el aval del Central.

Después de sufrir pérdidas, el banco volvió a los números azules y cerró 2010 con una ganancia de 20 millones de pesos, un dato clave para mostrarle al Central que es capaz de cumplir parte de la capitalización con utilidades.

Incluso, en enero pasado, según datos extraoficiales, el balance cerró con una ganancia de 16 millones de pesos (casi igual al total de 2010), y en la entidad proyectan ganar 100 millones durante este año.

En otras palabras: el banco se obliga a no perder plata en sus ejercicios anuales, a no repartir las utilidades y a reinvertirlas para capitalizarse y aumentar su patrimonio. De aquí en adelante habrá un plan riguroso durante cinco años para lograr los objetivos.

Eso implica monitoreos trimestrales, penalidades para directores si no cumplen y un estricto control de gastos y de los planes comerciales. También hay un punto referido al personal, en el que el banco se compromete a respetar un crecimiento vegetativo de su planta de trabajadores con alguna flexibilidad.

Efectos

¿Qué significa volver a estar encuadrado en las normas del Central? El banco tendrá más liquidez, es decir, más oferta de dinero para prestar.

“Ahora se flexibilizan las relaciones técnicas y los préstamos básicos a empresas crecen de 35 millones a 45 millones de pesos”, agregó Cúneo. Eso se implementará apenas ingresen los 100 millones comprometidos por la Provincia.

Al respecto, el Ejecutivo confirmó que “está enviando un proyecto de ley a la Legislatura” para implementar ese aporte de capitalización.

La normalización destraba limitaciones para operaciones interfinancieras y para acceder al mercado de capitales, el camino que prevé tomar la entidad con la emisión de obligaciones negociables por alrededor de 100 millones de dólares.

De hecho, ya se acordó un cronograma de trabajo con bancos de inversión extranjeros (hubo representantes en Córdoba en las últimas horas) para tener la documentación lista antes de decidir cuándo salir al mercado internacional.

Capitalización

De esa forma, quedará en condiciones de cumplir con una capitalización mínima que hoy sería de 900 millones de pesos. De todos modos, en el banco aseguran que con 100 millones de pesos más se adecuarían a las normas de Basilea.

Aún así, tiene plazo hasta 2016 para lograr esa meta. El plan también prevé “franquicias”, en especial frente a las asistencias al sector público. Pero también le impone mejorar todos los meses sus indicadores de eficiencia.

Entre ellos están los porcentajes de gastos en remuneraciones sobre los gastos administrativos; de absorción de gastos con volumen de negocios; de gastos administrativos sobre ingresos financieros y por servicios netos; y la cantidad de depósitos más préstamos sobre ?personal.

Eso limitará su actuación como histórica rueda de auxilio del Tesoro provincial. De hecho, el banco aún carga sobre sus espaldas la resaca de viejas deudas generadas por administraciones anteriores, a las que se suman otros compromisos por préstamos a Epec (le giró 300 millones de pesos en el último año para la nueva Central de Pilar), el convenio con la Lotería de Córdoba, varios fideicomisos y los Boncor I, entre otros aspectos, que suman más de 600 millones de pesos, la mayoría de los cuales está garantizada por la coparticipación federal que recibe la Provincia.

Fuente: La Voz