Proponen un sistema de financiación

Se podría bajar un tercio el costo del crédito hipotecario

viernes, 24 de septiembre de 2010

El capital de las cuotas pasaría a ser ajustable según los salarios y la tasa de interés, baja y fija

La Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV), que agrupa a un centenar de desarrolladores inmobiliarios, presentó ayer una propuesta de créditos a largo plazo destinados a la compra de viviendas para la "clase media" que, de ejecutarse, reduciría en un tercio el costo promedio de las cuotas que hoy ofrecen las hipotecas bancarias y, por esta vía, ampliaría hasta ocho veces la demanda potencial de préstamos hipotecarios.
La clave del sistema es que el capital que los bancos presten para la compra de la vivienda pasa a ser ajustable por un índice de actualizaciones salariales (para evitar desfases con la evolución de los ingresos del tomador) mientras la tasa de interés pasaría a ser baja (del 4 al 6% nominal anual) y fija.
Este mix (al que se agrega una extensión de plazos hasta los 30 años) hace que la cuota inicial de un crédito por hasta $ 263.000 (US$ 68.600) se reduzca de los casi $ 4000 promedio de la oferta bancaria actual a poco más de $ 1500, lo que impacta directamente sobre el ingreso mensual que la familia interesada en acceder debe acreditar para "calificar" y los reduce $ 13.500 a 5100 pesos.
"Según nuestros cálculos, esto hace que la demanda potencial de créditos hipotecarios en la región metropolitana se amplíe ocho veces. Con las condiciones actuales del sistema francés y las tasas vigentes en la región, apenas califican unas 140.000 familias. Si se adopta un sistema como el que proponemos, calificarían 1.200.000", explicó a LA NACION el ingeniero Fernando Esquerro, presidente de la AEV.
La nueva modalidad de financiación fue presentada por esta entidad ayer al mediodía en el Salón Auditorio de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, frente a un auditorio compuesto por inversores, miembros de esa entidad, representantes de bancos (se vieron directivos del Hipotecario) y de empresas constructoras.
Para que el sistema funcione no sólo se necesita que los bancos se decidan a adoptarlo, sino que además requiere inversores que compren los títulos de deuda con garantía hipotecaria (cédulas) que las entidades descargarían en el mercado para rehacerse de fondos que les permitan mantener la oferta de este tipo de créditos, sin riesgo de descalce de monedas, tipo de indexación o plazo. O que el Estado se decida a promocionarlo con la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) haciendo las veces de "creador de mercado", asegurando la suscripción inicial de un porcentaje de las cédulas.
Sin embargo, "nada de eso está definido aún", admite Esquerro. Y mientras no se anuncie quién se anima a poner el dinero para echar a andar esta rueda, un millón de familias seguirán "fuera del mercado". 

Fuente: La Nación