La salida del default / Primeras cifras oficiales de la operación

La adhesión al canje de grandes inversores fue de sólo 45%

viernes, 21 de mayo de 2010

Ingresaron US$ 8542 millones, pero confían en sumar al menos US$ 2000 millones de los minoristas

 El canje de la deuda para salir del default alcanzó apenas un 45% de adhesión entre los inversores mayoristas, una cifra que se ubica muy por debajo de las expectativas del mercado y que obligará al Gobierno a esforzarse para alcanzar el 60% comprometido en un principio por el Ministerio de Economía. Ingresaron bonos por US$ 8542 millones, sobre los US$ 18.700 millones de deuda pendiente, según informó anoche el ministro de Economía, Amado Boudou, en una conferencia de prensa en el Palacio de Hacienda.
La cifra incluye US$ 8483,2 millones en bonos Discount ?con una quita del 66%? y apenas US$ 59,6 millones en bonos Par (sin quita en el valor facial).
Pese a que el funcionario calificó de "muy satisfactorio" el resultado preliminar, fuentes del sindicato de bancos que organiza la operación habían asegurado que en este tramo se obtendrían al menos 10.000 millones de dólares.
Este primer resultado da por tierra con la explicación de los analistas que decían que la crisis europea ayudaría a sumar más bonos al canje. "En un período de alta volatilidad, todas las operaciones de deuda se frenan", indicó ayer el ministro.
El funcionario detalló que "todos los fondos de inversión con más de US$ 100 millones entraron", mientras que habría quedado afuera buena parte de los inversores que mantienen un juicio en el exterior contra el país, con cerca de US$ 3000 millones.
Para llegar al 60% que Boudou consideró "aceptable" desde el primer día del canje, el Ministerio de Economía y los bancos Citi, Barclays y, sobre todo, el Deutsche Bank deberán esmerarse para que ingresen los bonistas minoristas, una tarea que no será sencilla. Boudou confió que los pequeños inversores tomarán todo el stock de US$ 2000 millones en bonos Par que Economía prevé emitir por el canje.
Aun así no se llegaría a los US$ 11.000 millones necesarios para arañar el 60% de aceptación planteado como "piso aceptable" por Economía. Y se estaría lejos del 75/80% pronosticado por fuentes del mercado en Nueva York a fines de la semana pasada.
Boudou descartó ese porcentaje, pero cerca del ministro creen que es posible llegar a un 70%, por lo que el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, y el subsecretario de Financiamiento, Adrián Cosentino, seguirán promocionando el canje en Europa y Japón.
Buena parte de la diferencia entre lo que se esperaba y lo que ingresó efectivamente se explica por la obligación que tienen los bonistas a renunciar en forma escrita a las demandas contra el Gobierno en tribunales de Estados Unidos.
"Hubo dos factores que jugaron en contra: los fondos grandes participaron del canje con algunos bonos y dejaron otros sobre los que tenían demandas contra el Gobierno, y lo otro es que a mucha gente le cuesta decir con nombre y apellido que tenía bonos, que tal vez no había declarado", dijo a La Nacion una fuente privada. Al respecto, Boudou admitió su sorpresa porque apareció una cantidad importante de bonos en Suiza. "No sabíamos que había bonistas allí", indicó.
En realidad, podría tratarse de inversores locales que aprovechan el secreto bancario de esa plaza europea.
Pero la clave de los minoristas está en Italia, donde, según Boudou, "hubo una buena recepción porque se incluyó en la oferta el cupón ligado al PBI". De todos modos, el polémico Nicola Stock, autodenominado líder de los inversores italianos, aseguró que la oferta es "peor que la de 2005", cuando se hizo el primer canje en el gobierno de Néstor Kirchner.
El nuevo bono, en espera
La otra noticia poco feliz que tuvo que dar el ministro es que hasta ahora no están dadas las condiciones para emitir el nuevo bono por US$ 1000 millones, por el nivel de tasa de interés que debería pagar el Gobierno.
"Vamos a tomarnos el tiempo que hay hasta el final del canje, el 7 de junio, para decidirlo, pero no vamos a convalidar una tasa de dos dígitos", reiteró Boudou. Sin embargo, ayer, según el propio ministro, se podría haber emitido ese bono a 7 años a 10,75%, muy cerca del dígito.
"No es el momento ni están dadas las condiciones para emitirlo", indicó, ya que "el Gobierno no necesita ese dinero".
Si el Gobierno no logra volver al mercado voluntario internacional, las calificadoras de riesgo no le subirán la nota a la deuda soberana argentina, tal como expresaron analistas de Standard & Poor?s, Moody?s y Fitch ayer a La Nacion.
Al respecto, Boudou descalificó a S&P: "Les habían dado la nota más alta a Enron y a Lehman Brothers, y así terminaron", disparó, cansado tras su viaje europeo.

Fuente: La Nación