LEY ENTIDADES FINANCIERAS

Ley de Entidades: los banqueros aguardan que la oposición se defina

martes, 27 de abril de 2010

Contra todos los pronósticos deslizados sotto voce en los últimos meses por los principales ejecutivos de los bancos locales, el bloque Nuevo Encuentro presentó ayer un proyecto de reforma de la ley de entidades financieras en el Congreso, cuya génesis tiene por autor al diputado Carlos Heller.

 Heller, quien preside el Banco Credicoop, dio a conocer oportunamente los detalles que podrían resumirse en una mayor ingerencia del Estado en la actividad bancaria.

Más allá de los enunciados, en los principales bancos de capital privado la actitud es de cautela reforzada. Sostienen que primero habrá que ver cuál es la vida útil del proyecto, entendiendo por esto si la propuesta queda intacta o sufre reformas. Creen que, por ahora, toda concepción vinculada a la reforma de Heller se reduce a un impulso político. En rigor, la creencia es ésta: dejar que la política haga, primero, su juego. Saben que lograr un consenso acabado podría llevar bastante tiempo.

En la arena política los legisladores de Nuevo Encuentro confían en contar con el apoyo del Frente para la Victoria y sus aliados para aprobar la medida. Sin embargo, necesitarán que la medida sea también respaldada por parte de la oposición para ser convertida en ley.

En este punto los banqueros creen que es factible que comiencen a aparecer otros proyectos similares en el Congreso. Una vez definida la normativa que condense el apoyo de los distintos bloques, entonces sí se avendrán a emitir una opinión.

La duda que los carcome por estas horas es otra: ¿qué piensa del proyecto de Heller la gente de la Coalición Cívica, el radicalismo u otros bloques opositores? La pregunta autoimpuesta no carece de picardía: en muchos casos, los principales referentes de los bancos ya han sondeado esas opiniones y no las desconocen.

Es que en los últimos meses, banqueros y oposición venían manteniendo reuniones periódicas. Elisa Carrió, Margarita Stolbizer y un buen número de diputados y senadores de la oposición conocen personalmente al grueso de los principales ejecutivos que comandan las entidades financieras. El principal impulsor de estos brain stormings fue, paradójicamente, el propio Néstor Kirchner. En rigor, el acercamiento se produjo en noviembre pasado, cuando la doctrina kirchnerista preanunciaba que, de no mediar el visto bueno del Congreso por los decretos de necesidad y urgencia que avalaban el uso de las reservas del BCRA, la calesita de la economía local chocaba inexorablemente.

La reacción en aquél momento no se hizo esperar: acostumbrados a entregar vaticinios conservadores y con un sesgo pesimista, los banqueros mutaron de táctica y se concentraron en la manera más rápida para desactivar la estrategia del anunciado caos económico kirchnerista propuesto por el oficialismo. Para ello organizaron tertulias financieras y argumentadas exposiciones privadas para contarles a los referentes de la oposición que el sistema financiero estaba sano y que la economía en su conjunto no revestía mayores complejidades más allá de las que propone la ecuación de no gastar más de lo que se tiene. En eso estaban hasta ayer mismo con resultados dispares.

Ahora, saben que para tener estado parlamentario, el proyecto de Heller debe ser tratado por las comisiones de Finanzas, y Presupuesto y Hacienda –dos cuerpos mayoritariamente opositores– donde no todo estará dicho de antemano. Una vez decidido esto, participarían de los debates para conformar una arquitectura financiera más funcional a la economía doméstica. Eso sí: reclaman la aparición de una voz autorizada y, por ahora, en silencio, que es la del Banco Central. Piedra libre entonces para Mercedes Marcó del Pont, de quien se espera no sólo una declaración de principios, sino asesoramiento técnico. El objetivo parece ser siempre el mismo: no hacer “olas” para que los depositantes no se lleven los depósitos.

Fuente: El Cronista