LA RELACIÓN ENTRE SALARIOS Y PRECIOS DE VIVIENDA AÚN COMPLICA EL ACCESO A LA LINEA

Créditos del Nación: hubo 30.000 consultas en cuatro días y 500 solicitudes iniciadas

viernes, 23 de abril de 2010

El porcentaje de trámites iniciados es bajo en relación al total de interesados. Pero hay voluntad de no demorar los otorgamientos. Hace un año, el Hipotecario había recibido un promedio de 80.000 consultas en el mismo período de tiempo

 Cumplida su primera semana de vigencia, el crédito oficial para viviendas nuevas que en palabras de Cristina nació destinado a los sectores medios, logró cosechar hasta ayer unas 29.000 consultas, y alcanzó a materializar en igual tiempo unas 497 solicitudes (un 1,7% del total). En el entorno oficial están convencidos de que las cifras logradas, en este escenario y en tan poco tiempo, no dejan dudas sobre la evidencias del “éxito” de la línea. “La idea era movilizar y la respuesta va en esta dirección”, se entusiasmó un funcionario.

Algo más lejos de ese entorno, el diagnóstico aparece menos alentador. Y echa mano a la primera comparación que encuentra el sistema: a mediados del año pasado, en igual tiempo de vigencia (cuatro días), los créditos que lanzó el Hipotecario, con fondeo de la ANSeS, habían logrado, con tasas más altas, una respuesta de 400.000 consultas. Eso dio, en total, un promedio de 80.000 averiguaciones por cada línea disponible: construcción, ampliación, terminación y compra de vivienda nueva ó usada.

Aún así, los analistas y banqueros coinciden en que el problema no está hoy en la calidad de la línea de crédito, sino en otras variables de la economía local, como la enorme brecha que todavía existe entre el alto precio de las viviendas y el bajo nivel de los salarios argentinos.

El financiamiento del Nación, a 20 años y de hasta $ 360.000, tiene una tasa del 12,75%, que es fija durante los primeros 36 meses, y que más tarde ajusta con el índice de salarios como tope. Pero se convierte en un sueño para pocos cuando incluye un requisito imposible de sortear para nueve de cada diez argentinos: en general y salvo contadas excepciones, la cuota a pagar del crédito no puede exceder el 30% del total de los ingresos percibidos por el tomador o la pareja que contraiga el crédito. De ahí que, si lo que se quiere es mudarse (actualmente un piso de los más pequeños vale en promedio unos u$s 40.000 aproximadamente), el ingreso mínimo reunido por un matrimonio, o un particular, deba ser de $ 5.426 (per cápita: $ 2.713).

El problema: las últimas cifras del Indec dijeron, al respecto, que el 75% de los habitantes que trabaja gana menos de $ 2.500; y que igual proporción corresponde a los hogares que no alcanzan a juntar ingresos mayores a los $ 4.500.

En la consultora Idesa estimaron a este diario que los hogares argentinos que reúnen ingresos mayores a los $ 5.426 representan actualmente menos del 10% en la Argentina. Ese monto es el que se requerirían para acceder al crédito por una vivienda de u$s 40.000. Y este precio es el que, el último lunes, el presidente del Nación, Juan Carlos Fábrega, estimó: “Hay que tener en cuenta que, en el interior del país, se puede comprar una vivienda por entre $ 150.000 y $ 200.000”, aclaró en numerosos medios.

Por ahora la expectativa está creada: existe en nuestro país un déficit habitacional de 3 millones de personas y un contexto de precios elevados y salarios deprimidos en dólares que no ayuda a concretar el paso de la primera vivienda propia.

Fuente: El Cronista