JPMORGAN, BNP Y HASTA KRUGMAN VEN UN REAL MÁS DÉBIL

El real pierde 5% este año y Lula toma nuevas medidas para mantenerlo a raya

lunes, 29 de marzo de 2010

Entre otras cosas, la nueva regulación facilita la salida de dólares del país. Brasil busca asegurarse una mayor debilidad para su moneda, que hoy cotiza a u$s 1,83

 El exceso de confianza es tan malo como la falta de fe. Lo sabe México y su crisis del Tequila; lo aprendieron los griegos (modernos, no aristotélicos) y hasta los argentinos, para quienes la desconfianza es tan familiar como el tango.

En los últimos días, Brasil ha instrumentado nuevas medidas para frenar la apreciación de su moneda. En rigor, busca crear una red de contención que le garantice una cotización que no perjudique a la industria y con la que comulgue buena parte del Gobierno. Para ello busca mayor confort para las intervenciones del Banco Central de ese país. Y por si ambos objetivos no fueran un canto a la ambición, buscan también regular con mayor eficiencia la entrada y salida de capitales de ese país.

Entre las medidas, se eliminarán las pre-autorizaciones del Banco Central para las transferencias de fondos del exterior. A la vez, las entidades financieras no bancarias que intervienen en el mercado de derivados serán autorizadas a mantener otras monedas en cartera a fin de nutrir de distintas variantes el mercado local de divisas y no sólo de dólares. Otras de las acciones adoptadas es que a partir de ahora, el Tesoro brasileño podrá comprar dólares para pagos de deuda externa con facilidades.

Hacia la depreciación

Las monedas siempre funcionan a base de confianza. Los mercados se nutren de ella y de la especulación cortoplacista. Por eso hay quienes han buscado amortiguar una apuesta desmedida de los inversores, ya que con ello se perjudica la competitividad.

Con el real en 1,83 por dólar, un mínimo en un mes, hay quienes ven a la moneda brasileña a mitad de camino. Incluso no existe consenso entre los estrategas de bancos extranjeros.

Por un lado, están los que ven un real más fuerte para los próximos meses. Fundamentan esta perspectiva en que la maniobra que ha iniciado esta semana el Banco Central para evitar la apreciación de la moneda evidencia una fuerte entrada de recursos al tiempo que no podría impedir sus efectos. Dicen que en el corto plazo la moneda brasileña podría volver a apreciarse en el rango de 1,70-1,80. En este punto los números históricos abren un paréntesis: el real tuvo su pico a fines de 2008 cuando cotizaba 2,50 por dólar; de la misma manera su momento más fuerte fue en noviembre de 2009 cuando tocó 1,69. En el año, la moneda.

En Morgan Stanley, por ejemplo, comulgan con un pronóstico de fortalecimiento monetario: “Brasil sigue siendo un ejemplo de solidez, y el real es una moneda atractiva”, señala Vitali Meschoulam, estratega de mercados emergentes, quien vaticina que el real se fortalecerá a menos de 1,70 este año.

Por otro lado están los que piensan que “el caso brasileño” tiene mucho de burbuja. Creen que a Brasil le está yendo bien, pero “no tan bien” como para justificar esto. Aquí y allá comienzan a aparecer las advertencias. Incluso economistas estrella como el Nobel Paul Krugman se han detenido a hablar de Brasil al señalar que no es tan bueno estar de moda porque eso abre la posibilidad de subestimar los riesgos. “Brasil aún no ha demostrado que será una economía de crecimiento realmente rápido”, dijo hace algunas semanas.

Ligado a esto hay quienes sostienen que el real está sobrevaluado. La gente de Bank of America recomendó a sus clientes que compren opciones de venta del real para protegerse del riesgo de que la elección presidencial de Brasil en octubre provoque un bajón “a corto plazo” de la moneda. Hasta JPMorgan cambió perspectivas y ahora apuesta a un nivel que supere 1,80 por dólar en el argumento de que los alimentos, el papel, los recursos y las acciones industriales podrían beneficiarse de una moneda más débil.

BNP Paribas también se subió al “agorerismo”: lo ven en 1,84 por dólar. ¿Culpable? El déficit de cuenta corriente.

Fuente: El Cronista