LOS BANCOS EMITIERON 1.500.000 PLÁSTICOS DURANTE EL 2009

A fuerza de promociones, ya hay una tarjeta de crédito por cada dos argentinos

lunes, 15 de marzo de 2010

La tarjeta de crédito se impuso el último año como un producto “bancarizador”. Las políticas de descuentos y beneficios que lanzaron las entidades para paliar la crisis de liquidez lograron llevar a los 19,8 millones el total de los plásticos en el sistema

 El esfuerzo que hicieron los bancos para paliar la crisis, tanto externa como interna, tuvo buenos resultados en 2009, y ya alcanzó para lograr un récord sin precedentes en el país: el sistema financiero local tiene actualmente, y por primera vez en la historia, una tarjeta de crédito por cada dos argentinos.

El factor preponderante que apuntaló el fuerte crecimiento de los plásticos fue, según los propios banqueros, la catarata de descuentos y beneficios que lanzaron las entidades ante la crisis de liquidez que profundizó la quiebra de Lehman Brothers. Con promociones que se ubicaron entre el 10% y el 50%, y que buscaron contrarrestar lo que podría haber sido un fuerte derrumbe en el consumo, la fuerte demanda de los clientes obligó a los bancos a emitir 1.500.000 de tarjetas de crédito adicionales durante el año de la recuperación económica, y otras 880.000 de débito.

“La tarjeta de crédito hoy es, claramente, un producto bancarizador, por el atractivo de los beneficios y las promo que le sumamos al producto, que despiertan un gran interés entre los clientes. Hoy está siendo más bancarizadora la tarjeta de crédito que la de débito porque al descuento se puede acceder con las dos tarjetas, pero la de crédito otorga, en cambio, una alternativa de financiación, y hoy eso es algo muy buscado por la gente”, comentaron en el Banco Francés.

Según las últimas cifras publicadas por el Banco Central sobre la base de los balances de las propias entidades, en diciembre del 2009 el sistema pasó a tener un total de 19,8 millones de tarjetas de crédito en circulación, desde las 17,9 millones que tenía en igual mes del año anterior. Y un total de 17,2 tarjetas de débito, contra las 16,3 de diciembre de 2008.

El crecimiento de las emisiones refleja, además, una mayor concentración del negocio bancario en las entidades más grandes, que fueron las que en los últimos años se esforzaron por ser más agresivas en sus políticas de descuentos. “El crecimiento del market share es bastante estable para los diez primeros bancos del sistema. Pero es evidente que esos porcentajes están saliendo de los bancos más chicos del sistema”, opinó el responsable de Tarjetas del Patagonia, Juan Trejo. En el Galicia, en tanto, explicaron que eso sucede porque “los bancos de menor escala tienen, a la vez, menos surcursales, y eso hace que en ellos la emisión de plásticos sea menor”.

Los bancos que aportaron fuertemente a la expansión en los últimos doce meses fueron los privados de capital nacional (ver infografía). En estos, la emisión rozó los dos millones de plásticos; pero en los públicos, llegó a caer en 276.300 unidades, y en los de origen extranjero, sólo aumentó en 340.000.

Los banqueros reconocen que el sostenimiento de los descuentos supone un enorme esfuerzo en el negocio de las entidades. Pero saben, también, que esta política generó una especie de acostumbramiento en el mercado que será difícil de sustituir. “Creo que si el sistema avanzara en alguna política de eliminación, no va a ser nada fácil. Hoy es complicado salir de los programas de descuentos porque están bastante establecidos en el cliente. Se está intentando una migración hacia las cuotas, más que a los planes de descuentos, a fin de fidelizar al cliente por mayor tiempo en el banco. Eso sería mucho más sostenible que los descuentos directos”, explicó Trejo.

En el Francés coincidieron en que “va a ser muy difícil salir de este sistema de descuentos”, pero consideraron que, “si bien es posible que cambie la modalidad del beneficio, se va a seguir apostando fuertemente por las acciones promocionales”.

El resto de los números del sistema también muestra un significativo avance en los productos bancarios. Las entidades sumaron casi 8.500 empresas para el pago de salarios mediante acreditación bancaria, que las ayudaron a incorporar más 310 mil cuentas sueldo; y unos 2,2 millones de cajas de ahorro.

El costado menos alentador se ve, sin embargo, en el recorte de puestos de trabajo que por el contexto interno no pudo evitar el sistema, y que afectó a 1.500 trabajadores a lo largo del año; y en la reducción de unas 21.000 cuentas corrientes.

Fuente: El Cronista