Gestión de Riesgos en Bancos y Entidades Financieras

Gestión de Riesgos en Bancos y Entidades Financieras

Blog sobre Manejo de Riesgo en Entidades Bancarias y Financieras

Análisis de Escenarios y Medición de Riesgos

Diego Avalos

Por Diego Avalos

sábado, 17 de octubre de 2009

El Value at Risk (VaR) es una medida ampliamente utilizada al momento de cuantificar el riesgo de mercado en un libro de trading. Para un portafolio dado y cierto horizonte temporal, por lo general de un día, el VaR define un valor tal que, con cierto nivel de confiabilidad, no será superado por las pérdidas potenciales en términos valor de mercado de dicho portafolio.

Esta métrica es controvertida desde sus inicios en 1994. Entre las principales críticas, se destaca su mayor eficacia para contextos estables, en desmedro de situaciones más extremas; de esta manera, se generan incentivos a tomar riesgos más severos pero aún más improbables.

David Einhorn, presidente de Greenlight Capital, suele comparar el VaR con “un airbag que funciona todo el tiempo, excepto al momento de un accidente”. Einhorn, crítico de las usuales prácticas en la banca de inversión, afirma que es “potencialmente catastrófico cuando su uso genera un falso sentido de seguridad en los ejecutivos senior” y destaca la visión del management en maximizar sus compensaciones.

Los eventos raros e improbables ocurren de una manera mucho más frecuente de lo que a priori se podría pensar. Este razonamiento tiene un alcance limitado y se tiende a realizar supuestos en base a la experiencia, donde el VaR no es la excepción. La realidad es mucho más compleja e impredecible de lo que se cree, e incluso las reglas de juego de los mercados pueden cambiar drásticamente. El análisis de escenarios o “stress testing” es una herramienta que lleva a preguntarse qué puede suceder ante eventos de esta naturaleza.

Este tipo de estudio se encuentra ampliamente difundido y varios organismos gubernamentales y reguladores lo incorporaron para asegurar la correcta capitalización de sus respectivos sistemas financieros.

El análisis de “stress test” permite indagar qué tan bien está posicionado el portafolio ante eventos que van mas allá de los observados y provee una primera aproximación al momento de evaluar las posibles fuentes de vulnerabilidad. Frente a eventos que no se pueden reducir a un modelo, el estudio de las implicancias en los resultados del portafolio fortalece la comprensión de dichos riesgos.

Existen tres tipos de escenarios:

- Escenarios Históricos: Al combinar las posiciones actuales con las variaciones observadas en los factores de riesgo (tipos de cambio, tasas de interés, acciones) durante algunos momentos específicos, principalmente en shocks financieros. Así se permite analizar el potencial impacto de esos eventos en el rendimiento del mismo.

- Escenarios Paramétricos: Se asume algún tipo de distribución, habitualmente la distribución normal, y una matriz de correlaciones para simular movimientos extremos de los factores de riesgo y obtener sus probables consecuencias en la cartera del momento.

- Escenarios Ad-Hoc: Resulta una combinación de los casos anteriores. Así se permite armar modelos de algún tipo de vulnerabilidad sin antecedente histórico o diferente a cierta distribución o correlación dada.

Mucho se discutió en relación al uso de escenarios históricos. Confucio decía: “Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro”. En ese sentido y más recientemente, Nassim Nicholas Taleb, detractor de los modelos actuales de administración de riesgos, advierte sobre la “falacia narrativa”. Define a este término como la tendencia a “construir historias” alrededor de los hechos, aún cuando no se puede tener absoluto conocimiento de los mismos ni menos aún de las interconexiones entre los mismos. Del mismo modo, y al igual en el cómputo del VaR, este método no permite analizar eventos de los cuales no existen registros históricos.

Los escenarios ad-hoc suponen un avance en este sentido, si bien no son tan sencillos de comunicar al senior management como un escenario histórico. El hecho de que se basen en supuestos y estimaciones y no en hechos históricos precisos lleva a que se ponga en tela de juicio la verosimilitud del análisis.

De esta manera, tanto el VaR como el análisis de escenarios no son herramientas infalibles, pero combinadas pueden ser de gran utilidad en la administración de riesgos.

En materia de tiempo, el análisis del VaR maneja un horizonte de un día, mientras que el análisis de escenarios permite contar con mayor flexibilidad. Al analizar un escenario, es conveniente distinguir cuáles son los impactos en distintos horizontes temporales: entre un día y una semana (corto plazo) frente a situaciones de crisis de principio a fin (mediano plazo). Este manejo del tiempo es importante particularmente en el mercado local, donde la falta de liquidez de los activos puede afectar severamente a los precios de mercado.

Adicionalmente, la adaptación de los casos locales no resulta sencilla, debido a los cambios en el régimen monetario. La dificultad radica en aplicar casos de la época de la convertibilidad a la situación actual, como pueden ser la crisis mexicana de 1995, la rusa de 1998 y la devaluación del real de 1999. En aquel momento, se contaba con una economía bimonetaria, donde las tasas de interés en pesos no eran de relevancia y la mayor parte de la liquidez estaba concentrada en dólares. Claramente en esos escenarios el impacto de las crisis en una variable tan crítica hoy en día como el tipo de cambio fue nulo, requiriéndose una adaptación al momento de analizar estos escenarios. Una salvedad para estos casos sería asumir una devaluación equivalente al porcentaje de reservas que se fugaron del sistema y el diferencial existente entre la base monetaria y las divisas del Banco Central.

Al considerar ejemplos locales, se pueden armar escenarios de stress con estas situaciones:

- Los primeros coletazos de la crisis subprime, a mediados de 2007. En este escenario se observó una profunda caída en la cotización de los instrumentos del BCRA, baja que no tuvo parámetros de comparación ni anterior ni posterior.

- La “crisis del campo” en marzo de 2008, cuando se observó una brusca apreciación del peso argentino en rara sintonía con una brusca caída en los valores de renta fija. Esta combinación rompió los supuestos de correlación implícitos en los modelos de VaR, ya sea que el mismo se calcule a partir de una simulación histórica o métodos paramétricos.

Al momento de confeccionar pruebas de stress, es importante tener en cuenta la legislación aplicable a los contratos en moneda extranjera, ante una eventual reestructuración. Además es útil hacer un análisis pormenorizado de la liquidez en cada mercado y su potencial evolución.

Finalmente, en medio de mercados volátiles, resulta de importancia para una buena gestión de riesgos contar la mayor cantidad de herramientas. Tanto el VaR como los análisis de escenarios, con sus pros y contras, amplían el espectro de la visión del negocio y de sus riesgos de manera complementaria. De esta manera, se permite evitar sorpresas y lograr mejores señales para la gestión de una cartera.

DIEGO J. AVALOS
Banco Santander Río, Gerente de Riesgos de Mercado

 

MARTÍN GONZÁLEZ ARAUJO
Banco Santander Río, Analista Senior de Riesgos de Mercado