Finanzas Globales

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Blog con información sobre economía y finanzas internacionales, relacionados con los riesgos que afrontan las entidades bancarias

Volatilidad... la fiebre de los mercados

Rodolfo Rapán

Por Rodolfo Rapán

lunes, 02 de febrero de 2009

La volatilidad se define como la desviación estándar anualizada de los retornos históricos. Sin profundizar los contenidos matemáticos, esencialmente se trata de una manera de medir la magnitud en que los precios registrados por ejemplo por una acción, se alejan de su valor medio. Una mayor volatilidad significa una mayor oscilación en los precios.

 

El primer gráfico muestra las oscilaciones en los retornos diarios de la acción de Citibank durante el año 2008 y el segundo el mismo dato en el año 2005. En el último año citado la volatilidad fue del 12.21% y los precios expresados en dólares tocaron un máximo de 49.78 y un mínimo de 43.05, sobre un valor promedio de 46.61. En 2008 el valor promedio fue de 19.04 y los máximos y mínimos de 29.69 y 3.77 respectivamente.

Los números son elocuentes respecto al dramático incremento de la volatilidad en los mercados accionarios a consecuencia de la crisis. Si bien Citibank puede ser un caso extremo, muchas acciones de distintos sectores económicos y mercados han visto multiplicar su volatilidad a niveles para nada acordes al riesgo implícito en sus calificaciones internacionales investment grade. Por su parte también se ha incrementado la volatilidad de las monedas, los bonos y las materias primas entre otros activos.

Por varias razones el incremento de la volatilidad no es bueno. Sin considerar los gastos de transacción, un activo de baja volatilidad, que por ejemplo sube su precio un día 1% y al otro día el precio baja 1%, al cabo de un año registrará una pérdida del 1.23%. Si su volatilidad se incrementa, y ese porcentaje de suba y baja diario pasa a ser del 5%, se registrará una pérdida del 26.7% en el mismo periodo. La volatilidad erosiona los retornos.

La volatilidad histórica es utilizada para múltiples cálculos en temas financieros. Una mayor volatilidad, incrementará por ejemplo el precio de las coberturas, de los contratos a futuro y de las exigencias de capital por riesgo de mercado para las entidades financieras entre otras cosas.

Tal vez el efecto más importante y de más largo plazo es la mayor aversión al riesgo que genera en los agentes económicos. Al ver las fuertes pérdidas a las que están expuestos, los inversores conservadores de largo plazo se vuelven más reacios a colocar fondos en los mercados de capitales, secando las plazas y dificultando el acceso de nuevas compañías a esa fuente de fondos. Por su parte, los especuladores se ven atraídos por las mayores ganancias potenciales al entrar y salir del mercado en plazos cortos, incrementando la incertidumbre y la volatilidad.