Banco de Mendoza: detrás de una investigación reveladora

lunes, 01 de agosto de 2016

Hace 20 años se publicó un libro que sacó a la luz el turbio entramado con el que se vació al principal banco estatal, y que derivó en su inevitable privatización y quiebra. Habla uno de sus autores.

La escandalosa quiebra del Banco Mendoza (o Banco de Mendoza, como se lo llamaba antes de 1997) sigue siendo una herida que no ha cicatrizado del todo en la sociedad mendocina. Símbolo de la corrupción y la injusticia, la pérdida del mayor ente bancario estatal dejó profundas secuelas que todavía repercuten entre nosotros. Hace 20 años, dos periodistas mendocinos se animaron a difundir el vaciamiento que sufrió el banco provincial que anticipó, en cierto modo, el desenlace fatal.

Banco de Mendoza. Breve crónica de una agonía es la investigación realizada por Eduardo Pavese y Juanjo Coscarelli entre 1995 y 1996, y que vio la luz ese último año, alcanzando una repercusión significativa que, si bien algunos intentaron acotar o minimizar, fue un momento de revelación sobre una crisis que se estaba gestando en medio de una mezcla de ensoñación e indiferencia que reinaba en la época. Sustentado con una importante documentación, este libro no se privó en develar la intrínseca trama de negocios turbios, préstamos insólitos e impagables, endeudamiento masivo, desidia política y procesos de cambios negativos sucedidos desde la década de 1980, que fueron detalladamente expuestos y explicados por Pavese, uno de los periodistas de investigación más importantes que tuvo nuestra provincia. Todo fue publicado pocos meses antes que el entonces gobernador Arturo Lafalla vendiera la entidad a un consorcio de empresarios liderado por Raúl Moneta por unos 30 millones de dólares.

Gracias al libro, que fue un inesperado "éxito" en ventas, la Justicia tomó cartas en el asunto y, bajo la mano del entonces juez federal Luis Leiva, a fines de 1996 procesó a 26 exfuncionarios, presidentes y directores del Banco Mendoza, todos acusados por subversión económica (delito derogado en 2002), y luego fue el propio Raúl Moneta que quedó imputado por el mismo delito tras el cierre del banco en 1999. Sin embargo, las causas cayeron en saco roto y, por idas y vueltas en la Justicia Federal más las prescripciones de las investigaciones, todos terminaron libres.

A 20 años de ese libro revelador, MDZ dialogó con Juanjo Coscarelli, encargado de la recopilación periodística y que colaboró activamente con Pavese (fallecido en 2009) en el armado del texto. Rememoró la historia detrás de la investigación, la impresión que le causó descubrir ese entramado corrupto, las presiones que recibió con Pavese tras la publicación y los resultados que arrojó.

Coscarelli recordó que, para 1996, Pavese estaba viviendo en Chile, pero que cada tanto volvía a Mendoza y dialogaban juntos sobre la situación de entonces: "Cada vez que venía lo entrevistaba en mi programa de radio (FM Siglo XXI) y hablábamos de la realidad política en Chile y Argentina. De hecho lo consideraba como uno de los periodistas más críticos de Mendoza de esos años y a ambos nos gustaba mucho investigar".

"Así surgió la idea de realizar una investigación sobre la corrupción, ya me daba vuelta en la cabeza la idea de denunciar a todos los corruptos. Él me propuso hacer esta investigación para publicarla en un libro", añadió. Para entonces, "había muchos interesados, principalmente de la UCR y algunos del PD, en que saliera a la luz todo sobre el Banco de Mendoza, sobre todo porque habían pasado varios gobiernos peronistas consecutivos en el poder y algunas personas estaban con más impunidad que otras".

Por ello, Coscarelli inició su tarea de investigación tomando contacto "con varias personas que habían estado vinculadas al banco", como expresidentes o exdirectivos, lo que le permitió guiarse para obtener la información necesaria. "Me pasaron datos y documentos y revisé muchos periódicos antiguos, para tener sustento sobre lo que iba pasando con el Mendoza".

Mientras descubría la magnitud de lo sucedido, Coscarelli lo sintió: "Cuando empecé a ver todas las maniobras y los personajes involucrados sentí mucha indignación e impotencia, porque sabía que era inevitable la caída del Banco de Mendoza. Además entendí que se usó una entidad, que en su momento sirvió a la gente para mejorar sus negocios, como instrumento de corrupción".

 

Lo que sucedió después del libro

No solo en Banco de Mendoza. Breve crónica de una agonía hay una fuerte denuncia contra los funcionarios públicos que participaron en el vaciamiento, también se devela la participación de empresarios y se publicaron las listas de todos los deudores que, en muchos casos, eran incobrables. "En el libro mostramos a los corruptos y los corruptores, quienes motivaban a los funcionarios para hacer los malos negocios o negociados".

Esto fue un desencadenante para algunos "aprietes" tras la publicación del libro, según Coscarelli: "Aparecieron unos cinco o seis personajes amenazadores; algunos querían sacar de circulación el libro, otros venían a apretar porque los habíamos puesto en la lista de deudores e incluso funcionarios que no querían dar la cara. Varios se nos aparecían en nuestros lugares de trabajo o nos llamaban".

Poco después de la publicación del libro, la Provincia le vendió los bancos de Mendoza y Previsión Social al consorcio integrado por el Banco República (de Raúl Moneta, que quedó como accionista mayoritario) y Magna Inversora (formado por los empresarios Daniel Vila, Héctor López, Ernesto Pérez Cuesta y Jacques Matas), por unos 30 millones de dólares. "Al banco lo podrían haber vendido en 500 millones de dólares, pero lo desvalijaron y endeudaron hasta dejarlo a menos del 10% de su valor. No sabíamos que íbamos a trabajar (en nuestro libro) para que Moneta se quedara con el banco", sentenció.

Acorralado por las deudas, imposibilitado de recuperar los escandalosos créditos que otorgó a destajo y asediado por una incipiente crisis financiera (preludio del 2001), el Banco Mendoza (que había sido fusionado con el ex Previsión Social) fue declarado en quiebra y terminó siendo desguazado y rematados por sus dueños en 1999. Moneta fue investigado y procesado por Leiva junto a otra decena de directivos de la entidad, pero los tironeos en el seno de la Justicia Federal llevaron al sobreseimiento de todos ellos apenas un año después. A pesar que en 2014 la Corte Suprema de Justicia de la Nación revocó estos sobreseimientos y ordenó reabrir la investigación, la causa no avanza y los implicados siguen sin ser juzgados.

"Nadie se acuerda de Moneta, ni de los funcionarios que fueron procesados y nunca se los halló culpables, ni de los políticos y empresarios que estuvieron involucrados en el vaciamiento del banco", lamentó Coscarelli.

 

¿Un dèja vú de la corrupción?

Los últimos hechos visibles de corrupción durante las gestiones pasadas de los gobiernos nacional (Cristina Fernández de Kirchner) y provincial (Francisco Pérez) hacen inevitables las comparaciones con el escándalo del Banco Mendoza. Sobre ello, para Coscarelli no hay demasiadas diferencias: "La época actual es igual que aquella, están las personas que tienen la capacidad de corromper o intentar corromper, y están los que se dejan corromper".

Sin embargo, el periodista toma posiciones ligeramente distintas entre el gobierno de Cristina Kirchner y de Francisco Pérez. Respecto a la administración nacional del kirchnerismo enfatizó en que "si bien se robó menos que en el menemismo, se aprovecharon de la situación y robaron. No hago cargo a la Presidenta ni a todo el gobierno, solo a algunos funcionarios".

"En Mendoza, en cambio, la situación es más compleja, porque tanto el gobernador (Pérez) como el vicegobernador anterior (Carlos Ciurca) fueron los responsables de mucha inoperancia, torpeza, fuga de dinero y pérdida de capitales. Pérez hizo una muy mala gestión y, durante su gobierno, se produjo mucha corrupción que no se pudo manejar", resaltó.

A modo de reflexión, Coscarelli consideró que "está bueno hacer un trabajo como este y hacer una denuncia, bien documentada y justificada, siempre y cuando la Justicia cumpla con su deber. Uno se arriesga a hacer este tipo de cosas, pero que terminan en una aventura, porque al final no hubo justicia".
 

 

Fuente: MDZol