cepo al dólar

Venta de dólar ahorro supera los u$s600 M y el nivel de operaciones ya está a un paso de ser récord

lunes, 28 de septiembre de 2015

Faltando pocas semanas para las elecciones, la AFIP debió convalidar más de un millón de transacciones, lo que demuestra la creciente avidez por parte de ahorristas. Frente a esta presión, el promedio habilitado a cada particular se "recortó" casi 15% frente a agosto. La encrucijada del Gobierno

En la previa de las elecciones presidenciales, el apetito dolarizador de los ahorristas sigue a todo ritmo pese a los menores montos que está habilitando la AFIP por cada operación.

En lo que va de septiembre ya se vendieron más de u$s603 millones, cifra que supera lo registrado los meses anteriores.

De hecho, el nivel ya resulta unos u$s8 millones más elevado que los u$s595 millones alcanzados durante los primeros 25 días de agosto, el último mes récord.

Un punto clave es que, en lo que va de septiembre, se incrementó considerablemente la cantidad de ahorristas que demandaron divisas respecto de agosto.

Hasta el momento, la AFIP debió convalidar más de un millón de operaciones, un 4% por encima del nivel registrado a igual fecha del mes pasado.

En resumen, el Banco Central vendió menos billetes por operación, pero más personas se volcaron a la compra de divisas.

Al analizar las cifras de agosto se observa que, en días pico, la AFIP habilitó u$s823 promedio por ahorrista. En cambio, la mayor marca alcanzada en septiembre no supera los u$s670.

En tanto, si se toma el acumulado hasta la fecha, el promedio actual es de u$s595 por transacción, un 13% por debajo del registro de agosto.

Menos dólares para el Central

Esta mayor avidez que muestran los particulares choca contra un Banco Central que pierde divisas sin freno.

Esto, cabe destacar, se está dando en plena "temporada baja" de liquidación de "sojadólares" por parte de de los exportadores.

Como consecuencia de estas variables, en esta última semana, el Banco Central cerró con un saldo negativo de u$s350 millones. Y, si se toma como punto de partida fines de julio, entonces la entidad que conduce Alejandro Vanoli ya vio cómo se le evaporó la friolera de u$s2.700 millones.

Un aspecto calve es que, pese a esta contracción, las reservas cerraron el viernes en u$s33.301 millones, lo que representa un descenso de apenas u$s300 millones en lo que va de septiembre.

¿A qué se debe esto?

La razón se explica por la utilización de los swaps con China. En base a estos "artilugios contables" del Banco Central, "puede inferirse que el swap de yuanes por unos u$s11.000 millones ya está prácticamente agotado", alerta un informe de Delphos Investment.

Por el momento, la misión del Gobierno es llegar al 25 de octubre con la mayor tranquilidad posible, en medio de un contexto interno y externo que juega en contra de ese objetivo. Y, por supuesto, con un blue en niveles récord que se empeña en quedarse por encima de la barrera de los $16.

Por qué crece la demanda

La mayor avidez entre particulares se da, fundamentalmente, por dos factores: por un lado, la incertidumbre preelectoral y, por otro, las crecientes expectativas a que ocurra una devaluación tras las elecciones.

Además, no es menor que el "dólar ahorro" ($11,30) representa hoy día una verdadera "ganga" ya que se obtiene a un precio 30% menor al del blue.

Más aun en un contexto en el que los pronósticos de los economistas dan cuenta de que el tipo de cambio oficial debería situarse en torno a los $14 para que el país pueda recuperar la competitividad perdida desde la última gran depreciación (enero de 2014).

Cuáles son los beneficios del "dólar barato"

Un tipo de cambio estable y relativamente bajo puede ser redituable desde el punto de vista electoral. ¿Por qué? Entre otras cuestiones, porque abarata los bienes importados, hace que muchos productos queden más a mano del bolsillo de los argentinos, mejora las posibilidades de vacacionar fuera del país y ayuda a moderar la inflación.

Los principales analistas ya observan que los movimientos que este año el Gobierno efectúa en el billete verde están influenciados por el clima electoral, a punto tal de supeditar todas las variables al objetivo de tenerlo bajo control.

El plan oficial consiste en utilizar el tipo de cambio como ancla de los precios. En este sentido, la devaluación oficial viene siendo de apenas 10% en el año, casi tres veces menos que la inflación, que ya en los primeros ocho meses se ubicó en algo más del 26 por ciento.

El endurecimiento del "cerrojo", con un Banco Central que le debe a los importadores alrededor de u$s9.000 millones y la menor cantidad suministrada a cada ahorrista, son claros indicadores de que la prioridad está en cuidar reservas y defender la "estabilidad financiera", tal como reconociera el propio Vanoli.

También, la estrategia K se hace evidente con los intentos de Kicillof por conseguir dólares para las arcas del Central, que deberá hacer frente en los próximas semanas a pesados compromisos, por cerca de u$s8.000 millones.

Por lo pronto, siendo un año electoral, está claro que el Gobierno no puede "cerrar del todo la canilla" de dólar ahorro para así frenar la sangría de divisas del BCRA, ya que esto inquietaría al mercado y el malhumor se podría trasladar a las urnas.

Encima, generaría una presión cambiaria mayor y una elevada inestabilidad, aspectos que serían una muy mala noticia para el oficialismo en la previa electoral.

Una prueba de ello es que la cifra acumulada hasta este viernes muestra cómo la venta de divisas se encamina a batir un nuevo récord en septiembre.

En definitiva, el dólar es hoy día un gran rival electoral del Gobierno, porque lo lleva a la encrucijada de tener que correr altos riesgos, tanto si devalúa como si atrasa aun más el tipo de cambio frente a la inflación:

• La primera alternativa "pianta votos", principalmente, de la clase media y supone, además, un retroceso para el discurso, que ha equiparado la devaluación con una política regresiva en términos de ingresos.

• La segunda "enoja" a las economías regionales, ya que genera malestar en varias provincias clave por afectar el nivel de empleo, justo en el núcleo duro de los votantes peronistas.

A juzgar por lo que se observa hoy día, el Ejecutivo ha priorizado como mal menor esta segunda alternativa. Sin embargo, lo llegó a resignar casi u$s5.000 millones en el año para calmar el apetito dolarizador.

La gran pregunta es si podrá mantener este esquema de "dólar barato" hasta el final de su mandatofrente a un número cada vez mayor de personas que reclaman su "dosis" de dólar ahorro.  

Fuente: iProfesional