Mercado regional de monedas

El real se depreció más de 6% sólo en la última semana

lunes, 07 de septiembre de 2015

El real brasileño se depreció más de 6% la semana pasada tras haber perdido el viernes un 2,7% hasta las 3.843 unidades por dólar.

Pese a la volatilidad que aqueja a Brasil en el frente externo e interno, teniendo en cuenta que desde 2009 el Banco Central brasileño no coloca dólares de sus reservas para contener la moneda, el porcentaje de devaluación semanal del real fue casi el mismo que llevó a cabo el BCRA en seis meses, desde la primera semana de marzo.

Esto explica que el peso argentino se haya debilitado aproximadamente 9,3% en el año, mientras que nuestro socio comercial acumula en su moneda una depreciación mayor a 30% en lo que va de 2015. Es que el ruido político y económico en Brasil no cesa, por lo que el mercado parece operar sin una referencia clara de precios, mientras el gobierno de Dilma Rousseff se abstiene a intervenir para frenar la moneda.

La semana anterior estuvo cargada de malas noticias para la economía brasileña. El viernes se difundió un audio del vicepresidente Michel Temer, que en una reunión privada con un grupo de empresarios admitía que "será difícil" que Rousseff llegue al fin de su mandato en 2018, en el actual contexto político y económico, que desplomó su nivel de popularidad a un histórico 8%.

El gobierno salió a aclarar que los dichos del vicepresidente fueron sacados de contexto y el mismo Temer confirmó a la prensa que espera que la mandataria finalice su mandato.

Pero el dato fuerte de la semana fue que por primera vez en la historia de Brasil, Dilma presentó ante el Congreso un presupuesto que prevé un déficit equivalente a 0,5% del PBI por el desplome de los ingresos impositivos y un crecimiento económico casi nulo, de 0,2%. El equipo económico revisó además su previsión anterior de cerrar las cuentas públicas con un superávit de 0,7%, que originalmente era de 2%.

Los datos confirmaron uno de los mayores temores del mercado: los inversores esperan que Brasil pierda su calificación de grado de inversión el año que viene. La presentación del presupuesto al Congreso también creó fuertes rumores de renuncia del ministro de Finanzas, Joaquim Levy, que obligó a Rousseff a "confirmar" al ministro en su cargo para despejar cualquier duda.

"Brasil está al borde de perder su calificación de grado de inversión después de años de mala gestión política y un desmantelamiento de un tipo de cambio flotante, un banco central independiente y el alto superávit fiscal primario. Es difícil cumplir con un tipo de cambio de flotación libre y un banco central independiente sin restablecer la disciplina fiscal", dijo Siobhan Morden, directora de Jefferies para América Latina, en un informe.

De acuerdo a la especialista, pese a los intentos de Rousseff de restablecer un equilibrio económico, la propuesta de un déficit fiscal primario en 2016 hizo que emergieran fuertes preocupaciones por el manejo de la política económica en Brasil, con una legislatura reacia a demostrar cooperación política en cuestiones claves. Esto ahora deja un halo de incertidumbre de si habrá un consenso para una gestión de políticas efectivas en lo que queda de su mandato. 

Fuente: El Cronista