política monetaria de mercado

Por menor cupo de dólar ahorro, el blue reaccionó y se fue a $ 15,20

jueves, 20 de agosto de 2015

Subió 15 centavos y la brecha trepó al 64%, empujado por menos montos autorizados por AFIP a comprar para tenencia, lo que redujo el puré. El dólar Bolsa se disparó a $ 13,40.

"El puré está flojísimo, ya que la AFIP está autorizando menos monto para comprar dólar ahorro", advierten los cambistas.

En la primera semana de agosto, previo a las PASO, la AFIP otorgó un promedio de u$s 764 en dólar ahorro, mientras ayer cayó 25% a u$s 576.Esta fue la razón por la que el billete trepó 15 centavos a $ 15,20, empujado por el dólar Bolsa, que se disparó 17 centavos a $ 13,40. "Esto va de cabeza a $ 15,50. En la periferia sólo hay compradores, hoy nadie vende", revelan los corretas, como denominan en la jerga a los mayoristas, quienes confiesan que el grueso del blue hoy se destina casi todo para pagar compras importadas del exterior, en lo que se denomina "comex blue".

En la avenida Juan B. Justo está pasando lentamente lo mismo que en la calle Avellaneda o en el barrio de Once: se ha ido "blueando" la actividad comercial. Es algo que se ha ido masificando entre los comerciantes de Warnes, muchos de los cuales deben salir a recomprar mercadería que cotiza en blue.

Diferencias de precios

En la periferia, para ventas chicas (menores a u$s 1000) están marcando entre $ 0,50 y $ 0,70 por encima del mayorista. Las primas en "micro" (como le dicen a la City, por la abreviatura de microcentro) varían mucho, de $ 0,30 a $ 1, discriminado por quién es el cliente, cuántas veces va, si traerá a otros o si viene recomendado. Cada cuevero construye el perfil de su cliente y va acomodando el spread.

"Al cambista le importa la buena fe, el que tengas palabra, que seas rutinario y responsable. Son los valores de la vieja escuela de cambio, el spread que te cobre lo define la rutina y la movilidad de los billetes. Si los querés baratos debes irlos a buscar hasta la oficina", detalla un conocedor del ambiente.

¿Dónde se consigue la mejor cotización del bille?

Esto va en función de los riesgos y el perfil de la clientela. Cuantos más comercios, mejores spreads: donde las saladitas están activas o donde hay contrabando, hay varios cambistas que tienen muchos lazos con mayoristas. Belgrano, por ejemplo, goza de muy buen spread gracias a joyeros, al igual que Once, mientras Caballito tiene los peores (la diferencia entre el precio de compra y el de venta es de 50 centavos), junto con el sur de la ciudad. Allí se cobra una prima de seguridad, ya que las cuevas trabajan en edificios de lujo: una suerte de casas-oficinas que tienen policía privada y piden DNI antes de entrar, lo que cuesta dinero. Sobre Juan B. Justo, el mejor spread se consigue desde Santa Fe pasando por Córdoba y Corrientes (40 centavos), donde hay más actividad comercial. Pasando Warnes el spread asciende hasta $ 1. Al haber más cambistas, el volumen bajó mucho, entonces los cueveros aumentan el spread para compensar, ya que en la periferia abundan los minoristas, lo que implica muchos desconocidos y, sobre todo, mucho peligro. Luego, los pitufos (dueños de las cuevas) descargan (venden los billetes) o compran en microcentro al final.

"El spread se abrió 50% en un año porque hay menos volumen por mesa: al estar tan atomisado se divide entre muchos. El dólar ahorro generó un boom de nuevos operadores", comentan en las financieras.

Hoy casi cualquiera es cambista por el puré, hasta los asalariados que llevan a sus compañeros de trabajo hasta su cueva amiga pueden llevarse una comisión. Incluso, hay asalariados que compran en grupo para tener un mejor precio: ayer les pagaban $ 14,50, pero si sumaban varios les agregaban entre $ 0,20 y $ 0,30. Hay empresas de zona Norte con empleados que descargan entre u$s 30 y u$s 40.000 en un día de puré. Si hasta llegó el "dólar corporate", que son los cueveros que hacen delivery a las compañías para comprarle los billetes a los empleados, de modo que ellos no tengan siquiera que moverse de su lugar de trabajo y no pierdan tiempo. 

Fuente: El Cronista