cepo cambiario

La compra de dólar ahorro arrancó con todo en julio: en un sólo día "volaron" u$s85 millones por ventanillas oficiales

jueves, 02 de julio de 2015

La cifra de la primera jornada implica una suba de casi 50 por ciento respecto del mes anterior. Las razones obedecen a un mix de variables, como los mayores ingresos salariales, una mejor oportunidad de arbitrar por la brecha cambiaria y la incertidumbre electoral.

 

Con una demanda de u$s85 millones en apenas una jornada, el arranque del mes de julio parece confirmar lo que el mercado estaba previendo: que los días de calma cambiaria quedaron atrás y que la población se está volcando decididamente a una dolarización de sus ahorros.

Típicamente las jornadas de mayor compra de dólares son los del inicio de cada mes, cuando los asalariados están con dinero fresco en el bolsillo. Por eso, siempre hay una demanda fuerte en la primera semana, para luego ir decayendo hacia niveles mínimos sobre el fin de mes.

Sin embargo, ya en los últimos días de junio se venía percibiendo un quiebre en esta tendencia. Tanto que, después de haber tenido un arranque relativamente tranquilo, finalizó con el nivel récord de u$s512 millones, superando al anterior pico que se había dado en el mes de abril.

Y ahora, en el primer día de julio esta tendencia queda más clara: se vendió un 46% más de divisas que la primera jornada del mes anterior. Lo cual permite suponer que hay buenas chances de que julio vuelva a marcar un récord.

Ocurre que ahora confluyen varios factores que juegan a favor de este renacido apetito por el dólar:

• El efecto paritarias: recién ahora se está sintiendo en toda su plenitud el reajuste nominal de los salarios, lo cual aumenta el potencial de compra de dólares, dado que el régimen legal para la adquisición de divisas al precio oficial implica un "tope" de 20% de los ingresos. Es decir, ante cada aumento del salario formal, sube en términos reales ese cupo para la compra.

De hecho, la estadística de la AFIP muestra que el ingreso promedio de los compradores ayer fue de $35.000. Es decir, se trata de asalariados de nivel medio-alto que recibieron en el trimestre pasado una mejora en torno de 20%.

· El efecto aguinaldo: como si no fuera suficiente con el punto anterior, la suba estacional de los ingresos como consecuencia del medio aguinaldo también hace lo suyo. Para aquellos que contaban con baja capacidad de ahorro y se mantenían alejados de la ventanilla oficial de billetes verdes, es la gran oportunidad del año para hacerse de un pequeño capital.

· El efecto brecha del blue: por cierto que no todos los que compran son ahorristas en sentido estricto sino que también hay profusión de mini-especuladores. Es decir, están aquellos que compran billetes verdes para guardarlos bajo el colchón a modo de refugio de valor y están los que compran al precio oficial para revenderlo en el mercado paralelo.

Para que ese arbitraje sea atractivo, es condición necesaria que exista una brecha amplia entre el tipo de cambio oficial y el blue. En los últimos meses, la calma del mercado, con un gap que había caído a niveles mínimos cercanos al 35%, no operaba como un aliciente para la compra.

Pero luego de la escapada del blue de los últimos días, otra vez la diferencia pasó a moverse en torno al 50%, lo cual otra vez implica una buena posibilidad de hacer negocios.

·El efecto electoral: más allá del dinero disponible y de la posibilidad de hacer una ganancia, hay un factor subjetivo que está vinculado a las expectativas. Como ya es tradición en la política argentina, cada vez que hay elecciones presidenciales crece la incertidumbre respecto de cambios de políticas luego del recambio de gobierno.

Esta vez no es la excepción, y hay cierto consenso entre los analistas del mercado en el sentido de que en las próximas semanas se exacerbará la dolarización de los ahorristas, como reflejo defensivo ante el "ruido" político.

Una bicicleta menos atractiva
Los cierto es que desde septiembre pasado las ventas de "dólar ahorro" no han bajado de los u$s400 millones mensuales y la presión alcista es notoria a medida que pasa el tiempo.

Pero, más allá del incentivo que ofrezca la brecha para "el puré", hay otros motivos para pensar en un repunte de la compra de dólares.

¿Por qué? Además de los factores anteriormente mencionados, hay una variable clave y que es seguida muy de cerca por la city: los vencimientos de plazos fijos.

Suecede que a mediados del mes que comienza vencen el 60% de las colocaciones bancarias (para el 15 de agosto, el 75%), lo que puede generar una aceleración en la corriente dolarizadora.

Si buena parte de los ahorristas no renueva sus plazos fijos, esta mayor cantidad de pesos en la calle podría producir una presión alcista sobre el blue.

He ahí otro inconveniente: cuando la divisa estaba planchada, las colocaciones bancarias se presentaban como una de las alternativas de inversión más atractivas, al brindar una ganancia del 25% anual.

Pero en junio todo cambió. Es que con el actual movimiento ascendente del blue, los mayores atractivos de rentabilidad se han mudado al circuito ilegal.

En junio, un plazo fijo brindó un 2% de ganancia, mientras que el blue ofreció más del doble: 5% en el mes.

"Pueden acelerarse las compras porque los salarios crecieron en dólares, si se toma el promedio de los últimos doce meses, y también por la mayor brecha entre el informal y el dólar ahorro, lo que genera mayor incentivo a comprar para hacer alguna diferencia económica", opina Andrés Méndez, director de AMF Economía.

Los analistas convalidan esta "tensión azul", ya que, para Salvador Di Stefano, "se va a dar una avalancha de compras porque la brecha se amplió y resulta más negocio que antes" hacerse de dólares.

Y concluye: "Se va a potenciar el volumen, pero ambas fuentes se contrarrestan, no obstante creo que el saldo será alcista para el dólar blue, con acrecentamiento de la brecha ya que el Gobierno está parametrizado: devalúa solo el 1% por mes el dólar oficial".
 

Fuente: iProfesional