Dólar ahorro: otro presente griego para el gobierno que viene

viernes, 17 de abril de 2015

La medida estuvo en el ojo de la tormenta esta semana cuando Miguel Bein, asesor de Scioli, insinuó su eliminación. Al margen de la polémica, los expertos coinciden en que si bien fue un parche caro e inequitativo, sirvió para reducir la brecha entre el oficial y el paralelo. Proponen un enfoque amplio para salir del cepo y regularizar el mercado de cambios.

¿Cuándo se podrán comprar dólares legalmente como antes de noviembre de 2011? Aunque técnicamente errada (porque centra el debate en una cuestión aislada), esta pregunta es una inquietud de muchos votantes de clase media y alta. Excepto en el caso del PRO, que defiende una salida rápida del cepo, a partir de los dichos de los asesores de los presidenciables, la respuesta es que habrá que ejercitar la paciencia.

El economista Miguel Bein, que asesora a Daniel Scioli, planteó que el conjunto de restricciones a la compra de divisas conocido como "cepo cambiario" debe ser levantado en forma gradual, haciendo un uso estratégico de las magras reservas internacionales del Banco Central, que priorice el pago de importaciones y servicios de la deuda, luego el giro de utilidades por parte de las empresas y finalmente la flexibilización del llamado "dólar ahorro", es decir, el destinado a tenencia.

"No voy a regalar el abastecimiento industrial del país a 10 millones de tipos, como vos y yo, que se quieren llevar el BCRA a la casa", le dijo Bein al periodista Maximiliano Montenegro.

Hace casi 16 meses que existe el llamado "dólar ahorro", una medida creada para contener al dólar blue que resulta injusta en términos distributivos, ya que permite comprar dólares para tenencia por el 20% del ingreso promedio del último año únicamente a quienes trabajan en blanco y cobran al menos el equivalente a dos salarios mínimos (es decir, casi $ 9.000 mensuales), con un tope de u$s 2.000 al mes. Así, según estimaciones privadas, si todos los que compraron dólares ahorro los hubieran vendido inmediatamente en el mercado paralelo, dada la brecha entre el oficial y el blue, el fisco les habría regalado un total de unos $ 13.000 millones desde la instauración de la medida. Se trata de un cálculo teórico, ya que muchos pueden haber decidido atesorarlos.

Este regalo, teórico y potencial, del Estado a la clase media y alta sirve para dimensionar la inequidad de la medida y tal vez explique parcialmente por qué generaron tanto revuelo las declaraciones de Bein, al punto que el presidente del BCRA, Alejandro Vanoli, y la ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires, Silvina Batakis, salieron a defender el statu quo.

Más allá de la polémica, ¿qué opinan los think tanks de los presidenciables sobre el dólar ahorro? ¿Fue un acierto en su momento? ¿Nunca debería haberse instrumentado? ¿Es otro "presente griego" para la próxima gestión? Las consultoras coinciden en que la medida fue exitosa si su cometido era reducir la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, ya que redujo la demanda y aumentó la oferta en el mercado blue. Así la brecha pasó de 90% en septiembre de 2014 al 40% actual.

Los analistas también concuerdan en que, si bien la demanda de dólares ahorro, unos u$s 4.890 millones en los 16 meses (previendo que abril cierre en u$s 519 millones, proyección de E&R), golpeó las reservas, no alcanzó volúmenes equiparables a los previos a noviembre de 2011. Si se anualizan las compras de dólar ahorro proyectadas para abril, el drenaje de divisas asciende a unos u$s 6.200 millones anuales, cifra de todos modos muy inferior a la fuga de capitales del período 2007-2011, que se situó entre u$s 9.000 y 23.000 millones al año.

"El dólar ahorro permitió descomprimir la presión sobre el tipo de cambio paralelo y ayudó a contener el frente financiero, considera Rodrigo Álvarez, quien dirige la consultora Analytica junto con Ricardo Delgado, integrante del equipo de Sergio Massa. "En el marco de la política económica actual, es un enfoque superador a cuando el Gobierno negaba el blue, ya que supone que la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo es una variable relevante, con impacto en la inversión, las expectativas de devaluación y en consecuencia sobre la inflación", agrega. Sin embargo, destaca que no resuelve los desequilibrios macroeconómicos y que "su contracara es una economía real asfixiada por las restricciones y la falta de dólares".

Enfoque amplio

"Si se cortara el goteo por el canal del dólar ahorro volveríamos a una brecha en aumento, más incertidumbre y expectativas devaluatorias e inflacionarias en ascenso", explica Álvarez, quien promueve un enfoque amplio para salir del cepo, es decir, desandar el camino de la política económica de los últimos años. Para el economista de Analytica, el punto de partida es atacar las presiones inflacionarias con un enfoque integral que incluya equilibrar el frente fiscal, moderar la presión de financiamiento al BCRA, reconstruir los puentes de acceso al financiamiento externo y reactivar la inversión.

Sin embargo, para Gastón Rossi, de LCG, la consultora de Martín Lousteau, el análisis del dólar ahorro debería ser más amplio: en un contexto de escasez de reservas, no tiene sentido 'regalar' parte de ellas a los asalariados de altos ingresos en lugar de priorizar las importaciones de insumos y bienes de capital porque hay mecanismos alternativos para quitarle presión al mercado informal sin restringir las importaciones, como quedó demostrado en octubre pasado con la emisión de deuda dollar linked y la suba de las tasas de interés para los depósitos minoristas.

Para Alejandro Caldarelli, presidente de Economía & Regiones, la consultora fundada por el titular del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, el "dólar ahorro" es un parche de corto plazo que puede funcionar mientras perdure el cepo. "El Gobierno lo instauró para descomprimir las expectativas de devaluación y en menor medida para absorber pesos", que también modera las expectativas, explica. Además, agrega, como el sector exportador no logra captar las divisas necesarias, el Gobierno financió el dólar ahorro en parte con nuevos endeudamientos como el swap de monedas y otras colocaciones en dólares.

"La eliminación del dólar ahorro o del cepo no es posible en forma aislada", advierte el titular de E&R. "La corrección de las políticas macroeconómicas necesarias para regularizar el mercado de cambios implica una moderación monetaria para eliminar el exceso de pesos de la economía junto con una corrección del déficit fiscal, que es la causa de ese exceso de pesos", precisa. "El grado de corrección de estas variables dependerá de la herencia que, en materia de gasto público, déficit fiscal, posibles colocaciones de deuda y emisión monetaria, deje la gestión actual en diciembre 2015", concluye.

Fuente: El Cronista