Dudan lanzar nuevo canje de deuda

Plan 25-O: dólar sedado, China, Francia y Ganancias

lunes, 13 de abril de 2015

Canje de BODEN 2015 por BONAR 24, en duda. Alivio impositivo para sueldos más bajos. Alivio impositivo para sueldos más bajos.

El Gobierno ya tiene la hoja de ruta en lo económico hasta la fecha de las elecciones. No hay que poseer demasiada imaginación para anticipar que continuará la fuerte expansión del gasto público, las tasas bajas y el control al dólar oficial hasta el 25 de octubre, tal como sucedió en los seis procesos electorales que ya atravesó el kirchnerismo. Pero hay condimentos especiales en las próximas elecciones que obligan al Ministerio de Economía a tomar medidas puntuales dentro de ese camino a octubre.

La presión por subir el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias hará que en las próximas semanas se defina una reducción de la carga tributaria para los salarios más bajos que son alcanzados por ese impuesto. La cuenta básica que efectúan en el Ministerio de Economía es la siguiente: el total de trabajadores es de 11 millones de personas, de las cuales 8,4 millones son registradas y 2,6 millones tienen empleo en negro. Quienes pagan el Impuesto a las Ganancias suman 950.000 personas, es decir, el 8,6% del total de los trabajadores o el 11,6% del total de los trabajadores en blanco. Las heridas que dejó en el Gobierno el reciente paro del transporte por una modificación en Ganancias hacen que broten frases como que "sólo el 4% de los colectiveros pagan Ganancias: es obvio que fue un paro político". Cristina de Kirchner es reacia a subir el mínimo no imponible por una cuestión cambiaria. Sostiene que los pesos adicionales en los bolsillos de los trabajadores irían a dólar, puntualmente al dólar "ahorro". Por eso, cuanta más sangría de reservas haya en el BCRA por el dólar "ahorro", menos chances hay de que se aumente el mínimo no imponible. Basta observar que en lo que va de abril el BCRA perdió alrededor de u$s 250 millones por este concepto, para reducir a casi cero la posibilidad de cambios profundos en Ganancias.

La realidad es que detrás de todas las grandes medidas que se avecinan está la escasez de reservas internacionales. Para afrontar los vencimientos de deuda hasta el 25 de octubre, el BCRA recurrirá a China para activar el "swap de monedas" acordado con ese país. Pero no alcanzan los préstamos de yuanes para todo: sólo el 3 de octubre hay que desembolsar u$s 6.700 millones por el Boden 2015. Por eso, está ya esbozado un nuevo préstamo del Banco de Francia al BCRA de corto plazo. El resto será tarea de la soja.

Un canje de la deuda puede ser lanzado en mayo, pero no hay convencimiento en el Gobierno de concretarlo. Recuérdese la baja adhesión que tuvo en diciembre un esquema similar con gruesos errores de diseño que conspiraron para su éxito. La apuesta oficial pasaría por lograr que entre u$s 1.000 y 2.000 millones en Boden 2015 se pasen al Bonar 2024. Pero para que eso ocurra, debería ofrecerse un atractivo premio a inversores. Difícil que Axel Kicillof haga ese gesto al mercado. Difícil también que los inversores se desprendan del Boden 2015: desde hace varios meses es un vehículo para hacerse de dólares en cuentas locales y en el exterior. Quizá se opte por algo más directo, como emitir Bonar 24 vía el MAE, y lejos del alcance del juez Griesa.

Las cuentas públicas apuntarán a cerrar 2015 con un rojo antes del pago de intereses equivalente al 1% del PBI, pero del 5% sin contar con artilugios contables vía BCRA y otros. El rojo por financiar se ubicará de arranque en torno a los u$s 30.000 millones. Será el problema del ganador de las elecciones del 25 de octubre. El ajuste obligado, fiscal, cambiario, tarifario, monetario, hace que los pronósticos para 2016 contemplen crecimiento cero de la economía. Por eso, no hay demasiado interés en el cupón PBI por ahora, pese al festival que se vive en los mercados. La Argentina podrá mostrar un crecimiento elevado recién en 2017, justo para el primer test electoral del nuevo Gobierno. Otra razón para que 2016 sea el año del ajuste. Dilma y su actual ajuste tras ganar las elecciones pueden ser el espejo.
 

Fuente: Ambito