políticas monetarias

Vienen medidas (clásicas) hasta 25-O

lunes, 02 de febrero de 2015

Expansión de gasto, anclaje a dólar, precios controlados.

A ocho meses de las elecciones presidenciales resulta fácil anticipar lo que hará el Gobierno en materia económica. Basta simplemente con recopilar lo sucedido ante cada comicio desde que el kirchnerismo asumió en 2003. Expansión del gasto público, dólar lo más anclado posible, tasas y precios bajo control estricto, aumentos reales vía paritarias, incremento de la Asignación Universal por Hijo. Temas puntuales de 2015, como las negociaciones con los fondos buitre, están descartados. De corto plazo sólo podría llegar una resolución de tribunales británicos que señale que la Justicia de Nueva York no puede trabar los pagos de un bono argentino en euros emitido bajo legislación del Reino Unido. Puede que sirva poco para modificar las decisiones del juez Griesa del otro lado del Atlántico, sí servirá para la batalla oral del Gobierno contra el magistrado y los fondos buitre (el gran perdedor sería el Bank of New York, que debería decidir a cuál de los dos tribunales acata).

Mientras siguen las apuestas en lo financiero por el próximo cambio de Gobierno, grandes fondos de inversión norteamericanos desfilan por

Buenos Aires tratando de bosquejar lo que va a ser el país desde el 10 de diciembre. El caso más reciente es el de Ashmore, que administra u$s 75.000 millones en países emergentes, pero que no tiene a la Argentina entre sus inversiones. Irak, que se debate en la lucha contra los asesinatos del Estado Islámico, tiene como título principal en los mercados al emitido por su banco central en dólares a 2028 (el "Irak 2028"), con un rendimiento del 8,83% anual a los precios del viernes a u$s 81,50. El emblemático Boden 2015 rinde un 9,24% con su amortización final el 3 de octubre, antes de las elecciones presidenciales. Irak no es la Argentina y viceversa. Por eso el constante desfile de fondos de inversión de Europa y EE.UU. para constatar in situ que el 10 de diciembre asuma un Gobierno pro mercados, o, por lo menos, más amigable.

En este contexto, se aguarda concretamente que el Gobierno mantenga el aumento del gasto público en niveles del 35%, bastante por encima de la inflación esperada en el Ministerio de Economía, del orden del 25%. Lo que sí se tratará de anticipar en lo posible es la entrada en vigencia de las paritarias: los salarios "nuevos", con los aumentos incorporados, son los que pueden impulsar a la economía. En el segundo trimestre puntualmente. Son pocos los consultores que hoy pronostican un crecimiento de la economía en 2015. Standard & Poor's sorprendió a funcionarios al prever un aumento del 1% este año.

¿Emitimos deuda en dólares o no? Ése parece ser el fruto prohibido hoy en el Ministerio de Economía. De hacerlo, aseguraría un camino menos sinuoso en lo cambiario y menos estrecho en lo fiscal. Pero queda claro que la carta de China puede seguir jugándose. En el equipo económico insisten en que en el peor de los escenarios internacionales, pueden hacer frente a todos los vencimientos en dólares del año. Un indicador que ganaría en rating en ese contexto sería el porcentaje de yuanes sobre las reservas totales del país. Los tiempos han cambiado. El prestamista de última instancia ya no es el FMI, sino China. 

Fuente: Ambito