Se colocaron 941 en 12 meses

La instalación de cajeros es la más baja de la última década

martes, 13 de enero de 2015

Los bancos sólo pudieron colocar un 5,4% más en 2014, afectados por trabas a importaciones y una emisión.

El freno a las importaciones, el fuerte aumento de efectivo en la calle y la caída de la actividad económica complicaron los esfuerzos de los bancos para reponer, reparar e incorporar cajeros automáticos, de la misma manera que para sumar sucursales, y dejaron ya como resultado la menor expansión del sistema financiero en la última década.

Las entidades colocaron el año pasado apenas 3 terminales para retiro de efectivo por cada 100.000 argentinos adultos (un total de 941 unidades), y registraron con esto un aumento de apenas el 5,4% en el total de cajeros respecto del año anterior. Se trata del menor crecimiento de la última década: apenas la mitad del que se había registrado en 2013, un tercio del percibido en 2011 y 2012 y un cuarto del que se había visto en 2010. La performance es similar a la que simultáneamente se ve en la cantidad de sucursales: las entidades abrieron, a lo largo de los últimos doce meses, apenas 47 más.

La Argentina está desde hace tiempo muy por debajo de los niveles que muestran Brasil y Chile en la cantidad de cajeros según la población: la relación era de apenas 54 por cada 100.000 adultos hace dos años, según los últimos datos del Banco Mundial, mientras que en Brasil ascendía a los 119 y en Chile a los 67. En España, llega a los 138; en Rusia, a los 182. Y en Grecia a los 71. El país tiene hoy 18.374 cajeros y 4.376 sucursales, según los datos oficiales que publicó el Banco Central hasta agosto pasado.

En el sistema financiero explican que buena parte de esta lentitud en la expansión del sistema se debe a las restricciones que impuso el Gobierno para el ingreso de nuevos equipos y repuestos del exterior por la falta de dólares que sufre la economía. Pero, también, a la enorme cantidad de dinero que vuelca el Banco Central en el sistema y que reduce la vida útil de las unidades. Los ejecutivos calculan que por este factor y la inflación hubo un aumento en el tamaño de las extracciones, que ya llega a un promedio de 13 billetes, tres veces más que el promedio mundial, que es de 4,5 billetes.

"En los últimos años, en el país, los cajeros automáticos se vieron particularmente exigidos ante el fuerte aumento de los montos extraídos mientras la denominación de los billetes permaneció invariable. Sólo entre 2008 y 2013 el monto extraído por cajeros se multiplicó 3,5 veces, replicando el aumento de la circulación monetaria en poder del público", explicó el último informe de Quantum finanzas. La cantidad de transacciones por cajeros fue creciendo hasta las 100 millones mensuales. La vida útil de una terminal de este tipo, que a nivel global se considera de entre 6 y 7 años, en el país se ubica más cercana a 4 años. El efecto es un deterioro generalizado que pone trabas al desarrollo del sistema financiero. 

Fuente: Ambito